Sin duda que el embrujo que nos produce el ajedrez es tan sublime, que nos hace sentirnos grandes creadores durante unos minutos, y a eso se refiere Marcel Duchamp cuando dice: "No todos los artistas son ajedrecistas, pero todos los ajedrecistas son artistas".

Sin duda, también, que el ajedrez no lo es todo. ¿Qué decir de la música, por ejemplo? Por eso os he dejado una pequeña muestra de mi música favorita, para que la disfrutéis, si os apetece, mientras os sumergís en el fascinante mundo del ajedrez.

Ya en su dia el gran Tarrasch dijo: "Como el amor, como la música, el ajedrez tiene la virtud de hacer felices a los hombres".

Y olvidémonos de aquella otra frase de Oscar Wilde que decía: "Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez"...¡asusta!

Así que sin más dilación comenzemos este singular viaje a una tierra llena de peligros, en la que nos encontraremos a reyes enfrentados en un combate eterno, reinas poderosísimas y despiadadas, fortalezas sólidas e inexpugnables, obispos con gesto serio y mirada oblícua, ágiles corceles dispuestos a asestar coces mortales y valientes guerreros que nunca retroceden ante nada.

Estáis todos invitados, así que los que quieran pueden subir a bordo. Sin condiciones. Durante la travesía seremos testigos de inagotables maravillas y al llegar a puerto nos espera...la felicidad, sin duda.

BIENVENIDO. GRACIAS POR VISITAR MI BLOG.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Cuatro años sin Bobby Fischer (y IV)


   Un hombre a punto de alcanzar su sueño. Ese era Bobby Fischer el día once de Julio de 1972, cuando empezó lo que se llamaría el match del siglo, en donde se decidiría quien sería el futuro campeón del mundo de ajedrez. Frente a él, el actual campeón, el soviético Boris Spassky. Atrás quedaban varios momentos en los que la celebración del encuentro estuvo colgando de un hilo. Una vez solventado el problema de la sede, que finalmente se acordó que se disputara en Reikiavik, la capital de Islandia, el 1 de Julio, a las 20 horas se celebró una fiesta inaugural del campeonato, en el Teatro Nacional de la capital islandesa. Allí estaba Max Euwe, el presidente de la FIDE y Boris Spassky, pero el asiento de Fischer estaba vacío, ya que no se había desplazado hasta la isla, y el comienzo de la primera partida tuvo que ser aplazado. Fischer no estaba de acuerdo con las condiciones económicas, aunque el fondo para premios era mayor que nunca, ciento veinticinco mil dólares, pero Bobby exigía el 30% de los ingresos del encuentro en concepto de venta de entradas y derechos de retransmisión. Las condiciones para los jugadores eran muy buenas. Cada uno de ellos disponía de un confortable bungalow, con un servicio de hotel de primera clase, además de una cantidad para sus gastos diarios. El local de juego era la sala "Laugardal", donde el aforo de 3.500 espectadores se había reducido a 2.500, y las butacas del público estaban a conveniente distancia del escenario. El 2 de Julio, a las 17 horas, fecha prevista del inicio del match, la partida se suspendió ante la ausencia de Fischer, al que se le dió un ultimátum para que hiciera acto de presencia en Reikiavik el día 4 de Julio, según se acordó tras largas discusiones entre los organizadores, el presidente de la FIDE y el árbitro del encuentro, el alemán Lothar Schmid, que ya arbitró el último match entre Fischer y Petrosian en Buenos Aires, y en caso contrario sería descalificado. El día 3 de Julio ocurrió algo inesperado. Max Euwe comunicó que había recibido una llamada telefónica desde Londres, en la que el banquero y presidente de la asociación de los amantes del ajedrez, Jim Slater, le dijo que quería salvar el match y que ofrecía a Fischer y Spassky una suma igual al 30% de los ingresos, que era la reclamación del americano. La cantidad ofrecida ascendia a unos ciento veinticinco mil dólares, lo mismo que el fondo de premios, por lo que en total, éste, quedaba fijado en doscientos cincuenta mil dólares. ¡Una cifra increible!
Jim Slater
-La FIDE está al margen de esta oferta - matizó su presidente, el holandés Max Euwe - porque así se aumenta el fondo de premios, pero saludo este gesto. La oferta ha sido enviada a Fischer y espero que diga que la acepta y que llegue antes del martes por la tarde.
Mientras tanto Fischer declaraba: "Me encuentro bien, pero mantengo mi exigencia. No me iré de Nueva York hasta que no reciba un certificado escrito de que voy a recibir el 30% de los ingresos. Además, pido el derecho a tres aplazamientos de partidas durante el match, lo que significaría que este primero no cuenta". Chester Fox, que había comprado los derechos de hacer una película y de hacer fotografías en la sala comentó que si Fischer no llegaba, perdería mucho dinero. Se habían firmado muchos contratos de negocios en torno a este duelo. Los islandeses también vendieron los derechos para la televisión, porque la televisión islandesa no funcionaba todo el mes por vacaciones colectivas. Fischer sabía muy bien que todo eso se había convertido en un gran negocio gracias a él más que a nadie y por eso pedía cada vez más. Al final el 4 de Julio, a las 6.46 hora local, el aeropuerto de Reikiavik estaba ocupado por más de cien personas, la mitad de ellos periodistas, que esperaban ansiosos la llegada de Fischer. Cuando el vuelo 202 de la compañía aérea islandesa aterrizó, se produjo un gran alboroto, y por fin lo que todo el mundo estaba esperando con el alma en un puño, ocurrió. Bobby Fischer salió del avión acompañado por Lombardy, que iba a ser su ayudante, y su abogado Marshall que le representaba.

Bobby Fischer bajando del avión
    El 5 de Julio se celebró una rueda de prensa en la que Geller, segundo de Spassky, culpó al presidente de la FIDE de haber violado todos los acuerdos y exigía fuertes medidas contra Fischer. Euwe reconoció sin rodeos no haberse atenido estrictamente a las reglas, por motivos que ya no necesitaba discutir, y que condenaba la conducta de Fischer. En la mañana del 6 de Julio, Spassky recibió una carta de disculpa del norteamericano, en la que decía: "Querido Boris, acepte usted, por favor, mi sincera disculpa por mi irrespetuosa conducta al no comparecer en la ceremonia de apertura. Simplemente, me deje arrastrar por mi pequeña disputa con los organizadores islandeses sobre el dinero. He ofendido a usted y a su país, la Unión Soviética, donde el ajedrez ocupa un puesto tan preponderante. También me disculpo gustosamente ante el doctor Max Euwe, presidente de la FIDE, los organizadores del match en Islandia, los millones de apasionados amigos del ajedrez que hay en todo el mundo y especialmente los miles de partidarios y numerosos amigos que tengo en los Estados Unidos. Sé que usted es un deportista y un caballero, y en especial me alegro de poder jugar con usted partidas siempre interesantes. Suyo afectísimo, Bobby Fischer".


   Se convino celebrar el sorteo de piezas a las ocho de la tarde. Con tres cuartos de hora de retraso, al fin compareció Fischer, que de manos de Spassky sacó las negras. Se hizo público que la primera partida empezaría el 11 de Julio, a las 17 horas, y ese día y a esa hora se alzó el telón del ansiado match por el campeonato del mundo. La primera partida la ganó Spassky, después de que en la jugada 29, en una posición de tablas, Fischer sacrificó innecesariamente un alfil por dos peones.

El "error" de Fischer
   Preguntado por Najdorf sobre esa jugada, Fischer explicó: "Todos dijeron que era un error haber sacrificado el alfil, creían que no me había dado cuenta de que lo perdía. Pero yo lo había visto todo. Sin ese sacrificio hubieran sido tablas. También con el alfil podía haber acabado en tablas, pero he intentado sorprender a Spassky. Así había más posibilidades de que se equivocase. Después dejé escapar tres veces las tablas y cometí un error en la jugada 41, sólo una jugada antes del control del tiempo. De haber querido tablas no hubiera sacrificado el alfil. Ése era el mejor movimiento...". El 13 de Julio volvió a surgir otra crisis. Fischer se hizo esperar inútilmente, y transcurrido el tiempo de espera de una hora, y conforme a las reglas, se le declaró perdida la segunda partida por incomparecencia. El marcador se situaba 2-0 a favor de Spassky.


