El pasado día diecisiete, se cumplieron cuatro años de la muerte del que seguramente sea el mejor jugador de la historia del ajedrez, el incomparable Robert James Fischer, y por tal motivo aprovecharé la ocasión para tratar de rendirle, desde estas líneas del blog, un modesto homenaje a tran gran figura. Cuando nació un nueve de marzo de 1943, a las 14.39 horas, en el hospital "Michael Reese" de Chicago, en el Estado de Illinois, nadie podía imaginarse que aquel niño, años más tarde, se convertiría en la mayor leyenda del ajedrez, en el jugador mítico que estaba llamado a cambiar las estructuras de este milenario juego y en el personaje más carismático y enigmático del tablero damasquinado. En 1949 la familia de Fischer se trasladó a vivir a Nueva York, y en el bajo del edificio de cuatro pisos donde se instalaron, se encontraba una tienda de dulces. Allí su hermana Joan, que por entonces tenía once años, compró unas figuras de curioso aspecto, según sus propias palabras, y le enseñó los primeros movimientos a Bobby, que tenía seis años, siguiendo las instrucciones que iban con el ajedrez. A partir de entonces, el ajedrez se convirtió en una obsesión para ese niño. Empezó a estudiar un libro que contenía muchos problemas, según contó más tarde su madre Regina Vender, y desde que se hizó con ese libro, ya ni contestaba cuando alguien se dirigía a él. Viendo los progresos que hacía su hijo y la facilidad con que derrotaba a su hermana Joan, Regina escribió en 1951 una carta a la revista "El Águila", de Brooklyn, solicitando ayuda para su hijo, y el redactor de la sección de ajedrez, Herman Helms, le aconsejó que llevara a Bobby a la biblioteca de Brooklyn donde encontraría algunos chicos con los que jugar y en donde iba a disputar unas simultáneas el maestro Max Pavey. Bobby perdió en quince minutos la dama y la partida, pero allí, Regina encontró al primer profesor de ajedrez de Fischer, el presidente del Club de Ajedrez Brooklyn, Carmine Nigro. Bobby se hizo miembro del club y fué perfeccionado su juego junto a los otros alumnos del Sr. Nigro. El maestro Harold Suesman también daba clases a un grupo de chicos, y la primera partida oficial de Fischer se produjo en un enfrentamiento entre estos dos grupos: por una parte los de Carmine Nigro y por otra los de Suesman. Ganó el grupo de Fischer por 5 a 3, consiguiendo Bobby una victoria y unas tablas con Raimund Suesman, el hijo del profesor de ajedrez. La leyenda acababa de comenzar...
En 1956 consiguió su primer éxito de importancia al ganar el Campeonato Juvenil de los Estados Unidos, disputado en Filadelfia, ganando ocho partidas, empatando una y perdiendo otra, y como premio le dieron una máquina de escribir. Poco después, con trece años de edad, participó en el Torneo de Rosenwald de Nueva York, donde consiguió su famosa victoria, conocida como "la partida del siglo", frente a Donald Byrne, al que venció en cuarenta y una jugadas sacrificando valientemente la dama, y que Fischer la consideró siempre una de sus favoritas.
A continuación os dejo una imagen de la planilla original de la referida partida, escrita por la mano del propio Fischer y después la partida para que la podáis disfrutar.
En 1958 se convirtió en el Gran Maestro más joven de la historia (hasta ese momento, claro) al terminar sexto en el Torneo de Portoroz y clasificarse así, con tan sólo quince años, para el Torneo de Candidatos, que se disputaría al año siguiente en Bled, y que junto con Tal, Gligoric, Benko, Petrosian, Olafsson, Keres y Smyslov, iba a decidir el rival del campeón Botvinnik. Allí acabaría en un discreto sexto lugar, y es que Fischer aún no estaba preparado para luchar realmente por lo que se había convertido en su sueño: llegar a ser campeón mundial.
Más tarde participó en la Olimpiada de Ajedrez en Leipzig, en 1960, donde se vivieron dos divertidas anécdotas con Tal. La primera ocurrió después de su partida, que termino después de una gran lucha en tablas, de la que dijo Ficher: "Tal no ha jugado mal", a lo que el propio Tal respondió: "Es la primera vez que Bobby reconoció que no juego mal, después de siete encuentros que tuvimos. De haber ganado, por una casualidad, esta partida, quizás dijese que mi juego es genial", y la segunda anécdota ocurrió durante el banquete de clausura, cuando Fischer se acercó un momento a Tal y le pidió que le permitiese leerle la mano. Tal le dió la mano y Fischer le "leyó" su destino ajedrecístico: "-Usted es un jugador extraordinariamente bueno. Incluso le veo el título de campeón mundial, pero aquí pone que va a perder ese título contra un joven gran maestro de Estados Unidos". Fischer, naturalmente, estaba pensando en sí mismo, pero Tal reaccionó rápidamente y le dió enseguida la mano a Lombardy, integrante del equipo americano, y le dijo: "-Te felicito, William, porque eso quiere decir que tú vas a ser el nuevo campeón del mundo".
