Y una de las normas que también aprendemos es que si llegamos a un final de rey, alfil y peón de torre contra rey, en el que el peón corona en una casilla de color diferente al alfil el resultado es tablas, claro está, siempre que el solitario rey controle la casilla de promoción. Así que la posición que refleja el siguiente diagrama es claramente de empate ya que el rey negro no puede jamás ser expulsado de las casillas 'g8' y 'h8'
[FEN: 7k/8/7P/6K1/8/3B4/8/8 w - - 0 1]
Esta idea ya inspiró al italinao Gioachino Greco (1600-1634), conocido como el Calabrés, para la confección del siguiente bonito y sencillo estudio, compuesto en el año 1623, en el que las negras juegan y entablan:
[FEN: 8/r7/8/5bk1/8/5B2/5RPP/6K1 w - - 0 1]
La solución consiste en 1...,Ta1+; 2.Tf1,Txf1+; 3.Rxf1,Ah3! y después de 4.gxh3 se alcanza un final de tablas.
Pero igual que sucede en la vida cotidiana, en el ajedrez no es todo tan dogmático como parece y a veces para lograr el triunfo hay que desafiar las normas y demostrar que lo imposible es posible, de forma que si en una partida nos hemos quedado con la ventaja de un precioso peón de torre y un flamante alfil de color contrario al escaque de coronación, podemos resistirnos a aceptar las teóricas tablas y probar que otro mundo es factible.
Seguidme amigos y amigas a conocer a un puñado de escogidos "desafiadores" que nos mostrarán de manera prodigiosa como transformar un teórico empate en una brillante victoria, a la vez que también nos encontraremos con la otra cara de la moneda, con personajes que no supieron desafiar las normas en el momento oportuno y no pudieron alcanzar el éxito. Poneos cómodos y empecemos...
El estudio clásico de este tipo de finales es el de Troitski de 1896, publicado en el Shakhmat Ziurnal, que representa el siguiente diagrama, en el que las blancas juegan y ganan:
Seguidme amigos y amigas a conocer a un puñado de escogidos "desafiadores" que nos mostrarán de manera prodigiosa como transformar un teórico empate en una brillante victoria, a la vez que también nos encontraremos con la otra cara de la moneda, con personajes que no supieron desafiar las normas en el momento oportuno y no pudieron alcanzar el éxito. Poneos cómodos y empecemos...
El estudio clásico de este tipo de finales es el de Troitski de 1896, publicado en el Shakhmat Ziurnal, que representa el siguiente diagrama, en el que las blancas juegan y ganan:
[FEN: 4k3/8/8/7P/8/4K2B/8/8 w - - 0 1]
El blanco empieza con 1.Ae6! (hay que evitar que el rey negro ocupe 'f7'. Si 1.h6?,Rf7!; 2.Af5,Rg8 y tablas. Aquí si 2.Ae6+,Rg6! y cae el peón),Re7; 2.h6!,Rf6; 3.Af5! (evitando 3...,Rg6),Rf7; 4.Ah7!,Rf6; 5.Rf4,Rf7
[FEN: 8/5k1B/7P/8/5K2/8/8/8 w - - 0 6]
Ahora el blanco remata con 6.Rf5,Re7; 7.Rg6,Rf8; 8.Rf6,Re8; 9.Rg7 y el peón torre corona a pesar de los pesares.
