Tampoco nos referiremos a casos en los que algún jugador que ha tocado una pieza, después se niega a jugarla alegando que su intención era recolocarla, como podría ser el caso del Gran Maestro serbio Milan Matulovic en su, tristemente famosa, partida contra el Gran Maestro hungaro Istvan Bilek del Torneo Interzonal de Sousse de 1967:
En la posición del diagrama Matulovic jugó 38.Af3?? que pierde inmediatamente el alfil, pero antes de que Bilek jugara 38...,Dxf3 o Txf3, volvió a colocar el alfil en 'e2' y diciendo "J'adoube" (voz que se usa para recolocar una pieza mal situada y que en castellano se suele traducir como "Compongo", pero que siempre hay que decir antes de tocar la pieza), movió 38.Rg1. Bilek realizó tres protestas, sin éxito, ante el director del torneo, y la partida siguió con esta jugada de rey. Después de la "rectificación" de Matulovic, el negro podría aún haber obtenido ventaja ganadora con 38...,Dc3; 39.Rf1,Dxb3; 40.Ag4,Txe1+; 41.Txe1,Dd3+; 42.Ae2,Dd5; 43.Rg1,Dxd6. Pero seguramente alterado por el incidente jugó 38...,De4?!; 39.Td2,Te6; 40.h4?,Txf6; 41.Dg2,Dxg2+?!; 42.Rxg2,Tfe6; 43.hxg5,hxg5; 44.b4,T3e4; 45.Rf1,Tf6+; 46.Rg2,Tfe6; 47.Rf1,Tf6+; 48.Rg2,Tfe6; 49.Rf1,Tf6+; 50.Rg1,Tfe6 y se firmaron las tablas. A partir de esta lamentable suceso, Matulovic fue conocido en todo el mundo con el apodo de J'adubovic. Este personaje también se vió envuelto en otra polémica cuando en el Torneo Interzonal de Palma de Mallorca de 1970, le tocaba jugar en la última ronda contra el Gran Maestro soviético Taimanov, que tenía que ganar para clasificarse para los Match de Candidatos. Matulovic llegó veinte minutos tarde a la partida, jugó de forma muy débil y abandonó en la jugada cuarenta y dos, habiendo consumido sólo 64 minutos de su tiempo. Parece ser que Matulovic fué sobornado y recibió 400 dólares por dejarse ganar. Como a veces hay momentos en que nos reconciliamos con la vida y pensamos que ésta puede ser justa, recordemos que después de clasificarse para el Match de Candidatos, Taimanov fué destrozado por Bobby Fischer en su encuentro de Vancouver del año siguiente por el aplastante resultado de 6-0 a favor del norteamericano.
Como decíamos al principio, no hablaremos hoy de casos como los anteriores, sino que lo haremos de esos otros casos en los que uno de los jugadores en posición o situación muy comprometida se decide a jugar de farol, esto es, a tratar de "engañar" al adversario, a fín de que éste se confíe o se confunda, y no realice la mejor jugada o el mejor juego en situaciones ventajosas para él. Estamos hablando de una verdadera guerra psicológica en estado puro.
Uno de los casos más célebres, tal vez sea la partida disputada en el Torneo de Candidatos de Bled de 1959 entre Bobby Fischer y Mihail Tal:
En esta célebre posición le corresponde a jugar a las blancas conducidas por Fischer, que en su magnífico libro "Mis 60 mejores partidas", publicado en España por la editorial Fundamentos, comenta dentro de la partida 17, curiosamente una de las tres partidas incluidas en dicho libro donde Fischer sale perdedor; a título de curiosidad las otras dos son contra Spassky en Mar del Plata 1960 y contra Geller en Skopje 1967.
Pues bien, en este momento Fischer comenta al respecto de esta posición: "El público murmuraba y gritaba a cada movimiento. Más tarde supe que entre la audiencia había muchos fans de otros deportes. Tal vez se había cancelado algún partido de fútbol. En consecuencia, el ajedrez era, aquel día, la principal atracción de Belgrado". En este momento Fischer jugó 22.Dc6+ y en su libro añade: "Muchos comentaristas opinaron que 22.Tae1 era la jugada ganadora. El propio Tal confesó que creía estar perdido de haber jugado yo así, pero 22...,Rd8! resiste en todas las líneas (pero no 22...,Tg6?; 23.Dxf7+,Rd7; 24.Td1+!,Td6; 25.Txd6+,Rxd6; 26.Tf6+!, gana). Por mi parte, puedo decir que estudié la posición durante siglos y que lo mejor que pude encontrar es 23.Td1+,Rc7! (23...,Rc8?; 24.Dc6+, ganando); 24.Df4+ (si 24.Td4,Db7!),Rb7; 25.Td6,Dc7; 26.Dxb4+,Rc8; 27.Txa6,Db7!; 28.Dxb7+,Rxb7; 29.Taf6,Tg7 con igualdad".