Después jugó el gran Torneo internacional de Bled, en 1961. Bobby reservó, con dos meses de antelación, la misma habitación en el hotel Toplice donde estuvo alojado durante el Torneo de Candidatos. Antes de empezar la segunda ronda, en vísperas de su partida más importante, la que iba a jugara contra Mijail Tal, estuvo dando un paseo por el lago Bled en barca con el famoso periodista Dimitri Bjelica, gran amigo de Fischer, que cuenta que estuvo muy sumido en sus pensamientos, y sólo decía de vez en cuando: "-Me vengaré de él". Tal se equivocó en el sexto movimiento y estuvo paseándose por la sala diciendo que estaba perdido. Después se acercaba a la mesa y fumaba un cigarrillo tras otro. Fischer conquistó un peón y miró de reojo a Tal. Estaba a punto de ganarle al gran rival por primera vez, y seguramente estuvo acordándose de la última partida del Torneo de Candidatos, cuando tenía la victoria al alcance de la mano, pero que no pudo lograr en parte gracias al juego de farol que llevó a cabo Tal haciendo que Fischer no jugara el movimiento ganador 22.Tae1 (para más detalles y disfrutar de la partida podéis ver la entrada del blog del 29 de junio de 2011, Jugando de farol). Pero en esta ocasión llegó la venganza, en el movimiento cuarenta y siete, Tal firmó la derrota y se oyó un gran aplauso en la sala, mientras Bobby daba tímidamente las gracias.
Seguidamente podeís reproducir la partida completa:
Más tarde en la sexta ronda derrotó a Geller, en la decimosexta hizo tablas con Keres y en la decimoséptima venció a Petrosian al que puso en una red de mate. En la sala resonaban el aplauso y los gritos: "¡Bobby!, ¡Bobby!" y el árbitro del torneo, el Dr. Milan Vidmar, agitaba las manos con impotencia, porque el juego seguía en otras cuatro mesas y el público molestaba. Fischer consiguió crear una gran conmoción por la cual ese torneo iba a ser recordado, al ganar a tres grandes maestros soviéticos y entablar con un cuarto. Nadie había conseguido algo parecido antes. Al final Fischer fué segundo en el torneo con 13,5 puntos, a uno del ganador, Mijail Tal.
Después de acabado el torneo emprendió una gira de simultáneas por Bosnia acompañado del ya citado Dimitri Bjelica que cuenta como estando en Liublania, Fischer empezó a encontrarse mal con unos fuertes dolores en el vientre que le obligaron a acudir al hospital. Allí les dijeron que era recomendable trasladarlo al hospital de Banja Luka porque Bobby tenía una apendicitis aguda. Mientras entraban en la ambulancia, llegaron muchos aficionados y Fischer dijo tranquilamente: "-Imagínate, si me muero, ¿quién jugará con Botvinnik?". Para comprender cuanto amaba Fischer al ajedrez y hasta que punto era su obsesión basta decir que mientras la ambulancia corría hacia el hospital de Banja Luka, Bobby apretaba con una mano su tripa y en la otra tenía el libro de Keres "Mis mejores partidas".
Más tarde jugaría el Torneo Interzonal de Estocolmo, en 1962, donde se impuso brillantemente con 2,5 puntos de ventaja sobre los siguientes clasificados, Geller y Petrosian, quien se coronaría campeón del mundo un año después, pero en su posterior participación en el Torneo de Candidatos de Curaçao de ese mismo año sólo pudo alcanzar el cuarto puesto, por detrás de Petrosian, que ganó el torneo, Keres y Geller. Tras este fracaso escribió un artículo muy crítico, donde atacó a los soviéticos, en la revista "Sport Illustrated", por el que le pagaron mil dólares. En dicho artículo afirmaba que en el Torneo de Curaçao había un acuerdo secreto entre los jugadores soviéticos, de modo que ellos dejaban muy pronto sus partidas en tablas cuando jugaban entre sí. De ese modo regalaban uno al otro medio punto. El vencedor del torneo, Petrosian, reunió así, según Fischer, 5,5 puntos de un total de 17,5 que tuvo al final. Además, ellos deliberaban entre sí también mientras jugaban. Cuando Fischer jugaba con un representante soviético, todos estaban viendo la partida y comentaban algo. Por eso consideraba que los soviéticos habían actuado como un equipo aparte.
De este polémico torneo de Curaçao, os dejo a renglón seguido una bonita victoria de Fischer sobre Efim Geller.
Fischer-Geller, Curaçao 1962 |
Para terminar esta primera parte del homenaje a Fischer, os dejo con unas cuantas posiciones de esta época para que tratéis de emular al gran Bobby.
La primera de ellas corresponde a la partida Fischer-Sherwin, Campeonato de Estados Unidos, 1957-1958, en donde juegan las blancas. ¿Cómo remató Fischer la faena?
En la segunda posición sacada del encuentro Denker-Fischer, Nueva York, 1959-60, las negras juegan y ganan. ¿Véis cómo?
La tercera posición pertenece a la partida Fischer-Kupper, Zurich, 1959, y correspondiéndole jugar a las blancas, Fischer remató contundentemente la lucha:
En la última posición del enfrentamiento Fischer-Weinberger, Milwaukee, 1957, Fischer, a quien le tocaba jugar, decidió rápidamente el encuentro. ¿Tenéis la misma habilidad que Bobby?:
Terminaré esta primera parte del homenaje al inigualable Bobby Fischer con una cita suya: "El ajedrez es asunto de delicada valoración, que requiere saber cuándo hay que golpear y cuándo esquivar".
Magnifico, son pocas las paginas que cuentan con un visor de partidas, genial, un abrazo amigo.
ResponderEliminarAtte. Victor Berrospi
Ajedrez Profundo