Sin duda que el embrujo que nos produce el ajedrez es tan sublime, que nos hace sentirnos grandes creadores durante unos minutos, y a eso se refiere Marcel Duchamp cuando dice: "No todos los artistas son ajedrecistas, pero todos los ajedrecistas son artistas".

Sin duda, también, que el ajedrez no lo es todo. ¿Qué decir de la música, por ejemplo? Por eso os he dejado una pequeña muestra de mi música favorita, para que la disfrutéis, si os apetece, mientras os sumergís en el fascinante mundo del ajedrez.

Ya en su dia el gran Tarrasch dijo: "Como el amor, como la música, el ajedrez tiene la virtud de hacer felices a los hombres".

Y olvidémonos de aquella otra frase de Oscar Wilde que decía: "Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez"...¡asusta!

Así que sin más dilación comenzemos este singular viaje a una tierra llena de peligros, en la que nos encontraremos a reyes enfrentados en un combate eterno, reinas poderosísimas y despiadadas, fortalezas sólidas e inexpugnables, obispos con gesto serio y mirada oblícua, ágiles corceles dispuestos a asestar coces mortales y valientes guerreros que nunca retroceden ante nada.

Estáis todos invitados, así que los que quieran pueden subir a bordo. Sin condiciones. Durante la travesía seremos testigos de inagotables maravillas y al llegar a puerto nos espera...la felicidad, sin duda.

BIENVENIDO. GRACIAS POR VISITAR MI BLOG.

lunes, 30 de septiembre de 2013

La maldición de Tutankhamón



   Misterioso viaje el que nos va a ocupar hoy. Nada más y nada menos que nos trasladaremos, si tenéis a bien en acompañarme, a la extraordinaria, fascinante y enigmática tierra de los faraones y sus impresionantes pirámides: el antiguo Egipto.
Esta legendaria civilización puede considerarse que tuvo su origen en el año 3050 a.C cuando Narmer unificó el Alto y el Bajo Egipto, convirtiéndose en su primer rey y fundando la Dinastía I que se fué extendiendo hasta la Dinastía XXXI en el año 332 a.C, cuando el imperio egipcio desaparece con la conquista de Alejandro Magno. A lo largo de este extenso período de tiempo encontramos nombres míticos de faraones como Amenhotep, Hatshepsut (la tercera, después de Nitocris y Neferusobek, y más famosa mujer faraón), Thutmosis, Akhenatón, Nefertiti, y los archiconocidos Ramses II y Tutankhamón.
Según creían los egipcios, el cuerpo constaba de diversas partes: el bai o alma, el ka o fuerza vital y el aj o fuerza divina inspiradora de vida. Para acceder a la vida después de la muerte, el ka necesitaba un soporte material, que habitualmente era el cuerpo del difunto. Éste debía mantenerse incorrupto, lo cual se conseguía con la técnica de la momificación. Los sacerdotes funerarios se encargaban de extraer las vísceras del cuerpo y procedían a embalsamarlo. El tipo de momificación variaba según la clase social a la que pertenecía el difunto. Las vísceras, una vez extraidas del cuerpo del difunto, se lavaban y embalsamaban. Después se depositaban en cuatro jarras que representaban unas divinidades llamadas Hijos de Horus, las cuales las protegían de la destrucción. Estas jarras, con tapa en forma de hombre, de mono, de chacal y de halcón, se conocen como vasos canopos.

Vasos canopos
   El difunto debía ser reconocido en el Más Allá. Por este motivo, encima de las vendas del cuerpo momificado se colocaba una máscara con un retrato idealizado. Las máscaras de los faraones estaban hechas de oro y lapislázuli. Según el mito, la carne de los dioses era de oro, su cabello de lapislázuli y sus huesos de plata, material muy escaso en Egipto. Los faraones se representaban con la apariencia del dios Osiris, soberano de los muertos. En la cabeza llevaban el nemes, que era un tocado a rayas con el ureo, la serpiente protectora de los faraones, en la parte frontal. Los brazos aparecían cruzados sobre el pecho y con una mano sujetaban el cetro real, mientras que con la otra sostenían un flagelo. La momia se colocaba en un sarcófago, que podía ser de piedra, de madera recubierta con materiales preciosos o simplemente de madera. Inicialmente los sarcófagos eran rectangulares, pero más tarde se construyeron con forma humana.