   Fischer no se presentó a esta segunda partida como protesta porque las cámaras de televisión del equipo de Chester Fox ,que filmaban el match, hacían mucho ruido y le molestaban y él ya había advertido a la organización que no toleraría ningún tipo de molestias al respecto. Bobby exigió a la comisión del torneo que se revocara la decisión de darle por perdida la segunda partida, pero aquélla confirmó la resolución del árbitro principal Lothar Schmid, y Fischer aceptó finalmente la derrota a cambio de "algunas pequeñeces": debería suspenderse la filmación (al final, sólo se filmó la octava partida, secretamente para demostrar que la cámara operaba sin ruido alguno), se le concedería un coche deportivo con marcha automática, una piscina de agua caliente y su propia pista de tenis. La sala de juego sería reequipada, reemplazándose el tablero, pues el contraste entre casillas blancas y negras era insatisfactorio, se instalaría en el escenario un difusor de luz adquirido en Chicago, se le llevaría regularmente al escenario zumo de naranja natural y cuando se dirigiese a la sala de juego ¡todos los semáforos debían tener luz verde a su paso!. A parte de todas estas demandas, Fischer sólo estaba dispuesto a continuar el match si la tercera partida se disputaba a puerta cerrada. Al final, el árbitro Lothar Schmid, salvó el match al persuadir a Spassky de que aceptase la petición de Fischer, y así, la tercera partida se jugó fuera de la vista del público, en una pequeña habitación situada detrás del escenario.


   Spassky debería haber rehusado. Si se hubiera empeñado, lo habría conseguido. Fischer percibió donde podía presionar y la derrota final de Spassky de debió en gran parte al hecho de que perdió el duelo psicológico. No se trataba tanto de que Fischer cambiase las condiciones del match, sino sencillamente de que había desequilibrado a Spassky. Comenzó dictando las condiciones fuera del tablero y acabó dictándolas dentro de él. Al respecto de este incidente el propio Spassky explicó: "Unos días antes de la tercera partida hablé por teléfono durante media hora con Pavlov, el presidente del Comité de Educación Fisica y Deportes soviético, quien me dijo que debía plantear un ultimátum que ni Fischer, ni los organizadores, ni el presidente de la FIDE hubiesen aceptado, con lo que el match se habría abortado. Toda la conversación fue un interminable intercambio de dos frases: "¡Boris Vasilievich, debe plantear un ultimátum!". "Sergei Pavlovich, ¡jugaré el match!". Después de esta conversación, me tumbe en la cama durante tres horas. Estaba agotado. Salvé a Fischer al jugar la tercera partida. En esa partida sellé prácticamente mi capitulación para todo el match".


   Esta crucial tercera partida fué ganada por Fischer, que después se impuso en la quinta, sexta, octava y décima, situando el marcador en un claro 6,5 a 3,5. La sexta partida fué calificada por Fischer como la mejor del match, y desde luego no hay nada que reprocharle. Al final de la misma el propio Spassky se sumó a los aplausos que el público de la sala brindó al genio norteamericano. Podéis seguir esta extraordinaria partida seguidamente:



   Spassky recortó distancias imponiéndose en la undécima y más tarde Fischer se anotó el punto en la decimotercera, de la que Bronstein, años después dijo: "De todo el match, considero que la 13ª partida es la más atractiva. Posiblemente porque incluso hoy, cuando la reproduzo por enésima vez, soy incapaz de entender los motivos subyacentes en este o aquel plan, o incluso algunas jugadas aisladas...Como una misteriosa esfinge, sigue fustigando mi imaginación". ¡Veámosla!:


   Seguidamente vinieron una serie de tablas, hasta que antes del inicio de la decimoséptima partida, el segundo del campeón, Efim Geller, hizo circular un comunicado de prensa que creó mucho alboroto. Se refería a la posible "influencia sobre Boris Spassky con ayuda de elementos electrónicos o sustancias químicas, que podrían encontrarse en la sala de juego". Se prestaba especial atención a la "silla de Fischer y a la iluminación especial del escenario, dispuesta según las instrucciones del bando americano". Según testigos presenciales, cuando le mostraron la carta de Geller a Fischer, éste partió la carta, riéndose, pero los organizadores se tomaron la declaración en serio e hicieron examinar la silla con rayos X, pero los resultados demostraron que la silla no tenía nada extraño y en las lámparas sólo se encontraron dos moscas muertas, lo que propició que el corresponsal del The New York Times, Harold Schonnnberg, escribiera irónicamente: "Alguien ha sugerido que debería practicárseles la autopsia. ¿Murieron las moscas de muerte natural? ¿O la causa de su muerte fue un mortífero rayo americano? ¿O tal vez fallecieron tras haber lamido el peón envenenado de la Defensa Siciliana?".


   Después de entablar en la 17ª, 18ª, 19ª y 20ª, se llegó a la partida número 21 del encuentro, que fué aplazada en la posición que refleja el siguiente diagrama, correspondiéndole sellar la jugada secreta a Boris Spassky, que conducía las piezas blancas:


   Esta es la posición final de este histórico encuentro, ya que Spassky abandonó sin reanudar la partida. El último movimiento de Fischer fué 40...,h6-h5, y la jugada secreta del ruso había sido 41.Ad7, y de ese modo ganarían las negras fácilmente por medio de Rg4 seguido de h4-h5+. Spassky mostró antes del banquete de clausura, análisis que debían demostrar que con 41.Rh3, aún se llegaba a tablas. Porque se sigue entonces 41...,Txf2; 42.Ac4 (amenazando 43.a5),Ta2; 43.Ae6 y no es seguro que las negras pudiesen reforzar su posición.
De este modo, con un resultado final de 12,5 a 8,5 (+7 =11 -3), Bobby Fischer alcanzo su sueño y se proclamó el undécimo campeón del mundo de ajedrez. Era el día uno de Septiembre de 1972, y dos días después se celebró la ceremonia de clausura, donde el presidente de la FIDE lo coronó oficialmente colocándole una corona de laurel, cuyas hojas procedían de un abedul plateado islandés.


   Nikolai Krogius, que actuaba de ayudante de Spassky en Reikiavik, y que es autor de un interesantísimo libro titulado "La psicología en ajedrez" en el que como eminente psicólogo que era, además de gran ajedrecista, examina los factores psicológicos que influyen en el desenlace de las partidas, relata un interesante momento de este acto de clausura que refleja muy bien el carácter de Fischer: "Tras entregarle el sobre con el cheque del premio, Euwe extendió su mano, pero Fischer no tiene prisa. Abre el sobre y estudia minuciosamente el cheque. La mano de Euwe sigue suspendida en el aire. Por fin, tras convencerse de que todo está en orden, dobla cuidadosamente el cheque y lo coloca en el bolsillo interior de su chaqueta. Después de esto, estrecha la mano del presidente y rápidamente vuelve a su mesa, donde se concentra en su filete, pero rechaza con firmeza una copa de vino. En el escenario, entretanto se suceden discursos en honor del nuevo campeón. Después de finalizar la comida, Fischer mira alrededor con aire ausente. De pronto, su mirada se ilumina y busca algo en el bolsillo interior de su chaqueta. ¿No irá a comprobar de nuevo el cheque? No. Extrae su gastado ajedrez de bolsillo, coloca una posición y, ajeno a cuanto sucede en torno suyo, pronto se sume en sus reflexiones".


   En esta divertida caricatura de la época se puede ver como Fischer se corona campeón, quitándole la corona de las manos a Euwe, que está sujetado por el delegado inglés de la FIDE, Golombek. A la izquierda está representado el equipo soviético: Geller, Krogius y el derrotado Spassky.
De esta forma Fischer se convirtió en la personificación viviente del sueño americano. Un chico de clase humilde había alcanzado la cima del reconocimiento público mundial, por sí solo, acabando con la hegemonía de muchos años de los rusos. Un auténtico milagro. Y así, fué recibido en los Estados Unidos como un auténtico héroe nacional.


   El alcalde de Nueva York ofreció a Fischer una medalla de oro conmemorativa declarando: "Al ganar la 21ª partida del match, el 1 de Septiembre de 1972, Bobby Fischer se ha proclamado undécimo campeón mundial de ajedrez, pero lo que es más importante, se ha proclamado el primer americano y el primer neoyorkino en ganar jamás el título. Muchos han regresado a Nueva York en diversas condiciones, pero nadie ha vuelto con el título de campeón del mundo de ajedrez. Además, ¡Bobby Fischer ha hecho llegar el juego a millones de personas! ¡América ha descubierto un nuevo juego, que se consideraba inaccesible para nosotros!


   Las palabras de respuesta de Fischer provocaron una sonrisa y una cerrada ovación: "¡Sr. Alcalde! ¡Amigos! En primer lugar, me gustaría acallar un rumor, indudablemente originado en Moscú: no es cierto que Henry Kissinger me haya telefoneado sugiriéndome jugadas en mis partidas. No pensé que llegaría un día en que el ajedrez aparecería en primera plana en nuestro país y, al mismo tiempo, sólo merecería un pequeño comentario en Pravda. ¡Y eso, indudablemente, ha sido culpa mía! ¡Todo depende de quién gane! Gracias". Sólo una semana antes, Bobby había declarado en la televisión islandesa: "¡Estoy encantado de haber vencido a los rusos! No tengo nada personal contra Boris Spassky, un hombre agradable, pero estoy muy satisfecho de haber podido arrebatarles el título mundial. Porque durante mucho tiempo lo consideraban como una propiedad suya. ¡Han matado el ajedrez con sus aburridos métodos de juego, sus aburridos matches y su aburrido país!.

