Sin duda que el embrujo que nos produce el ajedrez es tan sublime, que nos hace sentirnos grandes creadores durante unos minutos, y a eso se refiere Marcel Duchamp cuando dice: "No todos los artistas son ajedrecistas, pero todos los ajedrecistas son artistas".

Sin duda, también, que el ajedrez no lo es todo. ¿Qué decir de la música, por ejemplo? Por eso os he dejado una pequeña muestra de mi música favorita, para que la disfrutéis, si os apetece, mientras os sumergís en el fascinante mundo del ajedrez.

Ya en su dia el gran Tarrasch dijo: "Como el amor, como la música, el ajedrez tiene la virtud de hacer felices a los hombres".

Y olvidémonos de aquella otra frase de Oscar Wilde que decía: "Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez"...¡asusta!

Así que sin más dilación comenzemos este singular viaje a una tierra llena de peligros, en la que nos encontraremos a reyes enfrentados en un combate eterno, reinas poderosísimas y despiadadas, fortalezas sólidas e inexpugnables, obispos con gesto serio y mirada oblícua, ágiles corceles dispuestos a asestar coces mortales y valientes guerreros que nunca retroceden ante nada.

Estáis todos invitados, así que los que quieran pueden subir a bordo. Sin condiciones. Durante la travesía seremos testigos de inagotables maravillas y al llegar a puerto nos espera...la felicidad, sin duda.

BIENVENIDO. GRACIAS POR VISITAR MI BLOG.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Spielmann o el arte del sacrificio

  

   Hace unos días, mi perro Dante, al que ya conoceréis de otras entradas del blog, me estuvo dando una pequeña lección sobre el sacrificio en el tablero. Para ello se valió de un estupendo manual que sobre dicho tema escribió, en 1935, Rudolf Spielmann: "El arte del sacrificio en ajedrez", en el que el autor comenta en la introducción: "La belleza de una partida de ajedrez se aprecia comúnmente, y con suficiente razón, de acuerdo con los sacrificios que tiene. El sacrificio: un consagrado ¡heroico concepto!. En elevado sentido caballeresco, el individuo se sacrifica en aras de una idea noble".

Rudolf Spielmann
   Rudolf Spielmann nació en Viena (Austria) en 1883 y murió en Estocolmo (Suecia) en 1942. Fué una de las grandes figuras de la primera mitad del siglo XX, y se le considera como el último jugador romántico. Spielmann, radicalmente opuesto a los principios científicos del campeón del mundo Steinitz, prefería las partidas de ataque con sacrificios brillantes. Estos sacrificios son los que ocupan el libro al que hacía referencia, en el que distingue entre dos tipos: los sacrificios simulados y los verdaderos. La diferencia consiste en que los sacrificios simulados involucran la pérdida de material y solamente por determinado tiempo; en cambio, en los sacrificios verdaderos, la cantidad de tiempo requerida para recuperar el material es indeterminado. Por lo tanto, un sacrificio simulado no involucra riesgo. Después de una serie forzada de movimientos, el jugador recobra el material empleado, con ventaja, o le da mate a su oponente. Las consecuencias de estos sacrificios fueron previstas al principio. Por el contrario, los sacrificios verdaderos son, para Spielmann, las inversiones en las que no se pueden calcular con certeza los réditos, y para los que hay que fiarse de la intuición, de la experiencia, del juicio de la posición, de la imaginación y del valor. Pese a que las horas de análisis puedan llevar a descubrir un fallo en este tipo de sacrificios, las soluciones a una partida deben hallarse ante el tablero, sin mover las piezas, sin poder rehacer las jugadas, y con la constante presión del reloj.
Consciente de sus límites, Spielmann declaró que pensaba que podía manejar el arte de la combinación tan bien como el campeón del mundo Alekhine, pero que por el contrario, no contaba con su talento para conducir las posiciones críticas.
   La posición que me estaba comentando Dante en la foto del principio, está encuadrada dentro de los sacrificios simulados, y corresponde a la partida Spielmann-Hönlinger, de su match jugado en 1929:


   Spielmann comenta de esta posición: "Las blancas se jactan de estar adelantadas y mejor desarrolladas. En verdad, únicamente las piezas menores están movilizadas, pero las fuerzas blancas presionan en el ala de rey, mientras la piezas negras, algunas son inefectivas y están mal colocadas. Esto también se aplica particularmente al caballo en 'a5'. En un sentido puramente posicional , las negras están muy bien situadas, además el peón alfil dama de las blancas está retrasado. El último movimiento de las negras ...,Cd5, es un intento prematuro para hacer énfasis sobre sus perspectivas posicionales. Además tendrían excelentes oportunidades si tuvieran tiempo de efectura ...,Af6; por tal razón la posición no está fuera de peligros para el primer jugador. Se requiere acción rápida y enérgica. La jugada de las negras ...,Cd5?, permite a las blancas su oportunidad; mientras que ...,Af6 es una continuación débil, además esta parte del tablero se vuelve peligrosa. Así que las blancas pueden oportunamente lanzar su más poderosa pieza a la lucha, con efecto decisivo".
   Las blancas jugaron 1.Dh5!,g6 (Si 1...,h6; 2.Axg7,Rxg7; 3.Cgf5+,exf5; 4.Cxf5+ seguido de mate en pocos movimientos y si 1...,f5; 2.Cexf5,exf5; 3.Cxf5,Cf6; 4.Dg5,g6; 5.Tfe1,Ac5; 6.Te6,Dd5; 7.Ch6+,Rg7; 8.Txf6,Dxg5; 9.Txg6++); 2.Cg4!