La siguiente posición es curiosa porque en varios libros que he consultado aparece como Paulsen-Metger, 1888, con el rey blanco en d5, el alfil en a7, el peón en a5 y el rey y peón negros en f7 y g7 respectivamente, es decir, la misma posición con los colores cambiados y colocada desde el punto de vista de las blancas. Pero según las investigaciones del historiador de ajedrez alemán Egbert Meissenburg, consultando fuentes de la época (Deutsche Schachzeitung, 1888, p. 285 y Bruderschaft, 1888, p. 283) realmente la posición exacta es la que refleja el siguiente diagrama siendo la partida Metger-Paulsen, del torneo a doble vuelta celebrado en la ciudad de Nuremberg en 1888, ganado por Von Gottschall:
[FEN: 8/8/8/8/p2k4/8/bPK5/8 b - - 0 1]
En ella, Paulsen, de quién era el turno, jugó 1...,Rc4? a lo que siguió 2.b3+,axb3; 3.Rb2 y se alcanzaron las tablas. Siguiendo el método de Troitski, pudo haber hecho valer su aparentemente inútil peón de torre y jugar desafiadoramente 1...,Rd5!; 2.Rc3 (si 2.b3,a3!),Ab3; 3.Rd3,Rc5; 4.Rc3,Rb5; 5.Rd2,Rc4
[FEN: 8/8/8/8/p1k5/1b6/1P1K4/8 w - - 0 5]
Y ahora ganar el punto con 6.Rc1,Aa2; 7.Rc2 (si 7.b3+,Rxb3 y si 7.b4,a3),Rb4; 8.Rd2,Ab1; 9.Rc1,Af5; 10.Rd2,Rb3; 11.Rc1,Ag6 y el peón 'b' cae dejando el camino libre y expedito al peón negro hacia la coronación, como se puede ver a continuación:
[FEN: 8/8/6b1/8/p7/1k6/1P6/2K5 w - - 0 11]
En el siguiente estudio obra de A. O. Herbstman publicado en L'Echiquier en 1928 se expone el tema del alfil "malo" de una forma plenamente artística; ¡las blancas juegan y ganan por medio de una pérdida de tiempo, cuyo propósito es ganar un tiempo!
[FEN: 5B2/p7/3p4/PPk5/8/8/4K3/8 w - - 0 1]
Las blancas comienzan con 1.b6,axb6 (Si 1...,Rc6; 2.Ae7!,axb6; 3.a6,b5; 4.Ad8,b4; 5.Rd3,d5; 6.Rd4); 2.a6,Rc6; 3.Ae7!! (¡Aquí tenemos "la pérdida de tiempo que reporta una ganancia de tiempo"! Si 3.Axd6?,b5!; 4.Ac5,Rc7; 5.Aa7,b4; 6.Rd3,Rc6; 7.Rc4,b3! y 8...,Rb5 con tablas),Rc7 (O bien 3...,b5; 4.Ad8!,d5; 5.Rd3 y se detienen los peones); 4.Axd6+!,Rc6
[FEN: 8/8/PpkB4/8/8/8/4K3/8 w - - 0 5]
¡Un tiempo ganado y dos perdidos: ese es el balance de las negras! 5.Rd3,b5; 6.Ac5,Rc7; 7.Aa7,Rc6; 8.Rc3, y las blancas ganan.
Otra bonita composición sobre este tema es el siguiente estudio obra de O. Frink del año 1923, en el que las blancas juegan y ganan con un movimiento muy preciso. Resulta curioso de este problema que en el interesante libro de Leonard Barden "300 rompecabezas de ajedrez" se comente que, aunque matizando que es difícil de creer, los excampeones mundiales Boris Spassky y Mijail Tal no pudieron encontrar la solución tras más de cuarenta y cinco minutos de análisis...¡Quizás sea cierto!
[FEN: 8/8/8/8/8/2K4B/5k1P/8 w - - 0 1]
Se amenaza 1...,Rg1, así que las blancas tienen que actuar con rapidez, pero también con eficacia, de forma que juegan 1.Ad7!! (la única jugada que gana. Si el alfil moviera a cualquier otra casilla las negras lograrían las tablas. Por ejemplo, 1.Ag2?,Re3; 2.Rc4,Rf4 y si 1.Af1?,Rf3; 2.Ae2+,Rf4; 3.Rd4,Rg5),Re3! (Si 1...,Rf3; 2.Rd4,Rf4; 3.h4 y el peón avanza); 2.h4,Re4; 3.h5,Re5; 4.h6,Rf6
[FEN: 8/3B4/5k1P/8/8/2K5/8/8 w - - 0 5]
Y ahora con 5.Ae8! el rey negro no puede acercarse al peón blanco que corona irremediablemente. Hubiera sido un error 5.Af5?,Rf7; 6.Ah7,Rf6! ¡Hay que estar siempre atentos!
