Sin duda que el embrujo que nos produce el ajedrez es tan sublime, que nos hace sentirnos grandes creadores durante unos minutos, y a eso se refiere Marcel Duchamp cuando dice: "No todos los artistas son ajedrecistas, pero todos los ajedrecistas son artistas".

Sin duda, también, que el ajedrez no lo es todo. ¿Qué decir de la música, por ejemplo? Por eso os he dejado una pequeña muestra de mi música favorita, para que la disfrutéis, si os apetece, mientras os sumergís en el fascinante mundo del ajedrez.

Ya en su dia el gran Tarrasch dijo: "Como el amor, como la música, el ajedrez tiene la virtud de hacer felices a los hombres".

Y olvidémonos de aquella otra frase de Oscar Wilde que decía: "Si quieres destruir a un hombre, enséñale a jugar al ajedrez"...¡asusta!

Así que sin más dilación comenzemos este singular viaje a una tierra llena de peligros, en la que nos encontraremos a reyes enfrentados en un combate eterno, reinas poderosísimas y despiadadas, fortalezas sólidas e inexpugnables, obispos con gesto serio y mirada oblícua, ágiles corceles dispuestos a asestar coces mortales y valientes guerreros que nunca retroceden ante nada.

Estáis todos invitados, así que los que quieran pueden subir a bordo. Sin condiciones. Durante la travesía seremos testigos de inagotables maravillas y al llegar a puerto nos espera...la felicidad, sin duda.

BIENVENIDO. GRACIAS POR VISITAR MI BLOG.

lunes, 28 de febrero de 2011

Un rey aventurero


Nigel Short
    Cuando empezamos a estudiar los rudimentos del ajedrez, una de las primeras cosa que se aprenden es la de poner el rey a buen recaudo para salvaguardarlo de posibles ataques de las piezas enemigas. Siempre se insiste en que se ha de procurar en el inicio de la partida desplegar rápidamente las piezas y a continuación efectuar sin demora el oportuno enroque antes de emprender cualquier acción. Por supuesto, toda regla tiene su excepción y aunque ésta es válida en la mayoría de las ocasiones y como tal nos sirve de guía para el desarrollo del juego, ya el humanista y filósofo valenciano del siglo XV Juan Luis Vives dijo que "Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas con exceso".  Por todo lo dicho me sorprendió sobremanera una partida que vi por primera vez publicada en un periódico, disputada entre  Short y Timman en el torneo de Tilburg de 1991, en el que rompiendo con todas las reglas establecidas Nigel Short lanza en pleno medio juego a su rey al ataque, con lo cual decide la partida. A continuación podéis ver el desarrollo completo de la misma:


   Aún ahora me sigue impresionando tanto como cuando la reproduje por primera vez hace ya algunos años con un montón de canas menos (¡juventud divino tesoro!) y recuerdo la frase del poeta italiano Arturo Graf cuando decía que "El que en un arte ha llegado a maestro, puede prescindir de las reglas".
De todos modos años después encontré en un libro otra partida disputada en 1902 en Glasgow entre Richard Teichmann y un grupo de consultantes, que, sin quitarle méritos a Short, bien pudo servirle a éste de referente ya que la maniobra que ejecuta con su rey el gran jugador alemán, al que sus coetáneos apodaban Ricardo V porque frecuentemente terminaba en quinto lugar en los torneos en los que participaba, es muy parecida a la de la partida Short-Timman. Y por si acaso dudáis de lo anterior os dejo el desarrollo de la partida de Teichmann para que podáis comparar ambas:


   También en la larga historia del ajedrez podemos encontrarnos con reyes que son obligados a peregrinar por el tablero al ser sometidos a un terrible ataque y que de repente aprovechando esa situación pasan ellos mismos a lanzarse sobre el rey adversario, encontrándonos con la figura del "cazador cazado". A continuación os dejo varios ejemplos de la práctica magistral para ilustrar este concepto:




   Otros ejemplos de rey hiperactivo lo encontramos en las siguientes partidas en los que son protagonistas grandes excampeones del mundo Mijail Tal, Vasily Smyslov y Boris Spassky. Y también aparece implicado un tal Fischer...¡Casi nada!:




   También los jugadores españoles saben sacar a su rey a pasear, como no podía ser menos, y aquí podemos ver al gran Manolo Rivas en acción en el campeonato de España celebrado en la ciudad murciana de Lorca en el pasado 2005:


   Y para terminar lo haremos con una partida reciente entre dos grandes de la nueva ola como son Radjabov y Bu Xiangzhi del torneo M-Tel Masters 2008, con lo que se demuestra que el tema del rey aventurero sigue con toda su vigencia y esplendor a través de los años:


   Espero que estudiar todos los ejemplos anteriores, nos sirva, aparte de pasar un buen rato, para mirar nuestras partidas con una perspectiva diferente y más amplia y miremos a nuestro rey con otros ojos, tal vez con los de Steinitz que consideraba al rey como una pieza de ataque.
   Tengamos presente, como colofón de esta entrada, la frase del médico y poeta estadounidense Oliver Wendell Holmes: "El joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones".
  
 

miércoles, 9 de febrero de 2011

Arte en estado puro

   Todos los incondicionales amantes del ajedrez no tenemos la menor duda en considerar a nuestro noble juego como un arte con mayúsculas, semejante a la pintura, la escultura, la poesía, la músia o cualquier otra manifestación artística, ya que nos provoca el mismo deleite contemplar una gran obra pictórica o escuchar una sublime sinfonía como ser testigos de una brillante combinación de una gran partida.
Pero para los menos incondicionales, que ponen en duda el carácter artístico del ajedrez, hoy traigo al blog un final de partida que no por conocido y multitud de veces publicado, deja de causar una honda impresión en quien lo contempla, provocando una profunda impresión y admiración.
El diagrama representa el famoso final de partida Ortueta-Sanz, Madrid 1933:


   En la anterior posición corresponde jugar a las negras. Vemos que tienen dos peones de más, aunque al estar éstos doblados no parece que eso sea una ventaja determinante. Pero Sanz encontró un camino artístico que le llevó a una rápida victoria empezando con 1...,Td2, atacando el único peón vulnerable de la posición blanca, pero tra 2.Ca4 todo parece en orden para las blancas, que parece que se aseguran de esa forma las tablas. Pero ahora las negras hicieron una jugada de excepcional valor estético 2...,Txb2!!. Si 3.Cxb6?,axb6 y el peón alfil de las negras coronaría y si 3.Cxc5??,Axc5+ con un jaque decisivo. Por tanto no hay más que 3.Cxb2,c3!; 4.Txb6!, única, ya que si 4.Cxd3?,c4+; 5.Rf1,cxd3, ganando y si 5.Txb6,cxd3; 6.Tc6,d2 ganando también. Ahora si las negras juegan 4...,cxb2; 5.Txb2 con ventaja material, y si 4...,c2; 5.Cd3, que interrumpe la coronación del peón, ya que si 5...,c4; 6.Cc1. En este instante Sanz nos sorprende con una jugada maravillosa 4...,c4!!, que impide que el caballo blanco vaya a 'd3' y amenaza avanzar el peón libre. Las blancas continuaron con 5.Tb4:


   Ahora si 5...,cxb2; 6.Txb2 y si 5...,c2; 6.Txc4. Pero nos espera otra gran sorpresa 5...,a5!!; 6.Cxc4 (si 6.Tb8,c2; o 6.Txc4,cxb2),c2 y las blancas abandonaron. Aún podría haberse intentado una última artimaña con 6.Cd3 porque si 6...,axb4; 7.Cxb4 y las blancas habrían frenado los peones negros, imponiéndose entonces con el peón 'a' blanco, pero el segundo jugador hubiera ganado jugando simplemente 6...,cxd3! y ya sabemos que una torre no puede detener a dos peones alineados en la sexta fila.
   Según cuenta la leyenda, la partida entre Ortueta y Sanz fue preparada por ellos mismos para su propia gloria, basándose en una partida que se había jugado dos años antes en Poznan, entre  Tylkowski  y Wojciechowski. La verdad es que comparando las dos partidas, no es descabellada la leyenda, pero de todas formas aquí os dejo los dos juegos para que saquéis vuestras propias conclusiones.