   2...,Af6. La única defensa contra la jugada 3.Ch6++.( No vale 2...,f6; 3.Axg6,hxg6; 4.Dxg6+,Rh8; 5.Ch5 ni tampoco 2...,Cf6; 3.Dh4,Rg7; 4.Cxf6,Axf6; 5.Ch5+,gxh5; 6.Dg5+,Rh8; 7.Dh6). 3.Cxf6+,Cxf6 (Si 3...,Dxf6; 4.Axf6,gxh5; 5.Cxh5, y el final de la partida lo ganan las blancas); 4.Dh6 (No 4.De5, porque las negras fuerzan el cambio de damas con 4...,Dd5!),Tc8; 5.Tad1,De7; 6.Tfe1,Ce8


   7.Cf5!,Dc5 (Si 7...,gxf5; 8.Axf5,f6; 9.Axe6+,Rh8; 10.Td7, ganando y si 7...,Dc7; 8.Af6!, tratando de ganar la dama por medio de 9.Ce7+; ni el caballo de 'f5', ni el alfil de 'f6' pueden capturarse; ni 'e7' puede recibir ningún refuerzo); 8.Te5,Ad5; 9.Ce7+!


   Y la partida termina con 9...,Dxe7; 10.Dxh7+,Rxh7; 11.Th5+,Rg8; 12.Th8++.

   Podéis reproducir toda la secuencia pinchando sobre la cruz:

(Ver partida)(Ocultar)


  La verdad es que es una bonita combinación llena de sacrificios, y es que como el mismo Spielmann dice: "El hombre posee en su condición  psicológica un algo romántico que es una de las tantas características que lo distinguen de las otras especies de la naturaleza, y el sacrificio, con sus riesgos, es y será siempre un poderoso imán que atrae al jugador puro que no teme al peligro".

   La victoria más brillante en la carrera de Spielmann posiblemente sea su primer puesto en el Torneo de Semmering de 1926, por delante de jugadores de la talla de Alekhine, Vidmar, Nimzowitsch, Tartakower, Rubinstein, Tarrasch, Reti, Gruenfeld y Janowski. También triunfó en los torneos de Baden de 1914, Göteborg y Estocolmo de 1919, Teplitz-Schoenau de 1922 y el Congreso de la Federación Alemana de 1927 y destacó sobresalientemente en los matches individuales derrotando entre otros a Nimzowitsch, Euwe, Bogoljubow, Tartakower, Mieses, Reti, Alapin, Landau, Petrov y Mikenas.

   Después de la clase magistral sobre los sacrificios, Dante me propuso unos ejercicios para que intentara resolverlos al estilo de Spielmann, y con permiso de mi perro, los reproduzco a renglón seguido para que también vosotros intentéis jugar como lo hacía este gran jugador combinativo.
   La primera posición está sacada de la partida Spielmann-Bogoljubov, jugada en su match de 1932 disputado en Semmering, y las blancas juegan y ganan:


SOLUCIÓN
1.Cf6+,Rh8; 2.Ag7+,Rxg7; 3.Cxe8+,Rh6; 4.Dxf7, y las negras abandonaron. La partida podría haber seguido con 4...,Cc5; 5.Df8+,Rg5; 6.Te3.

   La segunda posición corresponde a la partida Spielmann-Rubinstein, Karlsbad, 1911, donde las blancas juegan y ganan:


SOLUCIÓN
1.Cg6+,hxg6; 2.Dh8+,Cg8; 3.Ad6,Dd8; 4.Txg6,Cdf6; 5.Txf6,Txf6; 6.Txg7,y las negras abandonaron.

   El tercer diagrama refleja un fragmento de la partida Spielmann-L'Hermet, Magdeburgo, 1927 y siendo el turno de las blancas, éstas ganaron rápidamente:


SOLUCIÓN
1.g5,Cd7; 2.Dxh6,gxh6; 3.gxh6+,Rf8; 4.Tg8+,Rxg8; 5.h7+,Rf8; 6.h8(=D)++.

   La cuarta posición es del encuentro Spielmann-Gruenfeld, Karlsbad, 1929, y las blancas juegan y ganan:

 
SOLUCIÓN
1.h5,Ce7; 2.Axg7,Rxg7; 3.Dg5+,Cg6; 4.h6+,Rg8; 5.Df6, y las negras se rindieron.

   Para ir concluyendo, reproduzo a continuación la opinión que sobre Spielmann manifestaron grandes jugadores de ajedrez. Así Reti dijo: "El pasado ha muerto, pero en la historia del ajedrez Spielmann tendrá un lugar de honor como último mantenedor de la tradición romántica". Kujick opinaba: "Spielmann es el mejor combinador en el periodo 1908-1938". Le Lionnais decía: "De entre los jugadores de su tiempo, Spielmann ha sido el mayor demoledor de enroques". Suetin comentó: "Spielmann ha pasado a la historia como el rey de los gambitos" y Panov añadió: "Brillante maestro del ataque, jugaba con singular maestría el Gambito de Rey y la Partida Vienesa".

   A continuación os dejo un enlace para que podáis apreciar por vosotros mismos la calidad de su obra "El arte del sacrificio en ajedrez" y es que ciertamente mi perro tiene buen "olfato" para escoger los libros más interesantes:

  
    Y hoy terminaré con dos frases: la primera del propio Rudolf Spielmann: "Un buen sacrificio es uno que no es necesariamente notable, pero deja a tu oponente deslumbrado y confundido". Y la segunda de otro de los grandes genios de la combinación y de los sacrificios, Mijail Tal: "Hay tres tipos de sacrificios: los correctos, los incorrectos y los míos".


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