Sin duda que el embrujo que nos produce el ajedrez es tan sublime, que nos hace sentirnos grandes creadores durante unos minutos, y a eso se refiere Marcel Duchamp cuando dice: "No todos los artistas son ajedrecistas, pero todos los ajedrecistas son artistas".

Sin duda, también, que el ajedrez no lo es todo. ¿Qué decir de la música, por ejemplo? Por eso os he dejado una pequeña muestra de mi música favorita, para que la disfrutéis, si os apetece, mientras os sumergís en el fascinante mundo del ajedrez.

Ya en su dia el gran Tarrasch dijo: "Como el amor, como la música, el ajedrez tiene la virtud de hacer felices a los hombres".

Y olvidémonos de aquella otra frase de Oscar Wilde que decía: "Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez"...¡asusta!

Así que sin más dilación comenzemos este singular viaje a una tierra llena de peligros, en la que nos encontraremos a reyes enfrentados en un combate eterno, reinas poderosísimas y despiadadas, fortalezas sólidas e inexpugnables, obispos con gesto serio y mirada oblícua, ágiles corceles dispuestos a asestar coces mortales y valientes guerreros que nunca retroceden ante nada.

Estáis todos invitados, así que los que quieran pueden subir a bordo. Sin condiciones. Durante la travesía seremos testigos de inagotables maravillas y al llegar a puerto nos espera...la felicidad, sin duda.

BIENVENIDO. GRACIAS POR VISITAR MI BLOG.

domingo, 29 de enero de 2012

Cuatro años sin Bobby Fischer (II)


   Continúo con el homenaje que con motivo del cuarto año del fallecimiento del genial Bobby Fischer inicié en la entrada anterior, que concluyó con su cuarto puesto en el Torneo de Candidatos de Curaçao del año 1962, que provocó unas duras críticas vertidas contra los jugadores soviéticos, a los que acusó de acordar tablas de antemano entre ellos para así no desgastarse en demasía, y que supuso que Fischer se negara a jugar más en los torneos correspondientes al campeonato mundial, pese a que la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) a raíz de esos comentarios críticos decidiera cambiar el sistema, pasando del Torneo de Candidatos a matches individuales, para evitar así, tal como dijo Ficher, los posibles resultados amañados de las partidas.
El siguiente torneo que jugó en 1962, fue la Olimpiada de Varna en donde se produjo un enfrentamiento que el mundo del ajedrez estaba esperando ansioso desde hacía mucho tiempo: su encuentro contra el campéon del mundo, el legendario Mijail Botvinnik. Bobby, con negras, tras una emocionante partida, llegó al aplazamiento con un peón de más en un final de torres, que el americano estaba seguro que iba a ganar.

Botvinnik-Fischer, Olimpiada de Varna, 1962
   El propio Fischer le comentó a su amigo, el periodista Dimitri Bjelica, que en la partida, Botvinnilk se había escabullido, pero que el final lo tenía perdido. Los análisis de la posición se prolongaron toda la noche y al día siguiente, Bjelica le preguntó a Botvinnik cual era su pronóstico a lo que contestó: "Probablemente todo está perdido". Pero Geller, que era el que más análisis había hecho, afirmaba que la partida podía acabar en tablas, sin importar si Bobby había hecho, como secreta, su mejor jugada. Todo el equipo norteamericano estuvo haciendo análisis durante mucho tiempo, y Benko descubrió una trampa que dejaba a Botvinnik una posibilidad de hacer tablas. Bobby no había realizado su mejor jugada secreta y aprovechando la citada trampa, Botvinnik consiguió arrancar las tablas, lo que provocó que Fischer abandonara rápidamente la sala sin poder disimular su gran enfado.
Podéis seguir el desarrollo de esta histórica partida a continuación:


   De esta Olimpiada está sacada la siguiente posición de la partida Unzicker-Fischer, donde el genio de Pasadena, al que le correspondía jugar, remató la lucha rápidamente. ¿Sabéis cómo?:


SOLUCIÓN
1...,Txc3; 2.Txa2,Tf3+; 3.Re2 (Si 3.Rg2,Df2+; 4.Rh1,Dxe1+ y 5...,Tf2++),Tf2+; 4.Rd3,Dxa2, con posición ganadora. Aún más elegante era 4...,Dc7!, amenazando mate en 'c2' (5.Tc1,Axc1; 6.Cxc1,Dxc1).
  