Pero lo que no comenta Fischer en su libro, y es lo que le ha dado fama a esta posición, es lo que ocurrió realmente para que se decidiera a jugar 22.Dc6+. Para saber la verdad demos la palabra al propio Tal que nos ilustrará sobre una magistral jugada de farol: "En nuestra partida, Fischer primero escribió la jugada 22.Tae1!, sin duda la jugada más fuerte, y no la escribió en la notación inglesa típica (la descriptiva), sino en la algebraica, ¡casi rusa! (desde 1917 no se emplea la notación descriptiva en Rusia). Entonces con poca destreza empujó la planilla hacia mí. 'Está buscando mi aprobación' pensé, ¿pero cómo tenía que reaccionar?. Fruncir el ceño era imposible, si sonreía sospecharía que había "truco", así que hice lo natural. Me levanté y comencé a caminar tranquilamente por el escenario. Me encontré con Petrosian, le conté un chiste, y él respondió. Fischer que tenía entonces 16 años, esencialmente un niño grande, estaba sentado con una expresión confusa en su cara, mirando primero a la primera fila de espectadores donde se encontraba su ayudante, y luego a mí. Entonces escribió otra jugada 22.Dc6+ y tras 22...,Td7; 23.Tae1+,Ae7; 24.Txf7,Rxf7; 25.De6+,Rf8!; 26.Dxd7,Dd6 me quedé con la pieza de ventaja y gané. Más tarde cuando le pregunté a Fischer por qué no había jugado 22.Tae1, me contestó: 'Bueno, ¡te reíste cuando la apunté'". El "farol" de Tal funcionó a la perfección.
A continuación os dejo el desarrollo completo de esta curiosa partida:
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Dos años más tarde, y es que la vida da muchas vueltas, fue el propio Tal el que tuvo que sufrir en sus carnes caer víctima de otra magistral jugada de farol. Pongámonos en situación: año 1961, Moscú, match de revancha por el Campeonato del Mundo contra Botvinnik, partida número veinte, con un marcador adverso para Tal de 7,5 a 11,5, por lo que Botvinnik estaba a un punto de recuperar su título mundial. Tal conducía las piezas blancas y la partida había sido aplazada en la siguiente posición:
La partida estaba ganada por Tal, pero tras largos análisis, Botvinnik encontró una continuación con la que podía conseguir tablas si Tal se equivocaba. Su "jugada de farol" consistió en primero hacer correr la voz entre los periodistas especializados de que su posición era perdedora y después decidió hacer un poco de teatro en la reanudación de la partida, de manera que Tal creyera que la posición no tenía solución alguna. Además no llevó su habitual termo de café, como era su costumbre en todas las partidas, para dar a entender que el encuentro finalizaría en pocas jugadas.
La reanudación de la partida siguió así: 1.Ra2,Tb5; 2.a7,Ta5+; 3.Rb3,Rb7; 4.Tf8 y en este momento Botvinnik estuvo meditando para dar a entender que no había encontrado ninguna solución en sus análisis. Lanzando un suspiro jugó 4...,Tb5+, tras lo cual Tal respondió inmediatamente 5.Ra4? cayendo en la trampa, ya que ahora la posición es de tablas.
Botvinnik siguió con 5...,Rxa7; 6.Txf5,Tb1; 7.Tf6. Aquí Tal se dió cuenta que no valía 7.Tf7+,Ra6; 8.Tc7,Tb4+; 9.Rxb4, ¡ahogado!. 7...,Rb7; 8.f5,Ta1+; 9.Rb4,Tb1+; 10.Rc3,Tc1+; 11.Rd2,Tf1; 12.Re3,Rc7; 13.Tf7+,Rd8; 14.Re2,Tf4; 15.Rd3,Tf3+ y se firmaron las tablas.