   Y aquí acaba la leyenda del que podemos considerar el mejor jugador de la historia de ajedrez. Nunca sabremos las verdaderas razones, aunque se hayan barajado un sinfín de ellas, que llevaron a Bobby Fischer a renunciar a defender su preciado título de campeón del mundo, en 1975, frente al aspirante oficial Anatoly Karpov, que así se convirtió en el nuevo campeón sin disputar partida alguna. Ni sabremos nunca a ciencia cierta porque desde entonces Fischer se retiró de la práctica del ajedrez, y se aisló en su propio mundo, lo que hizo que creciera su aureola de personaje enigmático y misterioso.
   El resto de su biografía sólo aporta sombras negras sobre su extravagante persona: Volvió a las primeras páginas de la actualidad en mayo de 1981, cuando se supo que había sido detenido por la policía de Pasadena (California), en donde residía, cuando dando un paseo, fué confundido con un atracador de bancos. Pasó dos días en un calabozo y cuando al final fué puesto en libertad escribió: "Me hicieron pasar hambre y no me dieron nada de beber. Me desnudaron por completo. En ese estado me arrojaron a una fría celda, en la que había una corriente de aire y no tenía nada con que cubrirme. Para evitar congelarme, rompí un colchón de plástico y me metí dentro. Entonces, abrieron otro caso contra mí: ¡Daños a las propiedades de la prisión! Sencillamente no podía creer que aquí, en los civilizados Estados Unidos, los ciudadanos americanos pudiesen tratar de esa forma a otros ciudadanos americanos. Y todo eso sucedió sin que mediase un juez, sin acusación alguna contra mí. Mi único crimen era que no tenía nada que decirles a esos gángsters, ¡¡la policía de Pasadena!!. Es increíble, pero cierto...No podía quedarme callado. Así que escribí un libro: Cómo fuí torturado en la prisión de Pasadena".

Bobby Fischer en 1992
   Cuando todo el mundo había perdido la esperanza de volver a verle jugar, el mundo del ajedrez se vió conmocionado cuando en el verano de 1992 se anunció que Fischer jugaría un match de revancha con Spassky, coincidiendo con los veinte años de su anterior duelo de Reikiavik, en la isla yugoslava de Sveti Stefan.

Sveti Stefan
   El match se jugaría de acuerdo a la fórmula propuesta  por Fischer en 1975, y que la FIDE no aceptó en su momento: a diez victorias, y en caso de empate a nueve puntos, el campeón conservaría su título. Pero con la novedad de que no se permitían aplazamientos de las partidas y que por primera vez se utilizaron relojes electrónicos con incremento de tiempo (el reloj de Fischer, utilizado sistematicamente en la actualidad), fijándose el control de tiempo en 40 jugadas en 1 hora y 51 minutos, con un incremento por jugada de 1 minuto. Como "segundos" de Spassky estaban Nikitin y Balashov y de Fischer, el gran maestro filipino Torre.
El fondo de premios era de cinco millones de dólares, cantidad ofrecida por el banquero yugoslavo Jezdimir Vasiljevic, y según algunas fuentes a dicha suma también colaboró el presidente de la FIDE, Florencio Campomanes. El vencedor se llevaría 3,5 millones y el perdedor 1,5 millones. Fischer accedió a jugar en Yugoslavia desafiando abiertamente el boicot del Departamento de Estado de los Estados Unidos, debido a que las sanciones de la ONU contra Yugoslavia estaban vigentes, en castigo por la guerra de los Balcanes, y fue amenazado con una multa de 250.000 dólares, además de diez años de prisión si volvía a los EEUU.


   El día 1 de Septiembre de 1992, durante la rueda de prensa que ofreció antes de iniciar el match, escupió públicamente sobre la referida orden del gobierno americano que le impedía jugar en Yugoslavia, lo que le acarreó no poder volver más a su país y posteriores problemas legales que más tarde trataremos. El día 2 de Septiembre a las 15:30 horas, Fischer efectuó su primera jugada después de veinte años retirado del ajedrez activo. Lo que millones de aficionados de todo el mundo habían estado esperando durante tanto tiempo, por fin se hizo realidad. ¡¡Bobby Fischer había vuelto!!.


   Fischer inició el juego con su favorita '1.e4', y después de una apertura española, Bobby alcanzó el triunfo en 50 jugadas. Fué una buena partida que demostró que después de veinte años, Fischer aún estaba en forma y que como él mismo dijo antes de empezar el match, seguía siendo el campeón del mundo. Acontinuación os dejo el desarrollo de esta histórica partida:


   Después de treinta partidas, el 5 de Noviembre de 1992, Fischer ganó el duelo con un resultado de diez victorias, cinco derrotas y quince tablas, y volvió a ser coronado como rey del ajedrez.


   Después del match, Fischer fijó su residencia en Budapest, donde disfrutaba jugando y analizando partidas con la compañía de su amigo el Gran Maestro Andor Lilienthal, que estuvo presente como espectador en Sveti Stefan, y que siempre será recordado por su magnífica victoria sobre Capablanca en el Torneo de Hasting de 1935, con sacrificio de dama incluido, tal como se lo recordó Fischer al verle entre el público. (Sobre esta anécdota, podéis ver la partida en la entrada del blog de fecha 21 de Marzo de 2011, ¡Maldito peón!). En 1995, el presidente de la FIDE, Kirsan Ilyumzhinov, voló hasta Budapest para entrevistarse con Fischer y tratar de convencerlo de que regresara al ajedrez activo, para lo que le entregó 100.000 dólares que, según calculaba Fischer, le debía la editorial moscovita "Fizkultura i Sport" por la publicación en 1972 de su libro Mis 60 partidas memorables, ya que en esa época los derechos internacionales de autor no estaban reconocidos en la URSS. En esa entrevista, Fischer dijo que no estaba interesado en jugar ninguna partida con la, según él, vieja modalidad, y que sólo jugaría con las reglas del ajedrez aleatorio (Fischer Random) por él inventado, en el que la colocación inicial de las piezas se sortea antes de cada partida, jugándose después como en el ajedrez normal. En 1996, Bobby viajó a Argentina para promover esta modalidad de juego, que tiene la virtud de invalidar el conocimiento de aperturas del ajedrez regular.
Desde que jugó su match con Spassky de 1992 en la antigua Yugoslavia, desafiando al Gobierno de los Estados Unidos, empezaron sus problemas con la justicia americana, que no se vieron beneficiados con sus comentarios antisemitas que empezó a vertir de manera obsesiva, tales como que era contrario a "esos apestosos judíos" que, según decía, tenían bajo "total control" a Estados Unidos. Negaba categóricamente la existencia del Holocausto, y declaró a una emisora de radio de Filipinas, que el atentado del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York había sido "una noticia maravillosa", y que había llegado la hora "de acabar con Estados Unidos de una vez por todas".

Fischer detenido en Tokio
   La siguiente noticia que se tiene de Bobby Fischer es que había sido detenido el 16 de Julio de 2004, en el aeropuero Narita de Tokio, cuando se disponía a volar a Filipinas, por usar un pasaporte no válido, y las autoridades de inmigración japonesas lo interrogaron para saber la manera en la que entró en Japón, donde residia supuestamente desde 2002, junto a Miyoko Watai, la presidenta de la Asociación Japonesa de Ajedrez, con quien se habría casado. El gobierno americano solicitó la extradición de Fischer a los Estados Unidos bajo la acusación además de la utilización del pasaporte americano no válido, de evasión fiscal y blanqueo de dinero.
En Marzo de 2005, Fischer cumplió 62 años en la prisión de Ushiku, donde permanecía encerrado desde su detención en el aeropuerto. En Octubre de 2004 había telefoneado desde dicho centro penitenciario a su amigo islandés Saemi Palsson, que fué su guardaespaldas durante el mítico encuentro con Spassky de 1972, una de las pocas personas con las que no discutió entonces en Reikiavik, y con la que había conservado una buena amistad. Palsson viajó rápidamente a Tokio y en Islandia se formó un comité de siete entusiastas del ajedrez para presionar al gobierno islandés a concederle a Fischer la condición de exiliado. Tras muchas tensiones con el gobierno de los Estados Unidos, finalmente el Parlamento islandés, el 21 de Marzo de 2005, aprobó por unanimidad otorgarle la plena ciudadanía islandesa al genio del ajedrez Bobby Fischer, que tanta fama le había dado a la isla desde aquel lejano duelo de 1972. El 24 de Marzo de 2005 con todos los papeles en regla, Fischer abandona Japón, rumbo a Islandia, y durante el vuelo, acusa al presidente norteamericano George Bush de criminal, y al presidente de Japón de bastardo al servicio de los americanos.

