Para demostrar todo lo anterior, empezaremos hablando de Carl Schlechter (1874-1918), quien en 1910 empató 5-5 el match por el Campeonato del mundo contra el entonces vigente campeón Emanuel Lasker, quien retuvo in extremis su título, al vencer a Schlechter en la décima y última dramática partida, que se prolongó durante tres días y setenta y una jugadas, en la que este último desperdició sus posibilidades primero de ganar y luego de lograr las tablas, lo que le hubiera otorgado el honor de arrebatar a Lasker el cetro mundial.
Carl Schlechter |
Las negras acababan de jugar la astuta y deseperada jugada 1...,Tc3-e3, y Schlechter jugó precipitadamente 2.b6??, y se encontró con la jugada negra 2...,Te1+!, que tras la obligada 3.Txe1, llevó a la posición final siguiente en la que el rey negro está ahogado:
Setenta y dos años después, concretamente en 1978, nuestro protagonista será Dmitry Kayumov:
Dmitry Kayumov |
Este Gran Maestro uzbeko nacido en 1949, se encontró con la siguiente posición, conduciendo las piezas blancas, en su partida contra Logki, disputada en el Campeonato del Ejército de la URSS, del mencionado año 1978:
Era el turno de las negras que jugaron la brillante 1...,Td3+!!; 2.Re2,Te3+; 3.Rf2,Te4!; 4.a4,d3!; 5.axb5,d2; 6.Ta8
Las blancas de Kayumov parecen estar cerca del triunfo. Ahora no sirve coronar dama ni jugar la torre a 'e1' por el jaque en 'd8'. Tampoco vale 6...,Td4; 7.Td8+,Rc4; 8.Txd4+,Rxd4; 9.Re2,Rc3; 10.Rd1, ni 6...,Rd4; 7.b6!,Te7; 8.b7!,Txb7; 9.Re2,Rc3; 10.Tc8+. Se podría intentar coronar el peón en un caballo, pero hay una continuación más sencilla y hermosa: 6...,Te8!!; 7.Txe8,d1(=D)!; 8.Td8+,Re4!!; 9.Txd1, ahogado.
Como podréis apreciar esta posición final es muy similar a la anterior de Schlechter.
El actor principal del siguiente ejemplo es Sergey Dolmátov, Gran Maestro ruso nacido en 1959 y que obtuvo el título de Campeón Mundial Junior en 1978.
Sergey Dolmátov |
En su partida, con blancas, contra Nikolic, del Torneo de Moscú de 1990, se alcanzó la posición que representa el diagrama siguiente:
El juego continuó con 1.e6!!,Te1+; 2.Rd3,Td1+; 3.Re3,Te1+; 4.Rd3,Txe6; 5.Tf5+!!
Y ahora las negras pueden aceptar el ahogado, capturando la torre blanca, o en caso contrario, ésta lo forzará tras una breve persución: 5...,Rg6; 6.Tg5+,Rf7; 7.Tg7+,Rf6 (si 7...,Re8; 8.Te7+); 8.Tg6+,Re7; 9.Tg7+,Rd6; 10.Td7+,Rc6; 11.Tc7+,Rb5
Y ahora se concluye con 12.Tc5+,Ra4; 13.Txa5+, y las blancas conseguirán la siguiente posición final, en la que tras la obligada captura de la torre, el rey blanco está ahogado:
¿Había aprendido Dolmátov de la historia para conseguir las tablas, o, por el contrario, había repetido Nikolic los mismos errores del pasado para caer en la idéntica posición de ahogado de los ejemplos precedentes?
Aunque hayamos podido cerciorarnos feacientemente de que la historia se repite una y otra vez, y que probablemente seguiremos cometiendo los mismos errores, nos queda un rayo de ilusión en las siguientes palabras de Aristóteles: "La historia cuenta lo que sucedió. La poesía lo que debía suceder".
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