Después de caer en la "trampa" tendida por Botvinnik en esta partida, Tal perdió la partida veintiuna y con ella perdió el título de Campeón del Mundo, que volvió de nuevo a manos de Botvinnik.
Está claro que estas últimas "trampas", no tienen comparación con las dos primeras que he comentado al principio. Mientras que aquellas no pueden más que causarnos repugnancia, creo que las triquiñuelas protagonizadas por Tal contra Fischer y por Botvinnik contra Tal, no dejan de causar cierta admiración por haber sabido pulsar la tecla del juego psicológico tan importante en el ajedrez.
Un experto, tal vez el que más, de este jugo psicológico fué el ex-campeón del mundo Emanuel Lasker. Fué el pionero en incorporar el factor humano a la partida, de forma que muchas veces no hacía la mejor jugada en una poscición, sino la que él pensaba que molestaría más a su rival de turno.
Botvinnik comentó a este respecto: "Tenía un estilo universal, jugaba igual de fuerte en defensa como en ataque, en posiciones tranquilas como en salvajes combinaciones, en el medio juego como en el final. Por tanto, el principal objetivo de su preparación era estudiar las características del estilo de su oponente. Lasker procuraba siempre crear en el tablero una situación en la que su adversario no se sintiese cómodo. Conocía sus oponenetes a la perfección. Lasker era un gran psicólogo".
Tal vez, la mejor prueba de su fineza psicológica y probablemente la más importante partida de su carrera, fue su segunda partida contra Capablanca en el Torneo de San Petersburgo de 1914, habiendo finalizado la primera en tablas. Lasker era entonces Campeón del Mundo y aún estaba en su apogeo. Pero parecía ser el joven Capablanca la estrella de este gigantesco torneo. Había conseguido destacar comenzando la fase final con punto y medio de ventaja. Lasker pausadamente fue acortando distancias y cuando se enfrentó a Capablanca tenía solamente medio punto menos. Era pues necesario ganar para conseguir el primer puesto. No había diferencia para Lasker entre hacer tablas o perder, pues en ambos casos Capablanca se clasificaba en cabeza. Había que ganar o conformarse con el segundo puesto. Jugaba con blancas y se esperaba un arriesgado ataque con violentas complicaciones. Sin embargo, escogió la sumisa y tranquila variante del cambio de la apertura española, en la que el negro queda con la pareja de alfiles a cambio de un peón doblado. Con la mayoría de peones en el flanco de rey se considera un final con buenas chances para el blanco, pero como dijo el gran Tarrasch, entre la apertura y el final, los dioses pusieron el medio juego, y el medio juego resulta en esta variante muy importante porque concede numerosas chances al negro para rectificar la configuración de sus peones y para coordinar ataques basados en la poderosa pareja de alfiles. Sin lugar a dudas esta variante está considerada favorable al negro por los jugadores agresivos y éste fue el punto picológico de Lasker, su jugada de farol. Sabía que su oponente evitaría las complicaciones y encaminaría el juego hacia las tablas tan pronto como le fuera posible, por lo que Lasker le sorprendió ofreciéndole el papel de atacante. No siendo favorable este sistema a su proyecto, Capablanca jugó tímidamente y no agresivamente, con lo que el espíritu de la variante prontamente se impuso con todo rigor.
Lasker - Capablanca
San Petersburgo, 1914
1.e4,e5; 2.Cf3,Cc6; 3.Ab5,a6; 4.Axc6,dxc6; 5.d4,exd4; 6.Dxd4,Dxd4; 7.Cxd4 La estructura de peones otorga ventaja posicional al bando blanco, que en un hipotético final de peones tendría mejores perspectivas de victoria. Por tanto, sería un error por parte del negro jugar a tablas. Las negras deberían jugar con agresividad, pero dasafortunadamente para Capablanca, tenía suficiente con tablas para ganar el torneo. 7...,Ad6; 8.Cc3,Ce7; 9.0-0,0-0; 10.f4,Te8; 11.Cb3,f6?! Una pérdida de tiempo que muestra el pobre espíritu de lucha de Capablanca, que juega a la defensiva. El posible avance del peón a 'e5' sólo beneficiaba a las negras, que hubieran obtenido el dominio de las casillas 'd5' y 'f5'. 12.f5!? Una jugada sorpresa que otorga más espacio de maniobra al alfil del blanco y que restringe el movimiento del caballo y el alfil de dama del negro. Además, el dominio de la casilla 'e6' por parte del blanco es crucial.