El ejemplo conocido más antiguo que podemos encontrar sobre un tablero de ajedrez en el que se imponen el peón y el alfil "malo", (podríamos llamarlo el primer estudio "desafiador"), es la siguiente joyita obra de J. Löwenthal aparecida en The New Chess Player en 1852. De nuevo las blancas juegan y ganan:
[FEN: 8/6pB/8/4k2P/8/6K1/8/8 w - - 0 1]
La solución, que no es muy difícil si recordamos el final de la partida Metger-Paulsen de más arriba, se inicia con 1.Ag6,Rf6; 2.Rf4,Re7; 3.Re5,Rf8; 4.Ah7,Rf7
[FEN: 8/5kpB/8/4K2P/8/8/8/8 w - - 0 5]
Las blancas han impedido que el monarca negro llegue al rincón, pero ¿cómo deben seguir ahora? Os invito a que tratéis de adivinar el camino exacto hacia la victoria en este primer "desafio" de la historia ajedrecística...
Uno de los grandes compositores que crearon varios estudios relacionados con la temática que estamos viendo hoy fue Oldrich Duras. Disfrutemos de algunos de ellos empezando por el siguiente, que fue publicado en 1908 en el Deutsche Schachzeitung, en el que las blancas juegan y ganan:
[FEN: 6k1/3p4/8/8/8/B7/P7/7K w - - 0 1]
El problema que se le plantea al blanco es dónde mover el alfil para poder dar paso a su peón 'a', porque como suele ocurrir la mayoría de veces (¡que difícil es el ajedrez!) no dará lo mismo a una casilla que a otra. Tienen que impedir que el rey negro llegue a la esquina de 'a8', para lo que las negras tienen dos caminos, por detrás del peón 'd' (f7-e8-d8-c8-b8-a8) o por delante (f7-e6-d5-c6-b7-a8). Si el rey negro va por detrás las blancas impedirá que llegue a la esquina con el alfil en 'd6' y el peón en 'a6' cuando el monarca alcance 'c8', y si va por delante colocando el alfil en 'a5' y el peón en 'a6' cuando el rey negro llegue a 'c6', así que la única jugada ganadora es por tanto 1.Ab4!!, que permite ir a 'd6' o 'a5' según la ruta escogida por el negro. De forma que si 1...,Rf7; 2.a4,Re8; 3.a5,Rd8; 4.Ad6,Rc8; 5.a6
[FEN: 2k5/3p4/P2B4/8/8/8/8/7K b - - 0 5]
Y si escogen el otro camino entonces 1...Rf7; 2.a4,Re6; 3.a5,Rd5; 4.a6,Rc6; 5.Aa5
[FEN: 8/3p4/P1k5/B7/8/8/8/7K b - - 0 5]
En ambas variantes si las negras ahora avanzan el peón 'd', las blancas acercan el rey hasta capturarlo y luego obligan al rey negro a jugar, permitiendo que el peón blanco corone obteniendo un elegante triunfo.
Otro estudio de Duras es el que aparece a continuación, publicado en Casopis ceskych sachistu en 1923, en el que las blancas juegan y consiguen el triunfo:
[FEN: 8/8/5p2/5p2/5P2/3p3B/5k1P/3K4 w - - 0 1]
El blanco ganan ¡sacrificando el alfil tres veces! comenzando con 1.Ag2! (primer sacrificio),Re3; 2.h4,Rxf4; 3.Af3! (segundo sacrificio),Re5; 4.h5,Re6; 5.Ad5+! (tercer sacrificio),Re7; 6.h6,Rf8; 7.Rd2 y la victoria está lista.
Para concluir con Duras nos detendremos en este pintoresco estudio compuesto en 1901, con cinco peones en la misma columna, en el que las blancas se alzan con el triunfo:
[FEN: k7/pp1K4/P2B4/p7/P7/P7/8/8 w - - 0 1]
Aparte de que todos los peones blancos se encuentran en una columna en la que coronan en una casilla de color diferente al que controla su alfil, las blancas se enfrentan al problema añadido de que el rey negro está a punto de quedarse en situación de ahogo. Pero tranquilos porque las blancas no se van a conformar con las tablas, por supuesto, y desafiantes juegan 1.Rc8!!,bxa6 (las otras opciones negras también fracasan por el zugzwang: 1...,b6; 2.Ab8!,b5; 3.axb5,a4; 4.Aa7! deshaciendo el ahogado y ganando con los peones de ventaja. Y si 1...b5; 2.axb5,a4; 3.b6!,axb6; 4.Ab8!,b5; 5.Rc7!,b4; 6.axb4,a3; 7.b5,a2; 8.b6,a1(=D); 9.b7++); 2.Ab4!!,axb4; 3.axb4,a5; 4.b5,a6; 5.Rc7,axb5; 6.axb5 ganando.