Fischer a su llegada a Reikiavik en 2005
   Al bajar del avión, fué recibido por una multitud de seguidores que lo aclamaban, pero la imagen del Fischer envejecido, con la barba descuidada y el pelo enmarañado, estaba muy lejos de aquella otra de 1972, cuando descendió con paso firme por la escalerilla, dispuesto a acabar con la hegemonía soviética del ajedrez. Ahora llegaba huyendo del Gobierno de su país que años atras lo había recibido como un héroe y que ahora le amenazaba con acabar sus años en una prisión si regresaba a él. Tal vez llegó a Reikiavik para refugiarse del mundo, en esa pequeña isla del atlántico donde treinta y tres años atrás alcanzó su sueño y comenzó su leyenda.

La última foto de Fischer, sacada por su
amigo islandés Einar Einarsson
   Los últimos años de su vida, Fischer los paso solo, escuchando la radio, leyendo los periódicos y refugiándose muchas tardes en una pequeña librería de viejo llamada Bokin, próxima a su céntrico piso de Reikiavik, donde pasaba las horas leyendo, y que, según confesó a su propietario, le recordaba a una antigua librería a la que solía ir de niño en Brooklyn.
El 17 de Enero de 2008 Bobby Fischer, posiblemente el mejor jugador de ajedrez de la historia, fallecía a la edad de 64 años, curiosamente la misma cifra que casillas tiene el tablero de ajedrez. 

Iglesia de Selfoss
   Fué enterrado unos días después en el cementerio de la pequeña iglesia de Laugardalur, situada a las afueras de la población de Selfoss, situada 60 kilómetros al este de Reikiavik, con la sola presencia de su vecino Gardar Sverrison, un sacerdote católico francés que ofició el funeral, y de Miyoko Watai, la que decía ser su esposa, que había llegado desde Tokio.


   Según cuenta su amigo, el doctor Magnus Skulason, con quien Bobby pasó muchas horas de su retiro en Islandia: "Fischer veía la vida como la ve un niño pequeño, e, igual que un niño, siempre quería salirse con la suya y se enfadaba si se le negaba algo". Estuvo acompañandole en sus últimas horas de vida, y relata que las últimas palabras de Bobby Fischer, fueron, después de que le diera un masaje en los pies: "No hay nada que alivie el dolor como el calor humano".
   Para concluir esta cuarta y última entrega del homenaje a Robert James Fischer, os dejaré a continuación la partida número 30 de su match con Spassky de 1992, que le trajo luego tantos problemas, y que es la última partida de competición que jugó en su intensa carrera ajedrecística.
Recuerdo que en el inicio de ese match, que significaba la siempre esperada reaparición de Fischer, me encontraba de luna de miel en Tenerife, y allí rápidamente me compré un pequeño ajedrez magnético de bolsillo y todos los días compraba el periódico para poder seguir las partidas. Almudena nunca lo entendió, y aún hoy en día, al recordar la anécdota, dice que sigue sin entender que falta hacía comprar aquel pequeño tablero, que por cierto todavía conservo, en plena luna de miel. Pero estoy convencido de que todos vosotros, amables lectores del blog, lo entendéis perfectamente...
¡Disfrutemos de esa última partida que nos brindó Fischer!:


   Os dejo también dos interesantes libros para descargar. El primero es un magnífico y pormenorizado relato del match del siglo de 1972, y el segundo es el libro que le regaló Fischer a Fidel Castro durante la Olimpiada de La Habana de 1966:





   Preguntado una vez por quién era el mejor jugador de ajedrez del mundo, contestó: "Es agradable ser modesto, pero sería estúpido si no dijera la verdad. Es Fischer".
   Después de repasar toda su intensa biografía, estoy completamente convencido de una cosa, y es que, esté donde esté actualmente Bobby Fischer...¡estará jugando al ajedrez!



   Y es que como el mismo Fischer dijo una vez: "Todo lo que quiero en la vida es jugar al ajedrez".
Seguro que en la muerte también...


Robert James Fischer
Chicago, 9-III-1943 - Reikiavik, 17-I-2008
Campeón del mundo de ajedrez

 

lunes, 30 de enero de 2012

Cuatro años sin Bobby Fischer (III)


   Habíamos dejado a Fischer clasificado para los encuentros de candidatos donde debía medirse contra Taimanov en  Vancouver. Las negociaciones con Larry Evans para ser su ayudante no tuvieron éxito porque Bobby ponía dos condiciones: durante el match, el ayudante no podía ejercer de periodista y no podía estar acompañado por su esposa. En lugar de ayudante, Bobby tenía a mano a Edmundson, que se ocupaba de todo, salvo de jugar al ajedrez. Bobby ni lo necesitaba. Taimanov fué a Vancouver  acompañado por Vasiukov y Balashov, siendo el capitán de la delegación soviética Alexander Kotov. Taimanov no estaba contento con la sala de juego que era muy pequeña, y Fischer estuvo de acuerdo con él. Al no encontrar una sala que contentara a los dos, por fín, el presidente de la FIDE, Max Euwe, que se había desplazado hasta allí, tomo la decisión de que se jugara el match en el edificio de la Unión Estudiantil, que tenía una sala de cine para doscientos espectadores. Fischer, que ya estaba harto, dijo: "Juguemos, estoy dispuesto a hacerlo donde sea". Y de esta forma comenzó el encuentro, ganando Fischer las cuatro primeras partidas seguidas. Algo inaúdito en el mundo del ajedrez, teniendo en cuenta el nivel de su rival. Antes de empezar el match, Taimanov consideraba que sus posibilidades eran sólidas y ahora su principal pensamiento era poder conseguir, por lo menos, unas tablas. Pero en la quinta partida, sus esperanzas se desvanecieron, cuando en una posición igualada cometió el error más grande de su carrera, perdiendo una torre:

Taimanov-Fischer. Match de Vancouver, 1971. 5ª partida.
   En la posición que refleja el anterior diagrama, la quinta partida fué aplazada. El resultado esperado eran las tablas, pero en la reanudación ocurrió algo increible: 42.Axc5,Axc5; 43.Dxc5+,Rg7; 44.Tf1,De4; 45.Dc7+,Rh6 y ahora Taimanov jugó 46.Txf6??, con lo que Fischer ganó la torre y la partida tras 46...,Dd4+; 47.Tf2,Ta1+. ¡Increible, pero cierto!
Fischer aplazó la sexta partida con posición ganadora y Taimanov abandonó sin reanudarla. El escandaloso resultado final fué, por tanto, de 6-0 a favor de Fischer.Todo el mundo del ajedrez estaba sorprendido ante tal hazaña. Taimanov comentó tristemente: "Este match me recuerda a mi infancia. Errores de ese tipo los hacía únicamente de niño. Fischer introdujo unas novedades importantes en las aperturas de la segunda y cuarta partida. Ha merecido esta victoria, pero a mí todavía me queda mi música...".
En los otros matches Larsen había ganado a Uhlmann por 5,5 a 3,5., Petrosian a Hubner por 4 a 3 y Korchnoi a Geller por 5,5 a 2,5. Así que el próximo rival de Fischer sería Larsen, y el match se disputaría en los Estados Unidos, en la ciudad de Denver.


   El jugador danés, durante el Interzonal de Palma de Mallorca del año anterior, comentó: "Creo que en 1972 seré el campeón del mundo. Ganaré a Fischer en semifinales, con un punto de diferencia". No podía imaginarse lo equivocado que estaba.
El match empezó el 6 de Julio, a las 16 horas, y Fischer se anotó la victoria en la primera, segunda y tercera partida. A pesar de ello, la gente no podía creer que ocurriera un nuevo milagro y que Fischer consiguiera otro 6-0 contra un jugador como era Larsen. Pero después volvió a vencer en la cuarta...:

Larsen-Fischer. Match de Denver, 1971. 4ªpartida
   Larsen acababa de jugar 27.Tb1 y ahora Fischer remató la faena con un fortísmo ataque, empezando con 27...,Ch4!. Ahora si 28.Txc8,Txc8; 29.Dh3, parece que las blancas ganan una pieza, pero seguiría 29...,Tcf8; 30.Dxh4,Th6!, y las negras ganan la dama. Siguió 28.Dd3,Af5; 29.Rh1,f3!; 30.Cg3,fxg2+; 31.Rg1,Axe4; 32.Dxe4,Cf3+; 33.Rg2,Cd2 y las blancas abandonaron.
Tras cuatro días de descanso hizo lo propio en la quinta. El 20 de Julio, Fischer venció en la sexta y volvió a repetir la hazaña. Había eliminado a dos fortísimos rivales ganando todas las partidas. Era un caso único en la historia del ajedrez. Contando las últimas rondas del interzonal de Mallorca, Bobby había enlazado dieciocho victorias seguidas.
En la otra semifinal, Tigran Petrosian había vencido a Korchnoi por 5,5 a 4,5, por lo que la final de candidatos para dilucidar quien retaría al campeón mundial, Boris Spassky, se disputaría entre Fischer y Petrosian, escogiéndose como sede del encuentro la ciudad de Buenos Aires, en Argentina. El duelo daría comienzo el 30 de Septiembre y hasta allí llegaron los dos contendientes, acompañado Petrosian por su esposa Rona, sus ayudantes Averbach y Suetin y en nombre de la Federacion de Ajedrez de la URSS, Baturinski. Durante la fiesta de apertura del match los periodistas preguntaron a Petrosian si el duelo iba a durar las doce partidas previstas. Tigran sonrió y contestó: "Quizás gane antes. Las victorias de Fischer no me has impresionado. Es un gran jugador pero no un genio". Fischer comentó: "Soy el mejor jugador del mundo y estoy aquí para demostrarlo.Llevo esperando este momento diez años, pero las maniobras soviéticas me ponían obstáculos para evitaar que llegase antes. Me marcharé de Buenos Aires antes de la partida 12".
La sala de juego tenía capacidad para mil espectadores. En una esquina se encontraba la mesa del árbitro Lothar Schmid, que se levantaba con frecuencia y pedía silencio. En medio del escenario estaban Petrosian y Fischer sentados a una mesa que fue hecha en un tiempo récord. Estaba previsto que jugasen en la célebre mesa donde jugaron Alekhine y Capablanca, pero los organizadores dijeron: "- Es mejor tener dos mesas célebres...".