Howard Carter
   Quizás una de las tumbas más famosas descubiertas a lo largo de cientos de excavaciones en Egipto, y que supuso uno de los principales acontecimientos arqueológicos del siglo XX, sea la del faraón Tutankhamón, que reinó aproximadamente desde el año 1334 al 1325 a.C, debido a que fue hallada casi intacta en 1922 por el arqueólogo inglés Howard Carter (1874-1939) en una campaña sufragada por Lord Carnarvon, cuando ya estaba a punto de abandonar los trabajos, debido a sus elevados costes. "Veo cosas maravillosas" fueron las palabras de Carter cuando contempló por primera vez el interior de la tumba de Tutankhamón. Despúes de años de búsqueda y de duro trabajo, su labor fue recompensada con el más extraordinario descubrimiento de la egiptología. En la cámara real encontró un sarcófago de piedra de 275 cm de longitud y 147 cm de ancho en donde descansaba el faraón desde hacía más de tres mil años, decorado en las esquinas por cuatro diosas protectoras aladas.


   En el interior de este sarcófago, Howard Carter descubrió tres ataudes o sarcófagos antropomorfos que estaban encajados unos en otros con toda exactitud envolviendo la momia del faraón. El primero de éstos era de madera dorada con incrustaciones y tenía una longitud de 224 cm.

Primer sarcófago
    El segundo o intermedio era de madera de ciprés dorada con incrustaciones de materiales preciosos, pero todavía más rico que el primero, y con una longitud de 204 cm, en el que se elaboró con especial esmero el diseño de plumas que envolvía el cuerpo del ataúd.

Segundo sarcófago
   Una vez abierto este ataúd intermedio, Howar Carter se encontró con una de las maravillas del arte de la orfebrería de todos los tiempos: el tercer sarcófago.

Carter abriendo el segundo ataúd
   Este tercer sarcófago era de oro macizo con una longitud de 188 cm y un peso de 110,4 kg. La decoración coincide ampliamente con la del segundo sarcófago y las inscripciones están grabadas en trazos de extrema delicadeza.

Tercer sarcófago
   Dentro de este último atúd se hallaba la momia del faraón Tutankhamón, cubierta la cabeza y los hombros por una máscara labrada en una gruesa plancha de oro, engastando sus detalles con pasta de vidrio coloreado y fundido, además de diversas piedras ornamentales valiosas (lapislázuli, obsidiana, cuarzo y feldespato).

Máscara de Tutankhamón
   Tras abrir la tumba de Tutankhamón se produjeron una serie de repentinas muertes entre varias de las personas relacionadas con su apertura. Así, cuatro meses después, Lord Carnarvon murió por una extraña picadura de mosquito, su hermano Audrey Herbert, que estuvo presente en la apertura de la cámara real, cayó muerto sin causa aparente en cuanto volvió a Londres, Arthur Mace, supuesto responsable de romper el sello de la cámara real, murió en un hotel de El Cairo, poco después, sin ninguna explicación médica, el radiólogo de la expedición, Sir Douglas Reid, volvió a Suiza y murió dos meses más tarde, la secretaria de Carter murió de un ataque al corazón, y su padre se suicidó al enterarse de la noticia arrojándose desde un séptimo piso, y un profesor canadiense, amigo de Carter, murió de un ataque cerebral al volver a El Cairo horas después de visitar la tumba. Para 1935 cerca de veinte personas relacionadas con la expedición habían muerto de manera extraña, (aunque curiosamente el "maleficio" nunca llegó a Carter o al médico que realizó la autopsia a la momia), lo que causó que la prensa sensacionalista, a la vista de todos estos acontecimientos, propagara la leyenda de la maldición de Tutankhamón, respaldada por la supuesta inscripción que se encontró en la entrada al sarcófago: "La muerte vendrá con alas ligeras sobre todo aquel que se atreva a violar esta tumba".