Siguiendo con el sacrificio del alfil para lograr el éxito os propongo el siguiente estudio de G. Wenink de 1917, que aunque algo diferente a los anteriores también resulta peculiar e interesante. Tenéis que encontrar el camino que lleva a las blancas a la coronación de su peón. ¡Suerte!
[FEN: 8/8/P7/4k3/7B/8/1K6/6r1 w - - 0 1]
Ahora que seguro que somos unos expertos en este tipo de finales, y somos capaces de detectar todas las sutilezas que encierran, nos resultará agradable observar como de nuevo el genial Troitski nos deleita con una formidable obra, compuesta en 1896, en la que el blanco, que se encuentra al borde del precipicio con una pieza menos, consigue unas ingeniosas tablas, aprovechando que el bando negro, en este caso concreto, no podrá desafiar ninguna norma, como hemos visto en los casos anteriores, y tendrá que aceptar el final teórico de tablas:
[FEN: 8/8/Rp6/1Pk5/p7/2K5/1P6/r2b4 w - - 0 1]
La solución no es muy difícil, pero la posición final es increible. El blanco juega 1.b4+,Rxb5; 2.Txb6+!!,Rxb6; 3.Rb2!!
[FEN: 8/8/1k6/8/pP6/8/1K6/r2b4 b - - 0 3]
A continuación, para recuperarnos de la impresión que os habrá causado la anterior composición os presentaré un par de creaciones un poco más sencillas, para coger un poco de aire antes de volver a elevarnos a lo más alto.
La posición refleja un estudio de Gik de 1979 en donde las blancas juegan y ganan:
[FEN: 8/2k5/6K1/7P/8/3n1B2/3p4/8 w - - 0 1]
El blanco impone la fuerza de su peón 'h' por medio de 1.Rf5,Rd6; 2.h6,Ce5; 3.h7,Cf7 (Si 3...,Cxf3; 4.h8(=D),d1(=D); 5.Dd8+); 4.Rf6,Ch8; 5.Rg7,Re7; 6.Rxh8,Rf8
[FEN: 5k1K/7P/8/8/8/5B2/3p4/8 w - - 0 7]
El negro intenta encerrar al rey blanco en el rincón pero es una falsa ilusión después de 7.Ah5,d1(=D); 8.Axd1,Rf7; 9.Ab3+,Rf8; 10.Aa2 y las blancas vencen.
[FEN: k7/7B/2q5/8/8/3K4/7P/8 w - - 0 1]
[FEN: 4k3/8/4B3/7P/2n5/5Q2/3r4/1K6 b - - 0 1]
El negro comienza dando jaque con 1...,Tb2+; 2.Rc1 (Si Ra1?,Tb1+),Tb1+; 3.Rc2,Tb2+; 4.Rd1,Tb1+; 5.Re2,Tb2+; 6.Re1,Tb1+; 7.Rf2,Tf1+; 8.Rxf1,Cd2+
[FEN: 4k3/8/4B3/7P/8/5Q2/3n4/5K2 w - - 0 8]
9.Rf2,Cxf3; 10.Rxf3,Re7; 11.h6,Rf6; 12.Af5,Rf7; 13.Ah7 y el blanco obtiene el triunfo.