(Ver Ortueta-Sanz)(Ocultar)


(Ver Tylkowski-Wojciechowski)(Ocultar)


Después de esta fantástica demostración creo que ya nadie dudará del verdadero valor artístico del ajedrez como expresión del pensamiento humano, pero si quedara todavía algún escéptico por estos mundos de Dios, tendremos, a buen seguro, en un futuro próximo la oportunidad de hacerles cambiar de opinión y como muestra les dejo este botón de la partida Reti-Bogoljubow, Nueva York 1924:


   Juegan las blancas. Éstas tienen pieza de más y el rey negro está muy expuesto, pero ¿seréis capaces de encontrar la forma más rápida, a la vez que estética, de rematar la partida?

SOLUCIÓN
1.Tf1,Td8 (si 1...,Dd8; 2.Df7+,Rh8; 3.Dxf8+); 2.Af7+,Rh8; 3.Ae8!! y las negras abandonaron.Otra buena interceptación se produce tras 1...,De7; 2.Af7+,Rh8; 3.Ad5!!,g6; 4.Dxf8+,Dxf8; 5.Txf8+,Rg7; 6.Tg8+ y tras retirar el alfil las blancas ganan con la pieza de más.

   Concluiremos la entrada de hoy con una cita de Marcel Duchamp: "Una partida de ajedrez es una cosa plástica, visual, y si no es geométrica, en el sentido estático de la palabra, es mecánica, ya que se mueve, se dibuja, es una realidad mecánica."



miércoles, 2 de febrero de 2011

Nos vamos de safari

   En esta ocasión, familiares y amigos, os invito a una aventura tan excitante como peligrosa. Y es que en el universo de las sesenta y cuatro casillas nos vamos, sin miedo alguno, de...¡safari!.
Y como bien habréis adivinado, vamos a cazar, por supuesto, caballos. Estos animales que podemos encontrar en estado salvaje sobre el tablero, campando a sus anchas, serán víctimas de una implacable persecución que acabará, tras ardua tarea, con el claro triunfo del cazador.
   En todos los diagramas juegan las blancas y ganan. Preparad vuestras armas, comprobad la munición y acompañad al rey blanco en esta apasionante cacería. ¡Adelante!

   La primera pieza que cazaremos la encontramos en un estudio de G. Zajodiakin, 1931:


    Unos hábiles cazadores como somos nosotros, reparamos enseguida en el caballo de 'a8' y nos lanzamos sin piedad sobre él con 1.Rc5,Cc7; 2.Rd6,Ce8+; 3.Re7,Cg7 (si 3...,Cc7; 4.Rf7!,Cd5; 5.g6 y no se puede evitar el mate); 4.Ag6!,Rg8; 5.Af7+,Rh7; 6.Rf6,Rh8;


   7.Re5! (no 7.Rg6? por 7...,Ce6!),Rh7; 8.Re4,Rh8; 9.Rf4,Rh7; 10.Rg4,Rh8; 11.g6! y todo ha terminado para las negras.