Petrosian-Fischer, Buenos Aires, 1971
 Fischer ganó la primera partida, y el fantasma de que Bobby pudiera volver a ganar todas las partidas seguidas, sobrevoló el escenario. Con esta victoria, Fischer conseguía encadenar diecinueve triunfos seguidos. Pero Petrosian logró vencer en la segunda partida, rompiendo así la increible racha de triunfos del americano. Más de un millar de personas que se encontraban en la sala, y otras dos mil que estaban fuera, aplaudían y gritaban ¡Petrosian, Petrosian!. Larry Evans, que ejercía esta vez de ayudante de Fischer dijo: "Bobby necesitaba esta derrota para bajarse de las nubes". Después vinieron una serie de tablas en la tercera, cuarta y quinta partida, y luego Fischer logró imponerse en la reanudación de la sexta partida, que había quedado aplazada con un peón de ventaja a su favor. Cabe resaltar la anécdota de que cuando Evans le dió a Fischer los análisis que había hecho de la posición aplazada, aquél le dijo: "Lo miraré cuando termine la partida". Realmente Fischer no necesitaba a nadie para jugar al ajedrez. Esa derrota fué el final de Petrosian que volvió a inclinar su rey en la séptima partida, que fué una auténtica obra de arte, de la que comentó el gran Miguel Najdorf: "Es una victoria fantástica. Nadie hubira jugado como lo ha hecho Fischer". Para que podáis opinar vosotros mismos, os dejo a continuación la partida, que el propio Fischer consideró como la mejor de todo el match:


   Después volvió a vencer en la octava y el 26 de Octubre tra imponerse también en la novena se proclamó oficialmente aspirante al máximo título. El resultado final del match fué de 6,5 a 2,5 y al final le había ganado cuatro partidas seguidas a Petrosian. Sólo un hombre le separaba de alcanzar su ansiado sueño, el entonces campeón del mundo Boris Spassky.


Taimanov, Larsen y Petrosian
   Bobby Fischer había logrado la increible proeza de arrollar a tres de los mejores jugadores de la época con una facilidad pasmosa y antes de su esperado duelo con Spassky, el ex-campeón Mijail Botvinnik comentó: "Ahora Spassky supera completamente a Fischer, de eso estoy convencido. Pero no podría pronosticar cómo terminará su duelo, porque han ocurrido últimamente varios milagros en el mundo del ajedrez. Spassky es un ajedrecista más completo, mejor psicólogo y lo ha demostrado en muchas ocasiones. ¿Podrá Fischer llegar a ser  el campeón del mundo? Hace unos años yo decía que sí, si empieza a ganar a los mejores grandes maestros. Ahora lo hace". El gran maestro Kotov por su parte no estaba del todo de acuerdo con la opinión de Botvinnik, y opinaba: "Fischer es un genio del ajedrez al que hay que respetar. Tienen una formación ajedrecística  muy buena, es un auténtico académico en ese campo y todo el tiempo libre lo pasa leyendo libros de ajedrez. Sobre ajedrez lo sabe prácticamente todo. Spassky tiene unos entrenadores excelentes. Mi pronóstico es que va a ganar a Fischer, pero en una lucha muy difícil".
No transcurriría mucho tiempo para que Fischer disipara cualquier duda sobre sus posibilidades de ser campeón del mundo. Todo se resolvería unos meses más tarde en la capital de Islandia, Reikiavik, en lo que más tarde se conocería como el match del siglo.
   Pero de eso ya hablaremos en la siguiente entrega. Hoy, antes de terminar, os dejo con una posición de la partida Fischer-Hook, correspondiente a la Olimpiada de Siegen de 1970, en la que las blancas, a la que les toca jugar, anunciaron en este momento un mate en siete jugadas. ¿Sabréis emular a Fischer?:


SOLUCIÓN
1.Axc5+,Txc5; 2.Txe6+,Rf8; 3.Df6,Txe5+; 4.Txe5,Dxe5+; 5.Dxe5,f6; 6.Dc7,f5; 7.Td8++.

   Y concluyo con una frase de Fischer: "El ajedrez es una guerra sobre un tablero. El objetivo es aplastar la mente del adversario". Suena duro, pero Fischer es Fischer...



domingo, 29 de enero de 2012

Cuatro años sin Bobby Fischer (II)


   Continúo con el homenaje que con motivo del cuarto año del fallecimiento del genial Bobby Fischer inicié en la entrada anterior, que concluyó con su cuarto puesto en el Torneo de Candidatos de Curaçao del año 1962, que provocó unas duras críticas vertidas contra los jugadores soviéticos, a los que acusó de acordar tablas de antemano entre ellos para así no desgastarse en demasía, y que supuso que Fischer se negara a jugar más en los torneos correspondientes al campeonato mundial, pese a que la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) a raíz de esos comentarios críticos decidiera cambiar el sistema, pasando del Torneo de Candidatos a matches individuales, para evitar así, tal como dijo Ficher, los posibles resultados amañados de las partidas.
El siguiente torneo que jugó en 1962, fue la Olimpiada de Varna en donde se produjo un enfrentamiento que el mundo del ajedrez estaba esperando ansioso desde hacía mucho tiempo: su encuentro contra el campéon del mundo, el legendario Mijail Botvinnik. Bobby, con negras, tras una emocionante partida, llegó al aplazamiento con un peón de más en un final de torres, que el americano estaba seguro que iba a ganar.

Botvinnik-Fischer, Olimpiada de Varna, 1962
   El propio Fischer le comentó a su amigo, el periodista Dimitri Bjelica, que en la partida, Botvinnilk se había escabullido, pero que el final lo tenía perdido. Los análisis de la posición se prolongaron toda la noche y al día siguiente, Bjelica le preguntó a Botvinnik cual era su pronóstico a lo que contestó: "Probablemente todo está perdido". Pero Geller, que era el que más análisis había hecho, afirmaba que la partida podía acabar en tablas, sin importar si Bobby había hecho, como secreta, su mejor jugada. Todo el equipo norteamericano estuvo haciendo análisis durante mucho tiempo, y Benko descubrió una trampa que dejaba a Botvinnik una posibilidad de hacer tablas. Bobby no había realizado su mejor jugada secreta y aprovechando la citada trampa, Botvinnik consiguió arrancar las tablas, lo que provocó que Fischer abandonara rápidamente la sala sin poder disimular su gran enfado.
Podéis seguir el desarrollo de esta histórica partida a continuación:


   De esta Olimpiada está sacada la siguiente posición de la partida Unzicker-Fischer, donde el genio de Pasadena, al que le correspondía jugar, remató la lucha rápidamente. ¿Sabéis cómo?:


SOLUCIÓN
1...,Txc3; 2.Txa2,Tf3+; 3.Re2 (Si 3.Rg2,Df2+; 4.Rh1,Dxe1+ y 5...,Tf2++),Tf2+; 4.Rd3,Dxa2, con posición ganadora. Aún más elegante era 4...,Dc7!, amenazando mate en 'c2' (5.Tc1,Axc1; 6.Cxc1,Dxc1).
  