   Espero que la maldición del faraon no nos alcance y que podamos seguir disfrutando de nuestro singular viaje, porque ahora nos toca a nosotros descubrir una serie de extraordinarios sarcófagos, de una belleza comparable a los del propio Tutankhamón, en nuestro fascinante mundo de las sesenta y cuatro casillas. No tengáis miedo y recordad la frase que pronunció Howard Carter al abrir por vez primera la tumba del faraón: "Veo cosas maravillosas". Eso es lo que vamos a hacer...¡En marcha!
  
   En primer lugar nos detendremos en la siguiente posición, obra de Johann Berger de 1890, en donde las blancas juegan y logran tablas:


[FEN: 1k6/8/p5p1/6p1/6P1/5P1P/6PK/8 w - - 0 1]

   Podemos comprobar que el peón 'a' es imparable, mientras que el rey negro puede detener a los peones blancos del flanco de rey, pero aún así las blancas pueden lograr las tablas imitando a los antiguos faraones egipcios construyendo su propio sarcófago. 1.f4!! (En caso de 1.h4?,gxh4; 2.f4,Rc7 las negras ganan),Rc7 (Obligado. Si 1...,gxf4?; 2.h4 ganando y si 1...,a5?; 2.h4!,gxh4; 3.f5,gxf5; 4.g5 y las blancas ganan); 2.fxg5,a5; 3.Rg3!,a4


[FEN: 8/2k5/6p1/6P1/p5P1/6KP/6P1/8 w - - 0 4]

   Ahora las blancas sólo tienen que cerrar el sarcófago ante la impotente mirada del rey negro 4.Rh4,a3; 5.g3,a2 y el rey blanco está ahogado.
 
 
[FEN: 8/2k5/6p1/6P1/6PK/6PP/p7/8 w - - 0 6]

   La posición final del rey blanco recuerda perfectamente al de un antiguo faraón en su tumba. ¿No os parece a vosotros?
 
   Seguimos nuestra excursión en busca de un nuevo sarcófago que encontraremos explorando detenidamente el siguiente diagrama compuesto por Genrikh Kasparian en 1937, en donde las blancas juegan y hacen tablas:
 
 
[FEN: k3K3/1p6/7p/1P6/1P6/8/PP6/8 w - - 0 1]
 
   Como en el ejemplo anterior el rey blanco no puede detener al peón pasado negro 'h', pero nuevamente se las ingenian para arañar el medio punto. 1.Rd7!,h5 (El rey blanco amenazaba entrar en el cuadrado del peón torre, por lo que el avance del peón era obligado); 2.Rc7,h4 (Si 2...,Ra7?; 3.b6+,Ra6; 4.b5+,Ra5; 5.Rxb7 y ganan las blancas y si 2...,b6?; 3.a4!,h4; 4.a5,h3; 5.axb6,h2; 6.b7+ y mate); 3.Rb6!,h3 (A 3...,Rb8; 4.Ra5,b6+; 5.Ra4,h3; 6.a3,h2; 7.b3,h1(=D) y tablas).
 
 
[FEN: k7/1p6/1K6/1P6/1P6/7p/PP6/8 w - - 0 4]
 
   Las blancas siguen con 4.Ra5!,h2; 5.b6!,h1(=D); 6.b5
 
 
[FEN: k7/1p6/1P6/KP6/8/8/PP6/7q b - - 0 6]
 
   Y ahora aunque el blanco todavía tiene dos movimientos de peón para hacer, el negro no puede impedir que se produzca el ahogado del blanco. 6...,Db1; 7.a4,Dd3; 8.b4! y las negras tienen que conformarse con el empate. ¡Una obra maestra y un extraordinario sarcófago!
 
