Sin duda que el embrujo que nos produce el ajedrez es tan sublime, que nos hace sentirnos grandes creadores durante unos minutos, y a eso se refiere Marcel Duchamp cuando dice: "No todos los artistas son ajedrecistas, pero todos los ajedrecistas son artistas".

Sin duda, también, que el ajedrez no lo es todo. ¿Qué decir de la música, por ejemplo? Por eso os he dejado una pequeña muestra de mi música favorita, para que la disfrutéis, si os apetece, mientras os sumergís en el fascinante mundo del ajedrez.

Ya en su dia el gran Tarrasch dijo: "Como el amor, como la música, el ajedrez tiene la virtud de hacer felices a los hombres".

Y olvidémonos de aquella otra frase de Oscar Wilde que decía: "Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez"...¡asusta!

Así que sin más dilación comenzemos este singular viaje a una tierra llena de peligros, en la que nos encontraremos a reyes enfrentados en un combate eterno, reinas poderosísimas y despiadadas, fortalezas sólidas e inexpugnables, obispos con gesto serio y mirada oblícua, ágiles corceles dispuestos a asestar coces mortales y valientes guerreros que nunca retroceden ante nada.

Estáis todos invitados, así que los que quieran pueden subir a bordo. Sin condiciones. Durante la travesía seremos testigos de inagotables maravillas y al llegar a puerto nos espera...la felicidad, sin duda.

BIENVENIDO. GRACIAS POR VISITAR MI BLOG.

miércoles, 6 de octubre de 2010

El sabio de los finales


   Hoy nos acompaña en nuestro viaje un insigne jugador: Yuri Averbach. Nacido en Kaluga (Rusia) el 2 de febrero de 1922, fué un jugador de primera fila después de la segunda guerra mundial y candidato al título mundial en 1953. Quinto en el torneo interzonal de Estocolmo-Saltsjöbaden en 1952, se clasificó merecidamente para el torneo de candidatos de Zurich, en el quedó décimo ex aequo (a 4,5 puntos del vencedor, el ruso Smyslov). Campeón de la URSS en 1954, por delante de Taimánov (con quien se caso su hija Jane), Korchnoi y Petrosian, fue también presidente de la Federación soviética de ajedrez entre 1972 y 1977. En 1956, se hizo Juez internacional de composiciones de ajedrez y en 1969 árbitro internacional. Averbach ha dado nombre a varias líneas de apertura, siendo quizás el más notable el sistema Averbach de la defensa india de rey.
    Es conocido también en el mundo del ajedrez por sus investigaciones y sus libros sobre los finales, en los que es un gran especialista. Así, tenemos en castellano un librito maravilloso titulado "Teoría de los finales de partida", un trabajo muy completo sobre "Finales de alfil y de caballo", también un libro muy divertido lleno de anécdotas "Lecturas de ajedrez" y un manual muy completo que escribió junto a Beilin "Viaje al reino del ajedrez", que fué libro de cabecera de figuras como Guélfand e Ivanchuk.
   A lo largo de su carrera, Averbach, tiene muchas anécdotas, siendo sorprendente la que ocurrió en el campeonato de Australia, mientras jugaba contra el varias veces campeón del país, Cecil Purdy. La partida estaba en el medio juego y Averbach "vió" que Purdy no podía enrocar largo porque el recorrido de la torre estaba amenazado por una pieza suya. Para su sorpresa, Purdy jugó O-O-O, y algo confuso le preguntó: -¿Es que se puede enrocar en esa posición?. Purdy miró sorprendido a Averbach sin saber si le estaba tomando el pelo y le contestó: -¡Naturalmente! ¡La torre cruza la casilla batida y no el rey!. El pobre Averbach no sabía donde meterse, y más al leer la prensa al día siguiente: "¡Escribe libros de ajedrez y, sin embargo, desconoce las reglas del juego!".
   Como muestra de su magnífica obra, os dejo el siguiente libro sobre los siempre difíciles finales de dama, para que podáis profundizar en ellos y así mejorar vuestra técnica:

 



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