   Dos años más tarde, en 1964, consiguió un hito histórico al ganar el Campeonato de los Estados Unidos venciendo en las once partidas que jugó, recibiendo un premio de dos mil dólares. Para comprender la magnitud de la hazaña basta decir que más de la mitad de los participantes de ese torneo tenían el título de gran maestro, entre los que se encontraban Reshevsky, Benko, Evans, Byrne, Bisguier, Mednis...Pero después de este rotundo éxito no participó, tal como ya había dicho, en el Torneo Interzonal de Amsterdam, ni tampoco en la Olimpiada de Tel Aviv, al negarle los cinco mil dólares que pidió por jugar en el equipo nacional, dedicándose durante ese año de 1964 a realizar simultáneas por todos los Estados Unidos.
Así, retirado durante unos meses de la alta competición, su reaparición en la arena internacional ocurrió en el Torneo de La Habana de 1965. Antes de empezar dicho torneo Bobby Fischer y el presidente cubano Fidel Castro intercambiaron unos telegramas. El primero de Fischer a Castro decía: "Dirijo mi protesta contra la noticia publicada hoy en el "New York Times", en la que se hace mención a una especie de victoria propagandística y, en estas circunstancias, me veo obligado a retirarme del Torneo Conmemorativo de Capablanca. Acudiré al torneo sólo bajo la condición de que envíen inmediatamente un telegrama declarando que ni usted ni su Gobierno harán de ello un capital político y que en el futuro no aparecerá ningún comentario político relacionado con mi participación". El segundo fué la respuesta de Fidel Castro a Fischer, con el siguiente texto: "Acabo de recibir su telegrama. Estoy sorprendido porque me atribuye cierto tipo de comunicado relacionado con su participación en el torneo. No he dicho ni una sola palabra sobre ello. Lo conozco únicamente por su comunicado telegráfico a través de una agencia periodística estadounidense. Nuestro país no necesita "victorias propagandísticas" de ese tipo. Es asunto suyo si quiere participar o no en el torneo. Pero sus palabras son injustas. Si tiene miedo o quiere cambiar de parecer y no jugar será mejor que se busque otro pretexto y tenga el valor de ser honesto". Finalmente del Departamento de Estado de Estados Unidos no le concedió el visado a Fischer para viajar a Cuba y éste acepto jugar el torneo a través del telégrafo. Bobby jugaba desde la sala del club de ajedrez Marshall de Nueva York y sus jugadas eran enviadas a La Habana, a 2000 kilómetros de distancia. Al final, el torneo lo ganó Smyslov, y Fischer, jugando de esta curiosa forma, compartió el segundo puesto con Ivkov y Geller.
 De este singular torneo os dejo la partida que Fischer ganó al que al final resultaría vencedor del torneo, el ex-campeón mundial Vassily Smislov:


   Y de ese mismo torneo es la siguiente posición de la partida Doda-Fischer, donde las negras, a las que les toca jugar, se impusieron rápidamente:


SOLUCIÓN
1...,Da1+!, que lleva al mate. Si 2.Tf1 (2.Af1,Tg1++),Cxf1, y las negras amenazan la devastadora jugada 3...,Cg3, mate a la descubierta.

   Posteriormente ganó el Campeonato de los Estados Unidos de 1965, con un punto de ventaja sobre Reshevsky y Byrne. En 1966, quedó segundo, por detrás de Spassky, en el Torneo de Santa Mónica, conocido como la Copa Piatigorsky, que organizaba la esposa del famoso violonchelista y que tenía el mayor fondo de premios de toda la historia, hasta ese momento, con más de setenta y cinco mil dólares, en el que se enfrentaron los ocho jugadores más fuertes de entonces. Después de la primera vuelta del torneo, Fischer estaba penúltimo en la clasificación, pero una gran remontada le llevó a empatar en la tabla con Spassky antes de su enfrentamiento con este último. Durante la partida que les enfrentó casi mil personas llenaron la sala Nautilus del hotel Miramar, donde se jugaba el torneo. Nunca antes había habido tantos espectadores como en esa penúltima ronda. La partida acabó en tablas y en la última ronda Spassky se llevó el torneo al ganar a Donner, mientras que Fischer entabló con Petrosian.

Fischer-Castro, Olimpiada de La Habana,1966.
   La siguiente cita de Fischer fué la Olimpiada de la Habana de 1966. En la segunda ronda , el sábado 5 de noviembre, estaba programado el encuentro URSS-EEUU. Estaba previsto que la partida entre Fischer y Petrosian comenzase a las 18 horas, porque en aquel momento se terminaba el "sabath" de Fischer, ya que éste respetaba la tradición judía. Pero surgieron problemas porque las demás partidas  empezaban a las 16 horas y el capitán del equipo soviético no aceptaba que la partida del primer tablero empezase con dos horas de retraso. Los americanos realmente hicieron acto de presencia a las 18 horas, y el árbitro les apuntó la derrota de 0:4. Su capitán, Donald Byrne, llamó urgentemente al presidente de la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos, Eidmund Edmundson, que amenazó con retirar su equipo de La Habana. En aquel tiempo "El noticiero de Moscú" escribió: "Fischer es muy conocido ya hace tiempo por su comportamiento extravagante. La gente esperaba que iba a cambiar, puesto que ya es un adulto, pero...". Al día siguiente el presidente de la FIDE, Folke Rogard, propuso un acuerdo amistoso, y los soviéticos aceptaron celebrar el encuentro el 14 de noviembre. Al final el encuentro terminó con la victoria de la URSS por 2,5 a 1,5, logrando Fischer unas tablas en el primer tablero donde se enfrentó finalmente contra Spassky.
El 19 de Noviembre Fischer jugó una partida amistosa contra el presidente cubano Fidel Castro, momento que recogen las fotografías anteriores, en la que el dirigente isleño salió vencedor, y tras la partida Bobby le regaló su libro autografiado "Fischer os enseña a jugar al ajedrez". Finalmente el equipo soviético ganó la Olimpiada con cinco puntos por delante de los americanos, que ocuparon la segunda plaza. Al final Petrosian fué el mejor primer tablero con un 88,45%, por delante de Fischer con un 88,22% de los puntos.
   Después de ganar los Torneo de Mónaco y Skopje de 1967, llegó el escándalo del Torneo Interzonal de Sousse, en Túnez, donde Fischer, por discrepancias con la organización, abandonó el torneo cuando iba lider, y en donde se jugó la famosa partida contra Reshevsky en la que Fischer llegó a la sala de juego cuando le quedaban menos de diez minutos para que le cayera la bandera y consiguió alzarse con el triunfo ante el asombro de propios y extraños. Podéis ver esa partida a continuación:


   Siguiendo con su comportamiento polémico, al año siguiente, en 1968, abandonó la Olimpiada de Lugano, descontento con la ilumminación y las condiciones de juego en la sala del torneo, por lo que el equipo norteamericano sólo consiguió un cuarto puesto. En 1970 se disputó en Belgrado el enfrentamiento URSS-Resto del Mundo, donde eludiendo toda polémica, Fischer accedió a jugar en el segundo tablero, cediendo el primero a Larsen, y donde se enfrentó a Petrosian, con un resultado particular de 3:1 a su favor, pero que en el cómputo general ganó la URSS por 20,5 a 19,5. Acto seguido participó en el Torneo de Herceg Novi de partidas rápidas,  donde se enfrentaron once grandes maestros y un maestro internacional a partidas de cinco minutos, logrando un holgado triunfo al conseguir 19 puntos de un total de 22, seguido en segunda posición por Tal, que logró 14,5 puntos. Más tarde, en ese mismo año, 1970, venció en el Torneo de la Paz, celebrado entre Rovinj y Zagreb, con dos puntos de ventaja sobre Gligoric, y después jugó el Torneo de Buenos Aires, en el que, entre otros, participaron jugadores de la talla de Tukmakov, Panno, Mecking, Reshevsky, Najdorf, Smyslov...

Smyslov, Najdorf, Panno y Fischer, Buenos Aires, 1970
   Fischer se alzó con el triunfo consiguiendo una puntuación de 15 de 17 puntos, superando al segundo clasificado, Tukmakov, en 3,5 puntos.
En este torneo, y llevando las piezas blancas, llegó a la situación reflejada en el siguiente diagrama en su partida contra Panno. Es el turno de Fischer. ¿Cómo consiguió la victoria?. ¡Es muy fácil!:


SOLUCIÓN
1.Dh7+,Rf8; 2.Dg8++.

   Posteriormente, en la Olimpiada de Siegen de 1970, la última en la que participó Fischer, sufrió una amarga derrota contra Spassky, que llevando las blancas logró vencerle en treinta y nueve jugadas. Al terminar la partida, Fischer, abatido, se levantó de la mesa y dijo en voz baja: "Tengo que esperar a la próxima oportunidad. Spassky tuvo suerte". El sueño de vencer a Spassky por primera vez en su carrera aún se demoraría un tiempo.
   Poco después, en el Congreso de la FIDE, se habló sobre la posibilidad de permitirle a Fischer la participación directa en el torneo Interzonal. No había participado en los dos últimos torneos: el de Amsterdam de 1964, donde se negó a jugar, y el de Sousse de 1967, donde abandonó el torneo cuando iba lider. Bobby perdió la votación, pero aún quedaba una última posibilidad, que era que uno de los tres jugadores estadounidenses ya clasificados, desistiese y Fischer ocupara su puesto en el Interzonal de Mallorca. Y eso es lo que ocurrió, ya que Benko cedió su puesto a Fischer por una buena compensación económica que le dió la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos.