   Parafraseando nuevamente a Howard Carter, sigamos el camino para seguir viendo cosas maravillosas, esta vez de la mano de Troitzky, en esta composición del año 1930 en la que las blancas juegan y hacen tablas:
 
 
[FEN: 8/2k4N/p6p/5p1P/5p2/2p1pP1b/2P1P2P/6K1 w - - 0 1]
 
   Otra vez nos encontramos con un peón pasado que no se puede detener ya que si 1.Cf6,Rc6! y a 1.Cf8,Rd6! impidiendo el paso del caballo en ambos casos. Las blancas tienen que buscar otro camino hacia la salvación y lo encuentran de una manera insólita y sensacional empezando con 1.Cg5!,Rd6!; 2.Cxh3,Re5! (el rey impide el paso del caballo y prepara así el avance de su peón); 3.Rg2!,a5; 4.Cg1!,a4
 
 
[FEN: 8/8/7p/4kp1P/p4p2/2p1pP2/2P1P1KP/6N1 w - - 0 5]
 
   Ahora las blancas construyen el ataúd salvador con 5.Rh3!,a3; 6.Rh4,a2; 7.h3,a1(=D) y tablas por ahogado. ¡Otro bello sarcófago!
 
   Otro bonito ejemplo lo tenemos en la siguiente posición correspondiente a la partida Lukany-Smulyaan, Taganrog, 1938, en la que las negras juegan y consiguen tablas. ¡Disfrutad de esta maravilla!
 
 
[FEN: 3k4/p1p5/8/2p1p3/4P3/PpPP2K1/1P6/8 b - - 0 1]
 
   Las negras empiezan su combinación con 1...,c4!!; 2.dxc4 (En caso de 2.d4?,exd4 y el peón 'b' corona y si 2.Rf3,Re7; 3.Re3?,c5! y las blancas pierden al no poder llegar a d4),c5!; 3.Rg4,Rc7!; 4.Rf5,Rb6; 5.Rxe5
 
 
   [FEN: 8/p7/1k6/2p1K3/2P1P3/PpP5/1P6/8 b - - 0 5]
 
   Y en este momento las negras fabrican su sarcófago con 5...,Ra5; 6.Rd5,Ra4; 7.Rxc5,a5 y da igual lo que jueguen las blancas porque no pueden impedir el ahogo del rey negro.
 
  Llegados a este punto, quiero mostraros un caso curioso en el que si el conductor de las piezas blancas hubiera conocido el mundo de los sarcófagos tan bién como lo conocemos nosotros ahora, hubiera podido evitar una dolorosa derrota. Me refiero a la partida Chigorin-Tarrasch, Ostende, 1905, que refleja el siguiente diagrama, en el que corresponde jugar a las blancas:
 
 
[FEN: 8/6pp/5p2/3k1PP1/5K1P/8/8/8 w - - 0 1]
 
    El gran Chigorin jugó en este instante 1.gxf6? y perdió después de 1...,gxf6; 2.Rg4,Re5; 3.Rh3 (Si 3.Rh5,Rxf5; 4.Rh6,Rg4; 5.Rxh7,Rh5! y las negras ganan),Rf4 con victoria negra. Chigorin podía haber conseguido las tablas buscando una especie de sarcófago jugando 1.Rg4,Re5; 2.g6!,h6; 3.Rh5!!,Rf5
 
 
[FEN: 8/6p1/5pPp/5k1K/7P/8/8/8 w - - 0 4]
 
   Una lástima para el jugador ruso que podía haber arrancado medio punto brillantemente.
 
   El acceso al siguiente sarcófago es un poco más complicado que en los ejemplos precedentes, pero su belleza bien merece el esfuerzo de adentrarnos por intrincados pasillos subterraneos hasta llegar a él. Encendamos las linternas y empecemos a sumergirnos en este estudio de Chéjover, publicado en la revista Soviétskaia Rosía en 1956. Las blancas juegan y hacen tablas:
 
 
[FEN: 7k/p1p5/P2p4/2p5/2P4P/3K4/P7/8 w - - 0 1]
 
   La partida parece perdida para las blancas, pues no pueden impedir que las negras creen un peón pasado protegido o dos peones pasados y ligados. Sin embargo... 1.Re4,c6; 2.Rf5!,d5; 3.Re5!,d4; 4.Re4,Rg7
 
 
[FEN: 8/p5k1/P1p5/2p5/2PpK2P/8/P7/8 w - - 0 5]
 
