Sin duda que el embrujo que nos produce el ajedrez es tan sublime, que nos hace sentirnos grandes creadores durante unos minutos, y a eso se refiere Marcel Duchamp cuando dice: "No todos los artistas son ajedrecistas, pero todos los ajedrecistas son artistas".

Sin duda, también, que el ajedrez no lo es todo. ¿Qué decir de la música, por ejemplo? Por eso os he dejado una pequeña muestra de mi música favorita, para que la disfrutéis, si os apetece, mientras os sumergís en el fascinante mundo del ajedrez.

Ya en su dia el gran Tarrasch dijo: "Como el amor, como la música, el ajedrez tiene la virtud de hacer felices a los hombres".

Y olvidémonos de aquella otra frase de Oscar Wilde que decía: "Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez"...¡asusta!

Así que sin más dilación comenzemos este singular viaje a una tierra llena de peligros, en la que nos encontraremos a reyes enfrentados en un combate eterno, reinas poderosísimas y despiadadas, fortalezas sólidas e inexpugnables, obispos con gesto serio y mirada oblícua, ágiles corceles dispuestos a asestar coces mortales y valientes guerreros que nunca retroceden ante nada.

Estáis todos invitados, así que los que quieran pueden subir a bordo. Sin condiciones. Durante la travesía seremos testigos de inagotables maravillas y al llegar a puerto nos espera...la felicidad, sin duda.

BIENVENIDO. GRACIAS POR VISITAR MI BLOG.

martes, 27 de septiembre de 2011

Bronstein y la ventaja insuficiente

   ¡Qué ingrata es a menudo la vida del ajedrecista! No sólo es  necesario jugar bien, con exactitud, y alcanzar una posición ventajosa, ya sea posicional o material, si no que después hay que conseguir transformar esa ventaja en una victoria. Y aquí es donde muchas veces los fieles seguidores de Caissa se estrellan contra la cruda realidad de ver que la mencionada ventaja, que parecía abrumadora, a la postre no garantiza la consecución del punto entero, y con gran pesar han de trocar su anhelado triunfo por, en ese caso, unas tristes tablas, por no mencionar los casos más dramáticos en los que debido a algún lamentable error de bulto, se puede llegar incluso a la perdida de la partida.

David Bronstein
   A este respecto es ciertamente insólito el caso que le ocurrió el 10 de Marzo de 1949 al insigne David Bronstein (1924-2006), subcampeón del mundo en 1951, tras empatar a 12 puntos su match contra el entonces vigente campeón del mundo y patriarca de la escuela soviética de ajedrez, Mijail Botvinnik. El referido día se jugaron los aplazamientos de las últimas partidas correspondientes al match Moscú-Budapest. En primer lugar Bronstein, con las piezas blancas, jugó su final contra Barcza, a partir de la posición que refleja el siguiente diagrama:


   Las blancas tienen una pequeña ventaja posicional, ya que pueden crear un peón pasado en la columna 'a', así que Bronstein se lanza en pos de la victoria jugando 1.h4+,Rg6; 2.Rf4,Ad3; 3.Cb7,Ac2; 4.Cc5,Cd4; 5.b4,axb; 6.Cxb4


   Ahora Barcza jugó 6...,Axa4! ¡El peón era más importante que el alfil! 7.Cxa4,Rh5; 8.Cd3,Rxh4; 9.Cc3,Ce6+; 10.Rxf5,Cg7+; 11.Rg6,Ce8; 12.Ce4,Rg4; 13.Rxh6,Cf6; 14.Cxf6+


   Y Bronstein se quedó con dos caballos inútiles que le obligaron a firmar las tablas.
  
   Después de un descanso de quince minutos, Bronstein, esta vez con negras, se presentó a jugar el final de su partida con Benko, aplazada por tercera vez,y que podemos ver en el siguiente diagrama:


   Bronstein ha conseguido llegar hasta aquí con la ventaja del peón 'f' a punto de coronar, pero lógicamente Benko tratará por todos los medios de que esto no ocurra. 1.Ce4,Cg4; 2.Rd2,Ce5; 3.Re3,Cc4+; 4.Rd4,Ca3; 5.Rd3,Cb5; 6.Rd2,Cd4; 7.Rd3,Ce6


   8.Re3,Cc7; 9.Rd3,Cd5; 10.Rc2,Ce3+; 11.Rc3,Cf5; 12.Rd2,Cg3


   Después de tan largo camino, el caballo negro de Bronstein supo hacer retroceder a su contrario, dando al peón la posibilidad de aproximarse a su coronación. Benko jugó ahora 13.Cf6,f2; 14.Cg4,f1(=C)+. Para evitar la doble amenaza, el peón solo puede convertirse en caballo. 15.Rc3,Rf3; 16.Ch2+,Cxh2, y se firmaron las tablas.

   ¡Ironías del destino! En una sola tarde, Bronstein tuvo cuatro caballos de ventaja, pero en el cuadro del torneo sólo pudo anotarse dos medios puntos, y es que ya se sabe que no es más rico el que más tiene si no el que menos necesita.



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