Pal Benko
   Bobby Fischer sabía lo que le debía a Benko por brindarle la oportunidad de luchar por conseguir su sueño de toda la vida, ser campeón del mundo, y a los dos les unió una amistad para toda la vida.
Y así fué como Robert James Fischer se encontró jugando el Interzonal de Palma de Mallorca de 1970. En la primera ronda sólo consiguió tablas contra la Caro-Kann de Hubner y en la segunda ganó a Smyslov. En la tercera ronda consiguió una rápida victoria contra Addison. Luego ganó a Filip, Hort y Reshevsky y después de la sexta ronda era claramente primero con 5,5 puntos. Siguieron unas tablas con Matulovic y la primera y última derrota en el torneo: contra Bent Larsen. Antes de su encuentro contra Geller, éste iba lider con 8 puntos, seguido de Fischer con 7,5. Bobby había perdido sus tres últimas partidas contra Geller, que después de siete jugadas ofreció tablas. Fischer sonrió ante dicha oferta y después de dos jugadas Geller tuvo serias dificultades y necesitó una hora para ejecutar la siguiente jugada. La partida fué aplazada con un peón de menos para Geller, que perdió en la reanudación en la jugada 71. De esta forma, Fischer se colocó otra vez en el primer puesto y se quedó allí hasta el final. Logró una impresionante victoria con 3,5 puntos de ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores: Larsen, Geller y Hubner, y 4,5 sobre los siguientes: Taimanov y Uhlmann. A tenor de este resultado, el gran Miguel Najdorf comentó: "A partir de ahora Bobby Fischer tendrá que dar a todos dos puntos de ventaja al principio de cada torneo, para que sea más interesante...".
Seguidamente podéis disfrutar de la partida Geller-Fischer, de este Interzonal:


   De este modo, quedaron determinados los encuentros de candidatos al título mundial que ostentaba Spassky y que darían comienzo en mayo de 1971. Korchnoi jugaría con Geller en Moscú., Larsen y Uhlmann en Las Palmas, Petrosian y Hubner en Sevilla y Fischer contra Taimanov en Vancouver.
El camino para llegar ante Spassky comenzaba para Fischer, pero eso lo trataremos en la siguiente entrega...La de hoy la cerraré con una frase de Fischer que muestra claramente su forma de ser, cuando dijo: "Soy un individuo detestable. Mis ideales son el ajedrez y el dinero. Quiero ser riquísimo. Todos quieren serlo, pero ninguno lo dice. ¿Es pecado?".


  

domingo, 22 de enero de 2012

Cuatro años sin Bobby Fischer (I)


   El pasado día diecisiete, se cumplieron cuatro años de la muerte del que seguramente sea el mejor jugador de la historia del ajedrez, el incomparable Robert James Fischer, y por tal motivo aprovecharé  la ocasión para tratar de rendirle, desde estas líneas del blog, un modesto homenaje a tran gran figura. Cuando nació un nueve de marzo de 1943, a las 14.39 horas, en el hospital "Michael Reese" de Chicago, en el Estado de Illinois, nadie podía imaginarse que aquel niño, años más tarde, se convertiría en la mayor leyenda del ajedrez, en el jugador mítico que estaba llamado a cambiar las estructuras de este milenario juego y en el personaje más carismático y enigmático del tablero damasquinado. En 1949 la familia de Fischer se trasladó a vivir a Nueva York, y en el bajo del edificio de cuatro pisos donde se instalaron, se encontraba una tienda de dulces. Allí su hermana Joan, que por entonces tenía once años, compró unas figuras de curioso aspecto, según sus propias palabras, y le enseñó los primeros movimientos a Bobby, que tenía seis años, siguiendo las instrucciones que iban con el ajedrez. A partir de entonces, el ajedrez se convirtió en una obsesión para ese niño. Empezó a estudiar un libro que contenía muchos problemas, según contó más tarde su madre Regina Vender, y desde que se hizó con ese libro, ya ni contestaba cuando alguien se dirigía a él. Viendo los progresos que hacía su hijo y la facilidad con que derrotaba a su hermana Joan, Regina escribió en 1951 una carta a la revista "El Águila", de Brooklyn, solicitando ayuda para su hijo, y el redactor de la sección de ajedrez, Herman Helms, le aconsejó que llevara a Bobby a la biblioteca de Brooklyn donde encontraría algunos chicos con los que jugar y en donde iba a disputar unas simultáneas el maestro Max Pavey. Bobby perdió en quince minutos la dama y la partida, pero allí, Regina encontró al primer profesor de ajedrez de Fischer, el presidente del Club de Ajedrez Brooklyn, Carmine Nigro. Bobby se hizo miembro del club y fué perfeccionado su juego junto a los otros alumnos del Sr. Nigro. El maestro Harold Suesman también daba clases a un grupo de chicos, y la primera partida oficial de Fischer se produjo en un enfrentamiento entre estos dos grupos: por una parte los de Carmine Nigro y por otra los de Suesman. Ganó el grupo de Fischer por 5 a 3, consiguiendo Bobby una victoria y unas tablas con Raimund Suesman, el hijo del profesor de ajedrez. La leyenda acababa de comenzar...


   En 1956 consiguió su primer éxito de importancia al ganar el Campeonato Juvenil de los Estados Unidos, disputado en Filadelfia, ganando ocho partidas, empatando una y perdiendo otra, y como premio le dieron una máquina de escribir. Poco después, con trece años de edad,  participó en el Torneo de Rosenwald de Nueva York, donde consiguió su famosa victoria, conocida como "la partida del siglo", frente a Donald Byrne, al que venció en cuarenta y una jugadas sacrificando valientemente la dama, y que Fischer la consideró siempre una de sus favoritas.
   A continuación os dejo una imagen de la planilla original de la referida partida, escrita por la mano del propio Fischer y después la partida para que la podáis disfrutar.



   En 1958 se convirtió en el Gran Maestro más joven de la historia (hasta ese momento, claro) al terminar sexto en el Torneo de Portoroz y clasificarse así, con tan sólo quince años, para el Torneo de Candidatos, que se disputaría al año siguiente en Bled, y que junto con Tal, Gligoric, Benko, Petrosian, Olafsson, Keres y Smyslov, iba a decidir el rival del campeón Botvinnik. Allí acabaría en un discreto sexto lugar, y es que Fischer aún no estaba preparado para luchar realmente por lo que se había convertido en su sueño: llegar a ser campeón mundial.
Más tarde participó en la Olimpiada de Ajedrez en Leipzig, en 1960, donde se vivieron dos divertidas anécdotas con Tal. La primera ocurrió después de su partida, que termino después de una gran lucha en tablas, de la que dijo Ficher: "Tal no ha jugado mal", a lo que el propio Tal respondió: "Es la primera vez que Bobby reconoció que no juego mal, después de siete encuentros que tuvimos. De haber ganado, por una casualidad, esta partida, quizás dijese que mi juego es genial", y la segunda anécdota ocurrió durante el banquete de clausura, cuando Fischer se acercó un momento a Tal y le pidió que le permitiese leerle la mano. Tal le dió la mano y Fischer le "leyó" su destino ajedrecístico: "-Usted es un jugador extraordinariamente bueno. Incluso le veo el título de campeón mundial, pero aquí pone que va a perder ese título contra un joven gran maestro de Estados Unidos". Fischer, naturalmente, estaba pensando en sí mismo, pero Tal reaccionó rápidamente y le dió enseguida la mano a Lombardy, integrante del equipo americano, y le dijo: "-Te felicito, William, porque eso quiere decir que tú vas a ser el nuevo campeón del mundo".
Después jugó el gran Torneo internacional de Bled, en 1961. Bobby reservó, con dos meses de antelación, la misma habitación en el hotel Toplice donde estuvo alojado durante el Torneo de Candidatos. Antes de empezar la segunda ronda, en vísperas de su partida más importante, la que iba a jugara contra Mijail Tal, estuvo dando un paseo por el lago Bled en barca con el famoso periodista Dimitri Bjelica, gran amigo de Fischer, que cuenta que estuvo muy sumido en sus pensamientos, y sólo decía de vez en cuando: "-Me vengaré de él". Tal se equivocó en el sexto movimiento y estuvo paseándose por la sala diciendo que estaba perdido. Después se acercaba a la mesa y fumaba un cigarrillo tras otro. Fischer conquistó un peón y miró de reojo a Tal. Estaba a punto de ganarle al gran rival por primera vez, y seguramente estuvo acordándose de la última partida del Torneo de Candidatos, cuando tenía la victoria al alcance de la mano, pero que no pudo lograr en parte gracias al juego de farol que llevó a cabo Tal haciendo que Fischer no jugara el movimiento ganador 22.Tae1 (para más detalles y disfrutar de la partida podéis ver la entrada del blog del 29 de junio de 2011, Jugando de farol). Pero en esta ocasión llegó la venganza, en el movimiento cuarenta y siete, Tal firmó la derrota y se oyó un gran aplauso en la sala, mientras Bobby daba tímidamente las gracias.
   Seguidamente podeís reproducir la partida completa:


   Más tarde en la sexta ronda derrotó a Geller, en la decimosexta hizo tablas con Keres y en la decimoséptima venció a Petrosian al que puso en una red de mate. En la sala resonaban el aplauso y los gritos: "¡Bobby!, ¡Bobby!" y el árbitro del torneo, el Dr. Milan Vidmar, agitaba las manos con impotencia, porque el juego seguía en otras cuatro mesas y el público molestaba. Fischer consiguió crear una gran conmoción por la cual ese torneo iba a ser recordado, al ganar a tres grandes maestros soviéticos y entablar con un cuarto. Nadie había conseguido algo parecido antes. Al final Fischer fué segundo en el torneo con 13,5 puntos, a uno del ganador, Mijail Tal.
Después de acabado el torneo emprendió una gira de simultáneas por Bosnia acompañado del ya citado Dimitri Bjelica que cuenta como estando en Liublania, Fischer empezó a encontrarse mal con unos fuertes dolores en el vientre que le obligaron a acudir al hospital. Allí les dijeron que era recomendable trasladarlo al hospital de Banja Luka porque Bobby tenía una apendicitis aguda. Mientras entraban en la ambulancia, llegaron muchos aficionados y Fischer dijo tranquilamente: "-Imagínate, si me muero, ¿quién jugará con Botvinnik?". Para comprender cuanto amaba Fischer al ajedrez y hasta que punto era su obsesión basta decir que mientras la ambulancia corría hacia el hospital de Banja Luka, Bobby apretaba con una mano su tripa y en la otra tenía el libro de Keres "Mis mejores partidas".
Más tarde jugaría el Torneo Interzonal de Estocolmo, en 1962, donde se impuso brillantemente con 2,5 puntos de ventaja sobre los siguientes clasificados, Geller y Petrosian, quien se coronaría campeón del mundo un año después, pero en su posterior participación en el Torneo de Candidatos de Curaçao de ese mismo año sólo pudo alcanzar el cuarto puesto, por detrás de Petrosian, que ganó el torneo, Keres y Geller. Tras este fracaso escribió un artículo muy crítico, donde atacó a los soviéticos, en la revista "Sport Illustrated", por el que le pagaron mil dólares. En dicho artículo afirmaba que en el Torneo de Curaçao había un acuerdo secreto entre los jugadores soviéticos, de modo que ellos dejaban muy pronto sus partidas en tablas cuando jugaban entre sí. De ese modo regalaban uno al otro medio punto. El vencedor del torneo, Petrosian, reunió así, según Fischer, 5,5 puntos de un total de 17,5 que tuvo al final. Además, ellos deliberaban entre sí también mientras jugaban. Cuando Fischer jugaba con un representante soviético, todos estaban viendo la partida y comentaban algo. Por eso consideraba que los soviéticos habían actuado como un equipo aparte.
De este polémico torneo de Curaçao, os dejo a renglón seguido una bonita victoria de Fischer sobre Efim Geller.

Fischer-Geller, Curaçao 1962
 

   Para terminar esta primera parte del homenaje a Fischer, os dejo con unas cuantas posiciones de esta época para que tratéis de emular al gran Bobby.
   La primera de ellas corresponde a la partida Fischer-Sherwin, Campeonato de Estados Unidos, 1957-1958, en donde juegan las blancas. ¿Cómo remató Fischer la faena?


  SOLUCIÓN
1.Txf7!,Tc1+ (Ahora las negras esperaban 2.Tf1+,Rh8 y las blancas no pueden defender ni retirar la torre de 'f1'. Si 3.Te1,Dh4; 4.g3,Txe1+ y si 3.Tg1,Txg1+; 4.Rxg1,Dc1+); 2.Df1!! (Ahora 2...,Txf1+; 3.Txf1+,Dxd5; 4.Txf8+,Rxf8; 5.exd5 con un final ganado),h5; 3.Dxc1!!,Dh4 (Si 3...,Dxc1+; 4.Tf1+ y 5.Txc1); 4.Txf8+,Rh7; 5.h3,Dg3; 6.hxg4,h4; 7.Ae6 y las negras abandonaron.

    En la segunda posición sacada del encuentro Denker-Fischer, Nueva York, 1959-60, las negras juegan y ganan. ¿Véis cómo?


SOLUCIÓN
1...,Td5+ y las blancas abandonaron ya que si 2.Rf6,Dc6+; 3.Re7,Dd6+; 4.Re8,Dd8 es mate.

   La tercera posición pertenece a la partida Fischer-Kupper, Zurich, 1959, y correspondiéndole jugar a las blancas, Fischer remató contundentemente la lucha:


SOLUCIÓN
1.Df5+! y las negras abandonaron. Tras 1...,Rg8; 2.fxg7, seguido de mate.

   En la última posición del enfrentamiento Fischer-Weinberger, Milwaukee, 1957, Fischer, a quien le tocaba jugar, decidió rápidamente el encuentro. ¿Tenéis la misma habilidad que Bobby?:


SOLUCIÓN
1.Dc7+,Rb5; 2.Db7+,Rc5 (Si 2...,Ra5; 3.Td5+ y mate a la siguiente jugada, y si 2...,Rc4; 3.Dd5++); 3.Te5+,Rc4; 4.Dd5++.

   Terminaré esta primera parte del homenaje al inigualable Bobby Fischer con una cita suya: "El ajedrez es asunto de delicada valoración, que requiere saber cuándo hay que golpear y cuándo esquivar".



sábado, 31 de diciembre de 2011

Doce campanadas


   Un nuevo año termina. Un año que ha tenido sus momentos buenos y sus momentos malos. Un año que nos ha dejado un montón de enseñanzas que incorporar a nuestra mochila para, quizás, poder seguir caminando con paso más firme durante los próximos doce meses. Un año más que nos ha permitido seguir amando y disfrutando de nuestra gran pasión: el ajedrez. Un año en el que tuve que salvar una dificil partida en la que, como ya comenté en otra entrada, un peligroso ataque de "dama", estuvo apunto de sorprenderme, pero que con una precisa defensa conseguí conducir a una magnífica posición de tablas (¡espero que si Almudena lee esto le parezca bien!).
   Y como siempre en este último día del año, todos estaremos atentos a las campanadas que den la señal de partida a un nuevo año en el que nos haremos un montón de buenos propositos, que como siempre no cumpliremos, pero que nos darán una nueva ilusión para seguir avanzando. Esas doce campanadas que cierran un ciclo y abren otro lleno de sueños y posibilidades. Por supuesto, el ajedrez no puede estar al margen de este ritual, y así, para cerrar este 2011, os dejaré una serie de posiciones en las que el bando vencedor a modo de las clásicas campanadas de fín de año, consigue el triunfo con doce precisas jugadas...¡una por cada campanada!.

   La primera posición corresponde a un estudio de Vladimir Korolkov de 1962, en el que las blancas juegan y ganan:


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   La siguiente posición es de un estudio de 1935 de Mark Liburkin, en el que las blancas juegan y ganan:


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   La tercera posición refleja una composición de Gia Nadareishvili, de1950, en donde las piezas blancas juegan y ganan:


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   En la cuarta posición tenemos un estudio de Yuri Bazlov, del año 1978, en el que las blancas juegan y ganan:


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   En quinto lugar tenemos un estudio de David Gurgenidze de 1992, en el que las blancas juegan y ganan:


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   En sexto lugar, le cederemos el honor de dar las doce campanadas al Gran Maestro holandés Jan Timman en este estupendo estudio compuesto por él, en 1976, en el que las blancas juegan y ganan:


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   Y para concluir, pondré un ejemplo en el que las doce campanadas sonaron en una partida real jugada en Viena, en 1913, entre Westler-Dr. Krejcik, en donde las negras, que son mano, o dan ciertamente la campanada o están perdidas, ya que además de la gran desventaja de material, pesa sobre ellas la amenaza 1.De6+ con ataque ganador. Pero en la noche de fín de año, todo es posible...


SOLUCIÓN
1...,Ta1+!!; 2.Rxa1,Da5+; 3.Rb1,Da2+; 4.Rc1,Da1+; 5.Rd2,Dxb2+; 6.Rd3,Dc2+; 7.Rd4,Dc4+; 8.Re5,Dd5+; 9.Rf6,Df7+!; 10.Re5,Df5+; 11.Rd4,c5+!! (¡Una fina jugada. Un jaque de dama sólo habría producido tablas); 12.Rc3,Dc2++. El Wiener Schachzeitung comentó en sus tiempos sobre esto: "¡Una espléndida cacería! Primeramente el rey es obligado a hacer una visita al campamento enemigo, luego, con deshonra y ludibrio, es cazado hasta su patria y estrangulado a la vista de sus fieles".

   Sólo me queda desearos a todos un feliz año nuevo, y que cuando estéis tomandoos las uvas esta noche mientras suenan las doce campanadas, os acordéis un segundo de lo maravilloso que es el ajedrez, del que el insigne José Raúl Capablanca dijo una vez: "El ajedrez sirve, como pocas cosas en este mundo, para distraer y olvidar momentáneamente las preocupaciones de la vida diaria". ¡¡Feliz 2012!!