La siguiente composición, obra de Viacheslav Prigunov , de 1995, he de confesar que es mi favorita de todas cuantas hemos visto hasta ahora. Aparte de exponer el tema de la coronación del peón de torre que estamos tratando hoy, combina en su resolución, el archiconocido tema del estudio de Saavedra de ahogo del rey negro tras la coronación del peón 'e' blanco (para los más curiosos, podéis ver este estudio en la entrada Una joya imperecedera de fecha 19-09-2010 de este mismo blog: Ver entrada). Las blancas juegan y ganan, desafiando todo lo habido y por haber, después de sortear una diabólica trampa que tienden las negras y jugar con la precisión de un cirujano:
[FEN: 8/2B5/4P3/2k5/P7/8/2r1p3/4K2n w - - 0 1]
La primera jugada blanca es clara 1.e7,Cf2! (amenazando mate con 2...,Cd3++); 2.Rxf2,e1(=D)+!; 3.Rxe1,Tc4!; 4.Ab6+! (Si 4.e8(=D)?,Te4+; 5.Dxe4 y el negro está ahogado. ¡La idea de Saavedra!; y si 4.Ad6+?,Rd5; 5.e8(=D),Te4+; 6.Dxe4+,Rxe4; 7.a5,Rd5 y el rey frena al peón blanco)
[FEN: 8/4P3/1B6/2k5/P1r5/8/8/4K3 b - - 0 4]
4...,Rd5!; 5.e8(=D),Te4+; 6.Dxe4+,Rxe4; 7.a5,Rd5; 8.a6,Rc6
[FEN: 8/8/PBk5/8/8/8/8/4K3 w - - 0 9]
Y por supuesto las blancas rematan la brillante faena con 9.Aa5! y el rey negro no puede acercarse al peón torre blanco. ¡Sencillamente genial!
Todos estos maravillosos estudios que hemos visto con anterioridad, tienen su reflejo, como no podía ser de otra manera, en las partidas reales que se juegan cada día a lo largo y ancho de nuestro planeta. Muchas veces nos encontramos con grandes aciertos y otras muchas con grandes errores...
Por ejemplo en la siguiente posición correspondiente a la partida Khasanov-Borisov, Rusia, 1995 (¿no encontráis cierto parecido con el estudio de Duras de 1901 que hemos visto antes?):
[FEN: k7/pp6/8/P7/3K4/P7/P4B2/8 w - - 0 1]
Khasanov se impuso de la misma forma que en la composición de Duras iniciando con 1.a4! La única jugada que gana, anticipándose a que el negro avance su peón a 'b5'. 1...,Rb8 (Si 1...,b6; 2.a6,Rb8; 3.Rd5,Ra8; 4.Rc6,Rb8; 5.Rd7,Ra8; 6.Rc7,b5; 7.a5,b4; 8.Ab6!,b3; 9.axb3,axb6; 10.Rxb6); 2.Rd5,Ra8 (Si 2...Rc7; 3.Axa7,Rc8; 4.Rd6,Rd8; 5.Ab6+,Rc8; 6.Ac7 ganando); 3.Rd6,Rb8; 4.Rd7,Ra8
[FEN: k7/pp1K4/8/P7/P7/8/P4B2/8 w - - 0 5]
5.Ah4 (No 5.Rc8?,b5!; 6.axb5 [6.axb6,axb6; 7.Rc7,b5 =],a6 y las blancas no podrían mantener su peón 'b'),Rb8; 6.Ad8,Ra8; 7.Rc8,b6 (Si 7...,a6; 8.Ah4,Ra7; 9.Af2+,Ra8; 10.Rc7,b5; 11.axb6,a5; 12.b7++ y si 7...,b5; 8.axb5,a6; 9.a4); 8.a6,b5; 9.a5,b4
[FEN: k1KB4/p7/P7/P7/1p6/8/P7/8 w - - 0 10]
10.Ab6!,b3; 11.axb3,axb6; 12.b4,Ra7; 13.Rc7,bxa5; 14.b5 y las negras abandonaron.
La siguiente posición corresponde a la partida Shirov-Mascarinas, Manila, 1990 en donde el turno de juego es de las negras:
[FEN: 8/8/1p3k2/3K1pp1/7p/7P/4B1P1/8 b - - 0 1]
Mascarinas movió 1...,b5! (Si 1...,Rg6; 2.Re6,f4; 3.Re5,Rg7; 4.Rf5 y las negras pierden por zugzwang); 2.Axb5,g4; 3.hxg4,Rg5!!; 4.gxf5,h3! y consiguió tablas ya que tras 5.gxh3,Rxf5, el rey negro alcanza 'h8'.