   5.Rd3!!,Rg6; 6.Rc2!,Rf5 (Si 6...,Rh5; 7.Rb3!,Rxh4; 8.Ra4! como en la línea principal); 7.h5! (No 7.Rb3?,Rf4; 8.h5,d3!; 9.h6,Re3; 10.h7,d2; 11.h8(=D),d1(=D)+; 12.Ra3,Dd3+ cambiando las damas),Rg5; 8.Rb3!,Rh6! (Esta claro que las blancas quieren ahogarse en 'a5', por lo que las negras intentan dejar con vida al peón 'h' el máximo tiempo posible)
 
 
[FEN: 8/p7/P1p4k/2p4P/2Pp4/1K6/P7/8 w - - 0 9]
 
   Las blancas siguen con 9.a3!! (Pero no 9.Ra4?,d3!; 10.Ra5,d2; 11.a4,Rg5! y las blancas están perdidas),Rg7!; 10.Rc2! (Otra vez no se puede 10.Ra4?,Rh7!!; 11.Ra5,d3; 12.a4,d2; 13.h6,Rg6! y mate en dos jugadas, o bien 11.h6,d3; 12.Rb3,Rxh6 ganando con facilidad),Rh7; 11.Rb2,Rh6; 12.Rb3!,Rxh5 (las negras no tienen otra cosa, pues se ha repetido la misma posición de la jugada 9 y  no pueden progresar de otra manera)
 
 
[FEN: 8/p7/P1p5/2p4k/2Pp4/PK6/8/8 w - - 0 13]
 
    Ahora sí que las blancas, después de haber sorteado varios momentos peligrosos, pueden por fín cerrar tranquilamente su sarcófago, al que llegaremos tras 13.Ra4!,d3; 14.Ra5!,d2; 15.a4,d1(=D) y el blanco está ahogado.
 
   Algunas veces las tumbas de los faraones eran saqueadas por ladrones que robaban todas las joyas y objetos valiosos con los que aquéllos eran enterrados. En estos casos podríamos decir que las momias no podían descansar tranquilas en sus sarcófagos, y esto es lo que veremos que le pasa al rey negro en el siguiente diagrama que corresponde a un estudio de Grigoriev de 1945, en el que el rey negro se construye un hermético sarcófago que no le sirve para salvarse. Las blancas juegan y ganan:
 
 
[FEN: 8/p2p1p2/1p3P2/k4Pp1/1p1P4/1p5P/3P2P1/3K4 w - - 0 1]
 
   La primera jugada es obligada para detener el avance negro. 1.Rc1! (Si 1.g3?,Ra4; 2.Rc1,Ra3; 3.Rb1,b2; 4.h4,Rb3; 5.h5,a5; 6.h6,a4; 7.h7,a3; 8.h8(=D),a2++),Ra4! (Obligando al rey blanco a ir a 'b2', ya que si 1...,Rb5?; 2.g3,a5; 3.h4 con fácil triunfo de las blancas); 2.Rb2,b5 (Es muy instructiva la forma de ganar en caso de 2...,Rb5, aunque no aparezca ningún sarcófago. Si queréis coger vuestro tablero y seguir esta línea os garantizo que no habréis perdido el tiempo 3.d3!,Rc6; 4.g3 ["Sólo ahora el blanco puede pasar a la realización del peón pasado. Antes era imposible, una jugada más tarde habría sido refutada por el acercamiento del rey negro" son las palabras de Grigoriev],Rd5; 5.h4,gxh4; 6.gxh4,Rxd4; 7.h5,Re5; 8.h6,Rf6; 9.Rxb3,a5; 10.Ra4,b5+; 11.Rb3,d6; 12.d4,d5; 13.Rb2,a4; 14.Ra2,b3+; 15.Ra3,b4+; 16.Rb2,a3+; 17.Rxb3, ganando); 3.g3,a5; 4.h4,gxh4; 5.gxh4,d5

 
 [FEN: 8/5p2/5P2/pp1p1P2/kp1P3P/1p6/1K1P4/8 w - - 0 6]
 