   Dos años más tarde, en 1964, consiguió un hito histórico al ganar el Campeonato de los Estados Unidos venciendo en las once partidas que jugó, recibiendo un premio de dos mil dólares. Para comprender la magnitud de la hazaña basta decir que más de la mitad de los participantes de ese torneo tenían el título de gran maestro, entre los que se encontraban Reshevsky, Benko, Evans, Byrne, Bisguier, Mednis...Pero después de este rotundo éxito no participó, tal como ya había dicho, en el Torneo Interzonal de Amsterdam, ni tampoco en la Olimpiada de Tel Aviv, al negarle los cinco mil dólares que pidió por jugar en el equipo nacional, dedicándose durante ese año de 1964 a realizar simultáneas por todos los Estados Unidos.
Así, retirado durante unos meses de la alta competición, su reaparición en la arena internacional ocurrió en el Torneo de La Habana de 1965. Antes de empezar dicho torneo Bobby Fischer y el presidente cubano Fidel Castro intercambiaron unos telegramas. El primero de Fischer a Castro decía: "Dirijo mi protesta contra la noticia publicada hoy en el "New York Times", en la que se hace mención a una especie de victoria propagandística y, en estas circunstancias, me veo obligado a retirarme del Torneo Conmemorativo de Capablanca. Acudiré al torneo sólo bajo la condición de que envíen inmediatamente un telegrama declarando que ni usted ni su Gobierno harán de ello un capital político y que en el futuro no aparecerá ningún comentario político relacionado con mi participación". El segundo fué la respuesta de Fidel Castro a Fischer, con el siguiente texto: "Acabo de recibir su telegrama. Estoy sorprendido porque me atribuye cierto tipo de comunicado relacionado con su participación en el torneo. No he dicho ni una sola palabra sobre ello. Lo conozco únicamente por su comunicado telegráfico a través de una agencia periodística estadounidense. Nuestro país no necesita "victorias propagandísticas" de ese tipo. Es asunto suyo si quiere participar o no en el torneo. Pero sus palabras son injustas. Si tiene miedo o quiere cambiar de parecer y no jugar será mejor que se busque otro pretexto y tenga el valor de ser honesto". Finalmente del Departamento de Estado de Estados Unidos no le concedió el visado a Fischer para viajar a Cuba y éste acepto jugar el torneo a través del telégrafo. Bobby jugaba desde la sala del club de ajedrez Marshall de Nueva York y sus jugadas eran enviadas a La Habana, a 2000 kilómetros de distancia. Al final, el torneo lo ganó Smyslov, y Fischer, jugando de esta curiosa forma, compartió el segundo puesto con Ivkov y Geller.
 De este singular torneo os dejo la partida que Fischer ganó al que al final resultaría vencedor del torneo, el ex-campeón mundial Vassily Smislov:


   Y de ese mismo torneo es la siguiente posición de la partida Doda-Fischer, donde las negras, a las que les toca jugar, se impusieron rápidamente:


SOLUCIÓN
1...,Da1+!, que lleva al mate. Si 2.Tf1 (2.Af1,Tg1++),Cxf1, y las negras amenazan la devastadora jugada 3...,Cg3, mate a la descubierta.

   Posteriormente ganó el Campeonato de los Estados Unidos de 1965, con un punto de ventaja sobre Reshevsky y Byrne. En 1966, quedó segundo, por detrás de Spassky, en el Torneo de Santa Mónica, conocido como la Copa Piatigorsky, que organizaba la esposa del famoso violonchelista y que tenía el mayor fondo de premios de toda la historia, hasta ese momento, con más de setenta y cinco mil dólares, en el que se enfrentaron los ocho jugadores más fuertes de entonces. Después de la primera vuelta del torneo, Fischer estaba penúltimo en la clasificación, pero una gran remontada le llevó a empatar en la tabla con Spassky antes de su enfrentamiento con este último. Durante la partida que les enfrentó casi mil personas llenaron la sala Nautilus del hotel Miramar, donde se jugaba el torneo. Nunca antes había habido tantos espectadores como en esa penúltima ronda. La partida acabó en tablas y en la última ronda Spassky se llevó el torneo al ganar a Donner, mientras que Fischer entabló con Petrosian.