La siguiente posición es de la partida Paulsen-Kolisch, Londres, 1861, donde el turno de juego es de las negras:
[FEN: 8/8/p7/P1k1K3/8/8/2b5/8 b - - 0 79]
Kolisch movió 1...,Rb5? y tras 2.Rd4,Rxa5; 3.Rc4,Ra4; 4.Rc3 se llegó a las tablas. Indudablemente el negro no jugó fino, pues tras 1...,Rb4!! (o 1...Ah7!!) se habría impuesto con la continuación 2.Rd4,Ah7; 3.Re3,Rxa5; 4.Rd2,Rb4; 5.Rc1,Rb3 y el peón negro es imparable.
El siguiente diagrama es de la partida Anand-Kárpov, Amber, 1994, tocándoles jugar a las blancas:
[FEN: 3b4/3B4/6pk/5p1p/7P/6K1/8/8 w - - 0 70]
En esta situación desesperada, Anand jugó 1.Rf4, pero Kárpov adivinó sus intenciones y desafiadoramente siguió con 1...,Axh4!; 2.Axf5 Anand quería cambiar su alfil por los peones 'f' y 'g' y tratar de alcanzar nuestro conocido final teórico de tablas con el alfil "malo" negro, pero... 2...,Ag3+!; 3.Re4,gxf5+; 4.Rxf5,Ab8; 5.Re4,h4; 6.Rf3,h3; 7.Rf2,Ah2 y las negras ganan.
Otro ejemplo es el siguiente, de la partida Ricardi-Felgaer, open Chesspangenberg, 2003, en el que juega el blanco:
[FEN: 8/8/5k2/7P/6B1/4B3/4K2b/8 w - - 0 55]
Ricardi se impuso con 1.Ad4+,Ae5; 2.Axe5+,Rxe5; 3.h6,Rf6; 4.Ah5.
Ahora veremos el final de la partida Portisch-Kavalek, Montreal, 1979, en la que se aprecia que el blanco tiene la partida en el bolsillo con sus dos peones de ventaja:
[FEN: 8/3n4/3k4/B7/P2K4/1P6/8/8 w - - 0 1]
La única opción del negro es sacrificar su caballo por el peón 'b' alcanzando el final que tanto hemos visto hoy, y la mejor manera que tiene el blanco de contrarrestar ese plan es tener el peón 'b' defendido por el de 'a', de forma que si el negro come el peón 'b' al retomar con el peón de 'a' se alcanza un final sencillo de ganar con alfil y peón de caballo. Para ello Portisch jugó 1.b4, con la sana intención de colocarlo en 'b5', pero eso fue un error; debió haber jugado primero 1.Rc4! y luego 2.b4, porque ahora tras 1.b4??, el negro se salvó con 1...,Cb8!! Debido a la mala posición del rey blanco no es posible 2.b5 por la brillante respuesta 2...,Cc6+!. 2.Rc4,Cc6; 3.Rb5,Cxb4!; 4.Rb6 (Si 4.Rxb4,Rc6 y el rey negro llega al rincón),Cd3 y se acordaron las tablas. El negro amenazaba 5...Cb2 capturando el peón torre y si 5.Ac3,Rd7, seguido de 6...,Rc8.
Este fragmento de la anterior partida, así como el final que hemos visto de la partida Metger-Paulsen (fijaros que como comenté arriba dan la posición con los colores cambiados) mereció incluso un artículo escrito por John Nunn y publicado en la revista Chess Express en 1984.
El mismísimo Bobby Fischer se enfrentó a este tipo de final en la partida Fischer-Taimanov, segunda del match disputado en Vancouver en 1971, que ganó el norteamericano por un contundente 6-0.
[FEN: 8/8/5K2/3kn3/6B1/7P/8/8 b - - 0 1]
Aquí Taimanov jugó equivocadamente 1...,Re4?; 2.Ac8,Rf4; 3.h4,Cf3; 4.h5,Cg5; 5.Af5 (el negro está en zugzwang),Cf3; 6.h6,Cg5; 7.Rg6,Cf3; 8.h7,Ce5+; 9.Rf6 y abandonó la partida. Pero el bueno de Taimanov pudo haber evitado fácilmente que Fischer desafiara la norma jugando 1...,Cd3!; 2.h4,Cf4; 3.Rf5,Rd6!! abandonando el caballo y corriendo hacia la esquina salvadora. ¡Ni el genial Bobby podría haberlo evitado!
