Sin duda que el embrujo que nos produce el ajedrez es tan sublime, que nos hace sentirnos grandes creadores durante unos minutos, y a eso se refiere Marcel Duchamp cuando dice: "No todos los artistas son ajedrecistas, pero todos los ajedrecistas son artistas".

Sin duda, también, que el ajedrez no lo es todo. ¿Qué decir de la música, por ejemplo? Por eso os he dejado una pequeña muestra de mi música favorita, para que la disfrutéis, si os apetece, mientras os sumergís en el fascinante mundo del ajedrez.

Ya en su dia el gran Tarrasch dijo: "Como el amor, como la música, el ajedrez tiene la virtud de hacer felices a los hombres".

Y olvidémonos de aquella otra frase de Oscar Wilde que decía: "Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez"...¡asusta!

Así que sin más dilación comenzemos este singular viaje a una tierra llena de peligros, en la que nos encontraremos a reyes enfrentados en un combate eterno, reinas poderosísimas y despiadadas, fortalezas sólidas e inexpugnables, obispos con gesto serio y mirada oblícua, ágiles corceles dispuestos a asestar coces mortales y valientes guerreros que nunca retroceden ante nada.

Estáis todos invitados, así que los que quieran pueden subir a bordo. Sin condiciones. Durante la travesía seremos testigos de inagotables maravillas y al llegar a puerto nos espera...la felicidad, sin duda.

BIENVENIDO. GRACIAS POR VISITAR MI BLOG.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Una torre trotamundos

   Uno de mis grupos de música favoritos es Supertramp. Esta banda británica liderada por los geniales Rick Davies y Roger Hodgson y que vivió sus mejores momentos de gloria desde mediados de los setenta hasta mediados de los ochenta del pasado siglo, nos ha dejado obras magistrales e imperecederas, bajo mi punto de vista, como pueden ser entre otras Crime of the century, Dreamer, Another man's woman, Fool's overture y The logical song, de la que a continuación os pongo un video:



   El nombre del grupo, Supertramp, se podría traducir como Supervagabundos, y en referencia a este término he recordado una partida del año 1985, disputada en Israel, que me causó sorpresa por el efecto de ver en ella en acción a una Supertorre vagabunda que se pasea a sus anchas e impunemente por todo el tablero durante gran parte de la partida, hasta que finalmente se inmola para propiciar la victoria de su bando. La torre empieza su periplo en la jugada 11...,Tb8, y sucumbe en la jugada 29...,Txe4+, después de haber protagonizado un fantástico recorrido de ¡once jugadas! con el sorprendente recorrido Ta8-b8-b4-h4-h5-h2-c2-c5-b5-b6-e6-e4. ¡Una auténtica torre trotamundos!
A continuación os dejo el desarrollo completo de la partida para que podáis observar como realmente la torre negra vagabundea por todo el tablero como Pedro por su casa...


   Nos despedimos hoy con una frase del escritor y Premio Nobel de literatura en 1989, Camilo Jose Cela (1916-2002), que dijo: "La filosofía del vagabundo se apoya en la no necesidad de nada y el buen talante de aceptarla sin queja alguna".

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miércoles, 28 de septiembre de 2011

El espíritu vence a la materia

   "El dinero no puede hacer que seamos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo", es una máxima del insigne dramaturgo español Jacinto Benavente (1866-1954). A pesar de que la mayoría de nosotros estaríamos de acuerdo con ella, no es menos cierto que a la vez, en el fondo de nuestro ser,  nos gusta pensar que la felicidad no tiene nada que ver con el mundo material, que podemos ser felices independientemente de cualquier riqueza que tengamos o podamos alcanzar, que al fin y al cabo la fuerza del espíritu está por encima de la materia. Afortunadamente, en nuestro día a día, nos encontramos con algunas situaciones en que esta última idea se cumple, aunque mayoritariamente la fuerza del vil metal siempre esta presente en nuestras vidas, y es que ya lo dijo el ínclito Groucho Marx: "¡Hay tantas cosas en la vida más importantes que el dinero! ¡Pero cuestan tanto!".
   Así que cuando estamos frente a una situación donde triunfa el espíritu sobre la materia, no podemos dejar de henchirnos de orgullo, gozo y satisfacción y pensar que la vida, tal vez, tenga algún sentido.
Esa misma satisfacción somos capaces de experimentar frente a un tablero de ajedrez cuando somos testigos de como uno de los dos bandos con una gran desventaja material es capaz de alcanzar la victoria luchando contra un ejercito mucho más poderoso, tal como ocurre en la posición que refleja el siguiente diagrama:


   Las blancas juegan y ganan. El bando negro conserva todas sus piezas y todos sus peones, pero no le bastará para evitar la derrota. Ya habréis visto la solución, ¿verdad?