Fischer-Castro, Olimpiada de La Habana,1966.
   La siguiente cita de Fischer fué la Olimpiada de la Habana de 1966. En la segunda ronda , el sábado 5 de noviembre, estaba programado el encuentro URSS-EEUU. Estaba previsto que la partida entre Fischer y Petrosian comenzase a las 18 horas, porque en aquel momento se terminaba el "sabath" de Fischer, ya que éste respetaba la tradición judía. Pero surgieron problemas porque las demás partidas  empezaban a las 16 horas y el capitán del equipo soviético no aceptaba que la partida del primer tablero empezase con dos horas de retraso. Los americanos realmente hicieron acto de presencia a las 18 horas, y el árbitro les apuntó la derrota de 0:4. Su capitán, Donald Byrne, llamó urgentemente al presidente de la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos, Eidmund Edmundson, que amenazó con retirar su equipo de La Habana. En aquel tiempo "El noticiero de Moscú" escribió: "Fischer es muy conocido ya hace tiempo por su comportamiento extravagante. La gente esperaba que iba a cambiar, puesto que ya es un adulto, pero...". Al día siguiente el presidente de la FIDE, Folke Rogard, propuso un acuerdo amistoso, y los soviéticos aceptaron celebrar el encuentro el 14 de noviembre. Al final el encuentro terminó con la victoria de la URSS por 2,5 a 1,5, logrando Fischer unas tablas en el primer tablero donde se enfrentó finalmente contra Spassky.
El 19 de Noviembre Fischer jugó una partida amistosa contra el presidente cubano Fidel Castro, momento que recogen las fotografías anteriores, en la que el dirigente isleño salió vencedor, y tras la partida Bobby le regaló su libro autografiado "Fischer os enseña a jugar al ajedrez". Finalmente el equipo soviético ganó la Olimpiada con cinco puntos por delante de los americanos, que ocuparon la segunda plaza. Al final Petrosian fué el mejor primer tablero con un 88,45%, por delante de Fischer con un 88,22% de los puntos.
   Después de ganar los Torneo de Mónaco y Skopje de 1967, llegó el escándalo del Torneo Interzonal de Sousse, en Túnez, donde Fischer, por discrepancias con la organización, abandonó el torneo cuando iba lider, y en donde se jugó la famosa partida contra Reshevsky en la que Fischer llegó a la sala de juego cuando le quedaban menos de diez minutos para que le cayera la bandera y consiguió alzarse con el triunfo ante el asombro de propios y extraños. Podéis ver esa partida a continuación:


   Siguiendo con su comportamiento polémico, al año siguiente, en 1968, abandonó la Olimpiada de Lugano, descontento con la ilumminación y las condiciones de juego en la sala del torneo, por lo que el equipo norteamericano sólo consiguió un cuarto puesto. En 1970 se disputó en Belgrado el enfrentamiento URSS-Resto del Mundo, donde eludiendo toda polémica, Fischer accedió a jugar en el segundo tablero, cediendo el primero a Larsen, y donde se enfrentó a Petrosian, con un resultado particular de 3:1 a su favor, pero que en el cómputo general ganó la URSS por 20,5 a 19,5. Acto seguido participó en el Torneo de Herceg Novi de partidas rápidas,  donde se enfrentaron once grandes maestros y un maestro internacional a partidas de cinco minutos, logrando un holgado triunfo al conseguir 19 puntos de un total de 22, seguido en segunda posición por Tal, que logró 14,5 puntos. Más tarde, en ese mismo año, 1970, venció en el Torneo de la Paz, celebrado entre Rovinj y Zagreb, con dos puntos de ventaja sobre Gligoric, y después jugó el Torneo de Buenos Aires, en el que, entre otros, participaron jugadores de la talla de Tukmakov, Panno, Mecking, Reshevsky, Najdorf, Smyslov...