12...,b6; 13.Af4,Ab7?! Las negras debían haber jugado 13...,Axf4!; 14.Txf4,c5!; 15.Td1,Ab7; 16.Tf2,Tad8; 17.Txd8,Txd8; 18.Td2,Txd2; 19.Cxd2,Cc6! con ligera ventaja del negro. 14.Axd6,cxd6; 15.Cd4!,Tad8?!; 16.Ce6,Td7; 17.Tad1,Cc8?!La mejor jugada era 17...,c5!; 18.Cd5,Axd5; 19.exd5,b5 con igualdad. 18.Tf2,b5; 19.Tfd2,Tde7; 20.b4,Rf7; 21.a3,Aa8? Era mejor 21...,Txe6!; 22.fxe6+,Txe6 con juego complicado. 22.Rf2,Ta7; 23.g4,h6; 24.Td3,a5; 25.h4,axb4; 26.axb4,Tae7? Otro error de Capablanca. Aquí era buena 26...,Ta3! 27.Rf3,Tg8; 28.Rf4,g6; 29.Tg3,g5+; 30.Rf3,Cb6; 31.hxg5,hxg5; 32.Th3,Td7; 33.Rg3! Una sutil jugada que prepara la combinación final y resguarda al rey de posibles jaques.
33...,Re8; 34.Tdh1,Ab7; 35.e5!,dxe5; 36.Ce4,Cd5; 37.C6c5,Ac8; 38.Cxd7,Axd7; 39.Th7,Tf8; 40.Ta1,Rd8; 41.Ta8+,Ac8; 42.Cc5 y las negras abandonaron. Podría seguir con 42...,Cb6; 43.Cb7+,Re8; 44.Cd6+,Rd8; 45.Tb8 y el negro se encuentra perdido irremisiblemente.
Se ha publicado que cuando Capablanca inclinó su rey rindiendo la partida, el numeroso auditorio que había permanecido en silencio durante horas reprimiendo su emoción, estalló en un espontáneo aplauso y el excitado clamor se prolongó varios minutos. Esta partida fue un triunfo del Lasker psicólogo más que del Lasker Campeón Mundial de ajedrez. Pero, como se ha dicho, jugar con el hombre más bien que con el tablero no era usual para un Gran Maestro. Lasker ganó muchas importantes partidas incurriendo deliberadamente en posiciones inferiores valiéndose de su poder defensivo sobre la tentación de su oponente.
Seguidamente, podéis pinchar sobre la cruz para ver el desarrollo de la partida:
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Este sistema de jugar de farol aplicado por Lasker, fué más tarde copiado en una partida trascendental en la historia del ajedrez por el inigualable Kasparov. Me estoy refiriendo a la histórica partida veinticuatro del match por el Campeonato Mundial disputado en Sevilla en 1987. En esta última partida del match, Kasparov estaba obligado a ganar para conservar su título de Campeón del Mundo, después de haber perdido la partida anterior y el marcador estar situado en un 12-11 a favor de Kárpov (recordemos que en caso de empate final, el título permanecía en manos del vigente campeón, en este caso, Kasparov). Kárpov seguramente esperaba un ataque agresivo por parte de Kasparov en la partida final, así que probablemente se había preparado sólo con esa estrategia en mente. Pero Kaspárov empezó de forma muy reticente, casi cauta, virtualmente como alguien que estaba satisfecho con las tablas. Decidió jugar una variante que no obtenía más que una ventaja microscópica , pero de maniobras largas. El resultado ya lo conocemos. Karpov perdió la partida y Kasparov conservó in extremis su título de Campeón Mundial.
Unos vídeos de estas dos últimas partidas del Mundial de Sevilla de 1987, los podéis encontrar en la barra lateral derecha del blog, en la parte inferior.
El desarrollo completo de esta interesante última partida del mach, en la que Kasparov empezó jugando de farol, lo podéis seguir pinchando, como siempre, sobre la cruz:
(Ver partida)(Ocultar)
Para despedir esta entrada, utilizaremos dos pensamientos de sendos grandes Campeones del Mundo. El primero es de Alekhine, cuando dijo: "Para competir en ajedrez, es preciso, ante todo, conocer la naturaleza humana y comprender la psicología del contrario", y el segundo, del ya citado en este artículo, Emanuel Lasker, que afirmó: "En el tablero de ajedrez luchan personas y no figuras".
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