¡De nuevo mi perro Dante haciendo de las suyas! Esta tarde lo he encontrado sentado frente al tablero analizando lo que parecía una interesante posición. Como siempre, picado por la curiosidad, no he podido evitar preguntarle sobre los pormenores de la misma, y me ha explicado que se trataba de un estudio del compositro ruso Piotr Sobolewski, que fué publicado originalmente en la revista Ajedrez en la URSS en 1950, en el que las blancas juegan y ganan.
Según me explicó, no era del todo difícil, y creía que yo sería capaz de resolverlo, aunque después de estar analizándolo un buen rato, empezó a deseperarse, y sin poder contenerse me indicó una pista para ayudarme a encontrar el camino correcto de la solución: "Fíjate que la dama negra no tiene muchas casillas, hombre. A ver si vamos a estar aquí toda la tarde...".
Con esa sugerencia en mente me puse de nuevo manos a la obra, y de repente ví clara la continuación ganadora que daba el triunfo a las blancas. ¿Seréis capaces vosotros ahora, con esa fantástica pista de Dante, de hallar también el sendero del triunfo para las piezas blancas?
[FEN: 5k2/B3pP2/3q4/2N4p/K1PN4/8/8/8 w - - 0 1]
Después de haber resuelto el anteriro estudio, me vine arriba y le pedí a Dante que pusiera otro problemita de esos que él sabe y ni corto ni perezoso me dijo que iba a colocar en el tablero otro estudio del mismo autor, Sobolewski, que fué publicado también en la revista rusa Ajedrez en la URSS en 1951, en el que las blancas juegan y ganan.
Cuando vi la posición sobre el tablero, supe que este estudio sería mucho más difícil de solucionar que el anterior, y que para encontrar el camino ganador tendría que hilar muy fino, pero animado por el éxito, me lancé de cabeza a su resolución. Pero la vida es dura y al cabo de un buen rato tuve que admitir que esta vez la suerte no me iba a sonreir. Le pedí consejo a mi perro y de nuevo me dió una pista para ayudarme: "Vamos a ver. Acuerdate que para dar mate necesitas por lo menos un caballo y un alfil, ya que dos caballos solos no pueden dar mate, al menos en principio, porque como ya sabrás, en el ajedrez no hay nada totalmente absoluto. Ahí radica parte de su grandeza...". No sé si la pista realmente me ayudó o me ayudó realmente a confundirme aún más, la verdad es que después de mucho rato de análisis no pude encontrar la solución a esta endiablada posición. De todos modos, vosotros podéis tener más suerte. ¡Intentadlo! Recordad que las blancas juegan y ganan:
Ciertamente quedé muy decepcionado de no haber podido resolver la posición anterior, y seguro que Dante se percató de ello, porque antes de que pudiera decir nada, me comentó que no tenía de que preocuparme, ya que el estudio era realmente difícil, así que para que me quedara con un buen sabor de boca, inmediatamente me propuso otro, que, en palabras de mi perro, seguro que resolvería. El autor era de nuevo Sobolewski (a estas alturas ya estaba convencido de que este hombre aparecería esta noche en mis pesadillas), y otra vez la posición apareció publicada en 1950 en la revista Ajedrez en la URSS. Las blancas juegan y ganan:
Dante tenía razón. Conseguí resolver el estudio anterior, y supongo que todos vosotros también. De nuevo me sentí eufórico y satisfecho de haber demostrado a mi perro que no era tan torpe como sé que el supone que soy. Lo ví levantarse de la silla y colocar una nueva posición sobre el tablero antes de irse. Intrigado que acerqué a observarla, mientras Dante me explicaba que para terminar la fiesta me dejaba con otro problema del ínclito Piotr Sobolewski, diferente a los anteriores, ya que en este caso se trataba de descubrir como las blancas conseguían dar mate en 4 jugadas. Me quedé pensando mientras mi perro se marchaba a dormir su siesta reglamentaria, y tuve que esperar pacientemente a que se despertara para que me indicara la solución. Tratad de encontrarla vosotros mismos:
Blancas juegan. Mate en 4
Tendré que seguir porfiando para ganarme el respeto ajedrecístico de Dante, porque obviamente en esta ocasión no lo había logrado, aunque el haber resuelto dos estudios, aunque fueran los más fáciles de los cuatro, me animó a pensar que no todo estaba perdido. Seguiré esforzándome en el futuro, y quién sabe hasta donde podré llegar, aunque como dijo el político y pensador indio Mahatma Gandhi (1869-1948): "Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa".
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