Aún más increible es la siguiente posición de la partida Ansorge-Hübner, Colonia, 1960, en donde le corresponde jugar a las blancas:
[FEN: 8/6bp/4k3/6KP/6P1/8/8/8 w - - 0 1]
El conductor de las piezas claras no tiene nada que temer porque al tener las negras el alfil "malo", sencillamente con 1.Rf4!, 2.g5! y 3.g6 consigue las tablas marchando con el rey al rincón 'h1'. Es importante la jugada 2.g5! porque en caso de que el rey blanco fuera directamente a la esquina, las negras podrían intentar ahogarlo, obligándole a jugar por tanto el peón a la casilla 'g5' y después de retomar el negro ...hxg5 se impondría sin problemas con el peón caballo, por ejemplo 2.Rg3?,h6; 3.Rf3,Re5; 4.Rg3,Ae3; 5.Rf3,Ag5; 6.Rf2,Re4; 7.Rg2,Re3; 8.Rg3,Re2; 9.Rg2,Af4; 10.Rh1,Rf2; 11.g5 (obligada),hxg5. Pero Ansorge jugó aún peor con 1.h6??,Ae5; 2.Rh5??,Ag3!; 3.Rg5,Re5!; 4.Rh5,Rf6
[FEN: 8/7p/5k1P/7K/6P1/6b1/8/8 w - - 0 5]
Y ahora es obligado 5.g5+,Rf5; 6.g6,hxg6++. ¡Parece imposible que de una posición de claras tablas las blancas hayan terminado de esta manera! ¡El ajedrez tiene estas cosas, me encanta este juego!
Al hilo de lo que hemos comentado en la partida anterior es muy interesante e instructivo el final que disputaron Korchnoi-Karpov en la quinta partida del match por el campeonato del mundo celebrado en la ciudad filipina de Baguio en 1978, que quedó aplazadad tras la jugada 91...,Rh5 en la siguiente posición:
[FEN: 8/8/5B2/1p2K2k/p7/P7/8/8 w - - 0 1]
Korchnoi, pese a la pieza de ventaja, no puede ganar como ya sabemos, porque si el rey blanco captura los peones negros no podrá evitar que el rey negro se instale en 'a8' y 'b8' con las consiguientes tablas teóricas. Pero Korchnoi, siempre gran luchador, intentó desafiar las normas y demostrar que podía ganar este final de la forma que explicaba antes, es decir, colocando al rey negro en una posición en que no pudiera jugar, lo que le obligaría a avanzar su peón caballo, y tras comerse dicho peón, pasar el peón blanco de la columna 'a' a la 'b' donde le daría la victoria. Korchnoi intentó forzar el triunfo hasta la jugada 124, pero la precisa defensa de Karpov le impidió anotarse el punto.
Podéis disfrutar de este didáctico y sutil final en el visor:
Para terminar esta desafiante singladura de hoy, que mejor manera que con un último ejemplo creado por M. Minski en 1997 en donde pese a la obstinación negra de alcanzar las teóricas tablas, se impuso el deseo blanco de demostrar que por encima de todas las normas la victoria es posible. Las blancas juegan y ganan:
[FEN: 8/4B3/5P2/P1p1k3/1r6/8/4K3/8 w - - 0 1]
Tras 1.f7! (Si 1.a6?,Re6! y si 1.Axc5?,Tb7; 2.a6,Td7; 3.Ae7,Re6),Te4+ (Si 1...,Tf4; 2.a6!,Txf7; 3.a7,Txe7; 4.a8(=D) ganando, y en caso de 1...,Tb8; 2.a6!,Rd5; 3.a7); 2.Rd3!,Tf4; 3.f8(=D)! (A 3.a6?,Txf7; 4.a7,Tf3+!),Txf8; 4.Axf8,Rd5
[FEN: 5B2/8/8/P1pk4/8/3K4/8/8 w - - 0 5]
Ahora las blancas se imponen con un juego conciso que a estas alturas ya nos resulta familiar, siguiendo con 5.a6,Rc6; 6.Axc5!,Rc7; 7.Aa7,Rc6; 8.Rc4 y el telón puede bajar.
Acabo con un pensamiento del escritor, poeta y dramaturgo francés Jules Renard (1864-1910) que dijo: "Las personas que quieren seguir reglas me divierten, puesto que en la vida únicamente existe la excepción".