    Las negras han construido su sarcófago, pero ahora las blancas van a obligarles a moverlo una fila más abajo siguiendo con 6.Rb1!,Ra3; 7.h5,b2; 8.h6,a4; 9.h7,b3

 
 [FEN: 8/5p1P/5P2/1p1p1P2/p2P4/kp6/1p1P4/1K6 w - - 0 10]
 
    El bando negro está a punto de cerrar nuevamente el sarcófago, logrando las tablas, por lo que las blancas tienen que ingeniárselas para poder seguir en la partida. 10.h8(=C),b4; 11.Cg6,fxg6; 12.f7,gxf5; 13.f8(=C)!! (Si 13.f8(=D)?,f4; 14.d3,f3; 15.Df4,f2 y serían tablas porque a las blancas les faltaría un tiempo para dar mate),f4
 
 
[FEN: 5N2/8/8/3p4/pp1P1p2/kp6/1p1P4/1K6 w - - 0 14]
 
   El faraón negro no va a poder descansar tranquilo en su bonito sarcófago pues el traicionero caballo blanco sabrá encontrar el camino hasta él continuando con 14.Ce6,f3; 15.Cc7,f2; 16.Cb5++. ¡Un estudio realmente maravilloso!
 
   Como es lógico el tamaño de los sarcófagos era variable y ahora os invito a que me acompañéis a contemplar uno de los más grandes que podemos encontrar en nuestro periplo de hoy. Es ciertamente impresionante y majestuoso. ¡Seguidme! La posición es de un estudio de Joaquim Travesset de 1986 en el que las blancas juegan y hacen tablas:
 
 
[FEN: 4k3/4p3/2p3p1/2p1P1p1/2P3P1/4P3/8/6K1 w - - 0 1]
 
   Las blancas tienen que anular la entrada del rey negro por 'a4' y lo hacen de manera original con 1.Rf2! (Si 1.e6?,Rd8; 2.e4 [2.Rf2,Rc7; 3.Rf3,Rd6; 4.e4,Rxe6; 5.Re3,Re5 ganando],Rc7; 3.e5,Rb6; 4.Rf2,Ra5; 5.Re3,Rb4 ganando),Rd7; 2.Rf3 (Única para no perder el peón de 'e5'),Rc7; 3.Re4!! (el rey blanco no llega a tiempo a 'a4' por lo que tiene que encontrar otro camino: 3.Re2?,Rb6; 4.Rd3,Ra5; 5.Rc3,Ra4 -+),Rb6! (Si 3...,e6?; 4.Rd3 y el rey sí llega a 'a4'); 4.e6!! (No 4.Rd3?,Ra5; 5.Rc3,Ra4 -+),Ra5 (Si 4...,Rb7; 5.Re5,Rc7; 6.e4!=)
 
 
[FEN:  8/4p3/2p1P1p1/k1p3p1/2P1K1P1/4P3/8/8 w - - 0 5]
 
   Todo está preparado para que las blancas cierren este amplio sarcófago con 5.Re5,Rb4; 6.e4! y el rey blanco está ahogado jueguen lo que jueguen las negras. ¡Grandioso!
 
   Supongo que empezaréis a estar un poco cansados de la excursión, pero llegados a este punto sería imperdonable no seguir un poco más, haciendo un pequeño esfuerzo, para poder deleitarnos con otro sarcófago sublime, porque en este caso podremos ver... ¡un sarcófago doble!. Para ello nos adentraremos en el siguiente estudio de Frederic Lazard de 1946, en el que las blancas juegan y logran hacer tablas:
 
 
[FEN: q7/8/2p5/B2p2pp/5pp1/2N3k1/6P1/7K w - - 0 1]
 
    El bando blanco empieza jugando 1.Ce4+,Rh4 (por supuesto no 1...,dxe4??; 2.Ae1++); 2.Cg3!! (amenazando 3.Cf5++),Df8 (Si 2...,Rxg3??; 3.Ae1++ y si 2...,fxg3; 3.Ab6! revierte a la línea principal); 3.Ae1!,fxg3
 