Smyslov, Najdorf, Panno y Fischer, Buenos Aires, 1970
   Fischer se alzó con el triunfo consiguiendo una puntuación de 15 de 17 puntos, superando al segundo clasificado, Tukmakov, en 3,5 puntos.
En este torneo, y llevando las piezas blancas, llegó a la situación reflejada en el siguiente diagrama en su partida contra Panno. Es el turno de Fischer. ¿Cómo consiguió la victoria?. ¡Es muy fácil!:


SOLUCIÓN
1.Dh7+,Rf8; 2.Dg8++.

   Posteriormente, en la Olimpiada de Siegen de 1970, la última en la que participó Fischer, sufrió una amarga derrota contra Spassky, que llevando las blancas logró vencerle en treinta y nueve jugadas. Al terminar la partida, Fischer, abatido, se levantó de la mesa y dijo en voz baja: "Tengo que esperar a la próxima oportunidad. Spassky tuvo suerte". El sueño de vencer a Spassky por primera vez en su carrera aún se demoraría un tiempo.
   Poco después, en el Congreso de la FIDE, se habló sobre la posibilidad de permitirle a Fischer la participación directa en el torneo Interzonal. No había participado en los dos últimos torneos: el de Amsterdam de 1964, donde se negó a jugar, y el de Sousse de 1967, donde abandonó el torneo cuando iba lider. Bobby perdió la votación, pero aún quedaba una última posibilidad, que era que uno de los tres jugadores estadounidenses ya clasificados, desistiese y Fischer ocupara su puesto en el Interzonal de Mallorca. Y eso es lo que ocurrió, ya que Benko cedió su puesto a Fischer por una buena compensación económica que le dió la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos.

Pal Benko
   Bobby Fischer sabía lo que le debía a Benko por brindarle la oportunidad de luchar por conseguir su sueño de toda la vida, ser campeón del mundo, y a los dos les unió una amistad para toda la vida.
Y así fué como Robert James Fischer se encontró jugando el Interzonal de Palma de Mallorca de 1970. En la primera ronda sólo consiguió tablas contra la Caro-Kann de Hubner y en la segunda ganó a Smyslov. En la tercera ronda consiguió una rápida victoria contra Addison. Luego ganó a Filip, Hort y Reshevsky y después de la sexta ronda era claramente primero con 5,5 puntos. Siguieron unas tablas con Matulovic y la primera y última derrota en el torneo: contra Bent Larsen. Antes de su encuentro contra Geller, éste iba lider con 8 puntos, seguido de Fischer con 7,5. Bobby había perdido sus tres últimas partidas contra Geller, que después de siete jugadas ofreció tablas. Fischer sonrió ante dicha oferta y después de dos jugadas Geller tuvo serias dificultades y necesitó una hora para ejecutar la siguiente jugada. La partida fué aplazada con un peón de menos para Geller, que perdió en la reanudación en la jugada 71. De esta forma, Fischer se colocó otra vez en el primer puesto y se quedó allí hasta el final. Logró una impresionante victoria con 3,5 puntos de ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores: Larsen, Geller y Hubner, y 4,5 sobre los siguientes: Taimanov y Uhlmann. A tenor de este resultado, el gran Miguel Najdorf comentó: "A partir de ahora Bobby Fischer tendrá que dar a todos dos puntos de ventaja al principio de cada torneo, para que sea más interesante...".
Seguidamente podéis disfrutar de la partida Geller-Fischer, de este Interzonal:


   De este modo, quedaron determinados los encuentros de candidatos al título mundial que ostentaba Spassky y que darían comienzo en mayo de 1971. Korchnoi jugaría con Geller en Moscú., Larsen y Uhlmann en Las Palmas, Petrosian y Hubner en Sevilla y Fischer contra Taimanov en Vancouver.
El camino para llegar ante Spassky comenzaba para Fischer, pero eso lo trataremos en la siguiente entrega...La de hoy la cerraré con una frase de Fischer que muestra claramente su forma de ser, cuando dijo: "Soy un individuo detestable. Mis ideales son el ajedrez y el dinero. Quiero ser riquísimo. Todos quieren serlo, pero ninguno lo dice. ¿Es pecado?".


  

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