El primer ejemplo que ilustra lo anteriormente explicado sería el siguiente estudio de L. Loewenton de 1953, en el que las blancas tienen que parar al peón negro de 'b3' y lograr coronar el propio de 'e6' para conseguir la victoria. Parece difícil, pero con un poco de precisión...:
El blanco empezó jugando 1.Cd5!,Rxd5; 2.Cf4+,Re4; 3.Cd3!,Rxd3; 4.e7,b2; 5.e8(=D),b1(=D); 6.Dg6+! y las blancas ganan, pues ganan la nueva dama de 'b1'.
La siguiente posición correspondiente a la partida Kondratiev-Arulaid, Campeonato de Estonia de 1956, hace uso del mismo "truco" que hemos visto en el ejemplo anterior. Quizás Kondratiev lo conocía, pues el estudio es de tres años antes, o simplemente hizo gala de una buena técnica y con gran exactitud se llevó el punto entero:
El siguiente diagrama está sacado de la partida Ullrich-Mühlmann, Encuentro Berlín-Leipzig, 1960:
"En un primer momento pensé que estaba perdido -escribió Ullrich- ¡pero entonces encontré la manera de hacer tablas!". Y así fué. En un primer momento el conductor de las blancas vió que perdía tras 1.Txa2?,Txa2; 2.g8(=D),Th2+, pero encontró la siguiente precisa maniobra que le permitió salvar medio punto de manera brillante comenzando con 1.g8(=D),Txg8; 2.Rxg8,c2; 3.Rg7,Re6; 4.Rg6,Re5; 5.Rg5,Re4; 6.Rg4,Re3; 7.Rg3
7...,Rd3 (si 7...,Rd2; 8.Txa2 con tablas); 8.Rf3,Rc3; 9.Re3,Rb2; 10.Rd2!,Rxa1; 11.Rc1 y ¡ahogado!.
Fijémonos ahora en la siguiente posición del encuentro Poethko-Fiebiger, Spremberg 1958:
Aquí las negras esperaban 1.a8(=D),b1(=D)+, con probables tablas, pero se encontraron con que el jugador blanco hizo gala de una precisión de relojero jugando tiunfalmente 1.Re5!,b1(=D); 2.c6+,Rxc6; 3.a8(=D)+,Db7; 4.Dxb7+,Rxb7; 5.Re6 y las negras abandonaron.
Otro bonito ejemplo de precisión lo encontramos en la partida Dziobek-Von Scheve, jugada en 1920, que vemos a continuación representada:
Parece a primera vista que este final es de tablas, porque no se ve la manera que tienen las negras para progresar, pero recordando el tema que estamos tratando hoy, descubriremos como el jugador que conducía las piezas oscuras ejecutó una maniobra tan exacta como un auténtico reloj suizo.
El siguiente diagrama está sacado de la partida Akobian-Krush, Primera ronda del Campeonato de Estados Unidos de 2003:
Pero Akobian se llevó la victoria jugando con precisión 5.Rd5,Rxa6; 6.Rd6,Cf8; 7.Ah6,Ch7 (si 7...,Cg6; 8.Re6); 8.Re6,Rb7; 9.Rf5 y las negras abandonaron.
El último ejemplo de hoy está sacado de la partida Sergeiev-Kotov, Campeonato de Moscú, 1935:
Las blancas llevan la ventaja de un peón, y las negras tienen posibilidades de empatar, pues les basta con cambiar su peón por uno blanco y dar un caballo por el otro peón o bien dar los dos caballos por ambos peones y entregar el propio. Guiado por todas estas consideraciones, Kotov propuso el empate, pero el jugador de las blancas no las aceptó y levantándose de su asiento, le dijo sonriente: "Ahí tienes un estudio, resuélvelo". Kotov analizó detenidamente la posición y encontró una posibilidad muy interesante: 1...c6!. "Ahí tienes tú otro estudio", le comentó ahora Kotov a Sergeiev, que continuó con 2.dxc6,Ce6+; 3.Re5,Cxg5; 4.Cf4,Re7; 5.Cd5+,Rd8; 6.Cf3!
"Resuelve este otro estudio", volvió a comentar Sergeiev en voz baja. Después de una profunda reflexión Kotov jugó 6...,Cf7+ (si 6...,Cxf3?; 7.Rd6,Rc8; 8.Ce7+,Rb8; 9.c7+ y el peón corona); 7.Re6,Cb6!! y Kotov abandonó con satisfacción su asiento porque el blanco pierde el peón y en consecuencia la partida es tablas, como así ocurrió tras 8.Ce7,Re8; 9.c7,Cd8+; 10.Rd6,Cc4+
y se firmaron las tablas tras 11.Rd5,Rxe7.
Después de todos estos ejemplos nadie dudará de las satisfacciones que nos reportará el que desarrollemos nuestro juego con esa precison de relojero que hemos podido apreciar a lo largo de esta entrada, y es que no olvidemos que "lo único bueno de equivocarse es la alegría que produce a los demás".
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