 
 [FEN: 5q2/8/2p5/3p2pp/6pk/6p1/6P1/4B2K w - - 0 4]
 
   El rey negro ya está en su sarcófago y ahora el blanco continua con 4.Af2!!,d4 (Si 4...,gxf2; 5.g3+! y ahogado y si 4...,c5; 5.Axc5,Dxc5 y tablas también); 5.Axd4,c5; 6.Axc5,Df1+ ; 7.Ag1
 
 
 [FEN: 8/8/8/6pp/6pk/6p1/6P1/5qBK b - - 0 7]
 
    ¡Impresionante! Los dos reyes se encuentran en sus respectivos sarcófagos. Las negras no tienen forma de progresar pese a la dama de ventaja. Continuaron con 7...,Df2; 8.Axf2,gxf2; 9.g3+,Rxg3 y tablas por ahogado.
 
   Antes de terminar, haremos un pequeño descanso con el fin de coger fuerzas para el regreso. Mientras nos refrescamos os propongo un divertido pasatiempo y es que intentéis resolver el siguiente problema compuesto por Paul Morphy cuando tenía doce años y que fué publicado por primera vez en el New York Clipper el 28 de Junio de 1856. Hay que atacar el pequeño sarcófago en el que está el rey negro, pero ojo, las blancas tienen que dar mate en dos jugadas:
 
 
[FEN:  kbK5/pp6/1P6/8/8/8/R7/8 w - - 0 1]
 
   SOLUCIÓN
1.Ta6!!,bxa6; 2.b7++.
 
   Y para terminar sólo nos queda ver una última cosa. Hemos estado hablando durante toda la entrada de sarcófagos, pero no tenemos que olvidar que éstos tenían que depositarse en una tumba cerrada. Los faraones de las primeras dinastías guardaban sus sarcófagos en las conocidas pirámides, siendo posiblemente las más famosas, correspondientes a la Dinastía IV (hacia el 2500 a.C), las de Kéops, Kefren y Micerino, erigidas en la meseta de Guiza, cerca de El Cairo.
 
 
   Ahora podremos ser testigos de como la pirámide era sellada una vez depositada la momia del faraón en su interior, esperando a que el rey resucitara y ascendiera al cielo para vivir eternamente entre los dioses, transfigurado en una estrella. Para ello haremos uso de una composición de W. Rudolph del año 1912, en la que las blancas juegan y hacen tablas:
 
 
[FEN: 3B4/1r2p3/r2p1p2/bkp1P1p1/1p1P1PPp/p1P1K2P/PPB5/8 w - - 0 1]
 
   Aunque el negro tiene clara ventaja material y su triunfo parece inminente, las blancas alcanzarán las tablas cerrando a cal y canto la posición, que recuerda por su forma a una antigua pirámide, empezando con 1.Aa4+!,Rxa4; 2.b3+,Rb5; 3.c4+,Rc6
 
 
[FEN: 3B4/1r2p3/r1kp1p2/b1p1P1p1/1pPP1PPp/pP2K2P/P7/8 w - - 0 4]
 
   Siguiendo con su tarea las blancas prosiguen con 4.d5+,Rd7; 5.e6+,Rxd8; 6.f5!, sellando para siempre la pirámide.
 
 
[FEN: 3k4/1r2p3/r2pPp2/b1pP1Pp1/1pP3Pp/pP2K2P/P7/8 b - - 0 6]
 
   Las blancas logran las tablas porque las negras no pueden realizar ninguna ruptura ni sacrificio. Desde luego si 6...Tc6 o 6...Tb5 el blanco debe ignorar el "regalo" envenenado y mover el rey a cualquier casilla. ¡Un fantástico trabajo de bloqueo!
 
   Y aquí termina nuestro viaje de hoy en torno al antiguo Egipto, sus pirámides, sus faraones y sus sarcófagos. Ahora es momento de descansar después de haber visto tantas maravillas. Los egipcios no veían la muerte como un fin, sino como el inicio de una nueva existencia, y siendo la muerte inevitable, terminaré con un pensamiento del gran poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973) que una vez dijo: "Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida".
 
 

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