SOLUCIÓN
1.d8(=C)!, y las negras no pueden evitar el mate en 'f7'.

   El siguiente estudio de A. Kasansetv es otro bonito ejemplo del triunfo del espíritu sobre la materia:


   Las blancas juegan y ganan, a pesar de la desventaja material que tienen. La solución del estudio es de una gran belleza: 1.e7!,Da3+; 2.Tb4,Da7+; 3.Rxc4,Dxe7; 4.Cxg6+!,fxg6


   La superioridad de las negras es importante, no obstante lo cual, las blancas entregan ahora otra pieza con 5.Af6+,Dxf6; 6.Rd5+,Rg5; 7.h4+,Rf5; 8.g4+,hxg4; 9.Tf4+!,Axf4; 10.e4++.


   ¡Fantástico! ¡Un solo peón triunfa sobre todo el ejercito negro!

   Después de ver los ejemplos anteriores, me viene a la cabeza aquella frase que decía que "era un hombre tan pobre, tan pobre, tan pobre, que lo único que tenía era dinero".



martes, 27 de septiembre de 2011

Bronstein y la ventaja insuficiente

   ¡Qué ingrata es a menudo la vida del ajedrecista! No sólo es  necesario jugar bien, con exactitud, y alcanzar una posición ventajosa, ya sea posicional o material, si no que después hay que conseguir transformar esa ventaja en una victoria. Y aquí es donde muchas veces los fieles seguidores de Caissa se estrellan contra la cruda realidad de ver que la mencionada ventaja, que parecía abrumadora, a la postre no garantiza la consecución del punto entero, y con gran pesar han de trocar su anhelado triunfo por, en ese caso, unas tristes tablas, por no mencionar los casos más dramáticos en los que debido a algún lamentable error de bulto, se puede llegar incluso a la perdida de la partida.

David Bronstein
   A este respecto es ciertamente insólito el caso que le ocurrió el 10 de Marzo de 1949 al insigne David Bronstein (1924-2006), subcampeón del mundo en 1951, tras empatar a 12 puntos su match contra el entonces vigente campeón del mundo y patriarca de la escuela soviética de ajedrez, Mijail Botvinnik. El referido día se jugaron los aplazamientos de las últimas partidas correspondientes al match Moscú-Budapest. En primer lugar Bronstein, con las piezas blancas, jugó su final contra Barcza, a partir de la posición que refleja el siguiente diagrama:


   Las blancas tienen una pequeña ventaja posicional, ya que pueden crear un peón pasado en la columna 'a', así que Bronstein se lanza en pos de la victoria jugando 1.h4+,Rg6; 2.Rf4,Ad3; 3.Cb7,Ac2; 4.Cc5,Cd4; 5.b4,axb; 6.Cxb4


   Ahora Barcza jugó 6...,Axa4! ¡El peón era más importante que el alfil! 7.Cxa4,Rh5; 8.Cd3,Rxh4; 9.Cc3,Ce6+; 10.Rxf5,Cg7+; 11.Rg6,Ce8; 12.Ce4,Rg4; 13.Rxh6,Cf6; 14.Cxf6+


   Y Bronstein se quedó con dos caballos inútiles que le obligaron a firmar las tablas.
  
   Después de un descanso de quince minutos, Bronstein, esta vez con negras, se presentó a jugar el final de su partida con Benko, aplazada por tercera vez,y que podemos ver en el siguiente diagrama:


   Bronstein ha conseguido llegar hasta aquí con la ventaja del peón 'f' a punto de coronar, pero lógicamente Benko tratará por todos los medios de que esto no ocurra. 1.Ce4,Cg4; 2.Rd2,Ce5; 3.Re3,Cc4+; 4.Rd4,Ca3; 5.Rd3,Cb5; 6.Rd2,Cd4; 7.Rd3,Ce6


   8.Re3,Cc7; 9.Rd3,Cd5; 10.Rc2,Ce3+; 11.Rc3,Cf5; 12.Rd2,Cg3


   Después de tan largo camino, el caballo negro de Bronstein supo hacer retroceder a su contrario, dando al peón la posibilidad de aproximarse a su coronación. Benko jugó ahora 13.Cf6,f2; 14.Cg4,f1(=C)+. Para evitar la doble amenaza, el peón solo puede convertirse en caballo. 15.Rc3,Rf3; 16.Ch2+,Cxh2, y se firmaron las tablas.

   ¡Ironías del destino! En una sola tarde, Bronstein tuvo cuatro caballos de ventaja, pero en el cuadro del torneo sólo pudo anotarse dos medios puntos, y es que ya se sabe que no es más rico el que más tiene si no el que menos necesita.



jueves, 22 de septiembre de 2011

Hecha la ley, hecha la trampa

   En el mundo en que vivimos muchas veces las leyes van un paso por detrás de los acontecimientos, y es necesario que ocurra una cosa para que aparezca a posteriori una ley que regule esa nueva situación. Y, a pesar de ello, es frecuente que una vez redactada la ley, ésta contenga algunas lagunas jurídicas, algunos resquicios legales, por los que las criaturas más avispadas pueden colarse y evitar así la esencia de la norma. Nos encontramos entonces con la famosa frase que da título a la entrada de hoy: "Hecha la ley, hecha la trampa".
   En el mágico mundo del ajedrez podemos encontrarnos con algunos casos curiosos al respecto, en los que las reglas de la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez), fueron burladas, teniendo que modificarse en consecuencia para evitar malos entendidos.
   Para que lo veáis con vuestros propios ojos, os presento el siguiente diagrama, en el que increiblemente las blancas juegan y...¡dan mate en una jugada!:


   Supongo que estaréis pensando que me he equivocado en el enunciado, o que no he colocado correctamente las piezas, pero nada de eso. Realmente las blancas pueden jugar y dar mate en una jugada, simplemente coronando el peón 'g' y transformándolo en ¡un caballo negro!. Y esto era posible hasta no hace mucho porque las leyes de la FIDE decían: "Cuando un peón alcanza la fila más lejana a su posición inicial debe ser cambiado como parte de la misma jugada por una nueva dama, torre, alfil o caballo". Esta regla no especificaba el color de la pieza, por lo que la solución del anterior diagrama era perfectamente legal. Con posterioridad la FIDE tuvo que hacer la regla más precisa, matizando que la promoción ha de ser por una pieza del mismo color que el peón que corona, para evitar "trampas" como la que acabamos de ver.
   Otro caso curioso y sorprendente nos lo podemos encontrar en referencia al enroque. En un principio las leyes de la FIDE concernientes a cuando era posible enrocar y la forma de hacerlo decían: "El enroque es una jugada con el rey y una torre. El rey se mueve en línea recta a la siguiente casilla del mismo color, reduciendo la distancia entre él y la torre que participa en el enroque. Entonces la torre se mueve sobre el rey para ocupar la casilla que el rey acaba de cruzar. El enroque no puede tener lugar si el rey o la torre ya se han movido. El enroque se previene temporalmente si: a) hay cualquier pieza de cualquier color entre la torre y el rey; b) si la casilla en la que el rey está, o la que tiene que cruzar, o la que va a ocupar, está bajo ataque de una o más piezas del oponente. Estas condiciones no se aplican a la torre". Parece que todo esté claro y no quepan malos entendidos, pero Tim Krabbé ideó en 1987 un problema en el que recoge una laguna de la anterior ley, descubierta por Max Pam, y que reproduzco a continuación, en el que las blancas juegan y dan mate en tres jugadas:


   Según el descubrimiento de Max Pam y ciñéndose a la regla del enroque antes expuesta, para efectuar un enroque "legal" se necesitaría un rey que no se hubiera movido, por ejemplo el rey blanco de 'e1' y un peón que promocionara en torre en 'e8', además de una columna 'e' sin niguna otra pieza en ella. Además las casillas de 'e1', 'e2' y 'e3' no deben estar bajo amenazas de las piezas negras. Entonces el rey blanco se podría enrocar verticalmente: el rey va de 'e1' a 'e3' y enroca con la torre de 'e8' que pasa a 'e2'. Podríamos denominarlo enroque superlargo, y anotarlo como O-O-O-O.
De esta forma la solución del diagrama anterior pasaría por 1.e7! y ahora si a) 1...,Rxf3; 2.e8(=T),d4; 3.O-O ++. b) 1...,gxf3; 2.e8(=D)+,Rd3; 3.O-O-O ++. c) 1...,Rxf3 (o 1...,Rd3); 2.e8(=T), Rg2 (o 2...,Rc2); 3.O-O-O-O ++.
   Esto hizo cambiar a la FIDE la regla del enroque para hacerla más precisa, y especificó entonces que las piezas que toman parte en el enroque deben estar en la misma fila, ya sea la primera o la octava.

    Con estos dos ejemplos hemos podido comprobar que en el mundo del ajedrez también tienen cabidas este tipo de trampas que tanto abundan en la naturaleza, y es que ésta misma es una gran tramposa, porque como ya dijera el gran filósofo Friedrich Wilhelm Nietzsche: "El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse".


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