   Nuestra segunda incursión pertenece a un estudio de E. Pogosiants, 1962:


   Sin dilación vamos a cobrarnos nuestra pieza de 'g8' con 1.Th8! ya que si no las negras atacan el peón de 'd6' y fuerzan las tablas. 1...,Rg7; 2.Rg5!,Rxh8 (si 2...,Cf6; 3.Rf5,Cd5; 4.Te8,Rf7; 5.Te5,Cb6; 6.Te7+,Rf8; 7.Re5, ganando); 3.Rg6,Ch6;


   4.Rxh6,Rg8; 5.Rg6,Rf8; 6.Rf6,Re8; 7.Rg7,Rd8; 8.Rf7 y cae el peón negro.

   La siguiente posición representa un estudio de J. Fritz, 1950:


   Las blancas juegan 1.Ta1 (amenazando tanto el mate en 'h1' como ganar una pieza con 2.Tc1),Ab7; 2.Ta7,Cb5 (si 2...,Ad5+, se pierde el caballo tras 3.Rf6); 3.Txb7!,Cd6+; 4.Re7,Cxb7


   Y ahora una modesta y sorprendente jugadita de peón decide el resultado: 5.b4!, y el caballo negro no tiene escapatoria alguna.

   De nuevo nos enfrentamos a otro estudio, esta vez de F. Simjóvich, 1940:


   Lo primero que llama la atención es que en este caso no hay ningún caballo que cazar, pero un buen cazador ha de estar siempre alerta, esperando agazapado ha que surja la tan ansiada pieza: 1.Aa3 (no sirve 1.Ae1,d2; 2.Axd2 ahogado),d2; 2.Ce4,d1(=C), ante la horquilla en 'c3' aparece nuestro caballo y nos avalanzamos sobre él. 3.Ac5,Rb5; 4.Rb3,


   4...,Rc6; 5.Ag1,Rd5; 6.Cd2 y el nuevo caballo perece.

   El próximo diagrama es de un estudio de H. Fahrni,1922:


   Las blancas juegan 1.Ag4,Cg7 (si 1...,Cg3; 2.Cc3! y 3.Rf3); 2.Cf6!,a4; 3.Rd3,a3; 4.Rc3,c4; 5.Rc2.

   La última aventura de hoy corresponde a una composición de E. Somov-Nasimóvich, 1941:


   Las blancas empezaron con 1.b7,Tb8; 2.Aa7,Txb7; 3.Ad4+ (si 3.Cxb7,Cb5; 4.Ag1,Cc4; 5.Af2,a3; 6.Rb3,Cd2+; 7.Rc2,d4 con ventaja negra),Re6; 4.Cxb7,Ca2; 5.Cc5+,Rd6.


   Ahora si cazamos directamente el caballo con 6.Rxb2? las negras jugarían 6...,Cxb4 y arrancarían unas tablas, pero si procedemos con cautela la victoria será para el blanco con 6.Rb1!!,Cxb4; 7.Rxb2 y ahora aunque la posición es la misma, la diferencia es que el turno es de las negras y por eso pierden. 7...,a3+; 8.Rb3 y el caballo negro no puede salvarse.

   El safari ha llegado a su fin y hemos conseguido salir vivos de la aventura logrando un montón de trofeos. Espero que hayáis disfrutado de la experiencia y después de un merecido descanso seguro que seguiremos deleitándonos con nuevas maravillas del inagotable universo del ajedrez. ¡Sin duda!

lunes, 31 de enero de 2011

Teoría y práctica con el alfil

   Vamos a presenciar a continuación unas cuantas escenas en las que el protagonista y actor principal es el alfil, aunque con resultado variopinto.
   El primer diagrama corresponde a un estudio de Th. Begheijin, Schakend Nederland, 1961, en donde las blancas juegan y ganan:


   Si las blancas se lanzan a por el peón de 'a7', el rey negro se dirige a 'f8' y las blancas no podrían ganar por alcanzarse una posición de tablas posicionales basadas en el ahogado del monarca negro. La instructiva solución se basa en que las piezas blancas inviertan sus papeles, es decir, que el rey blanco pase a defender el peón de 'g6' y el alfil sea el que detenga al peón negro de 'a7'. La forma exacta sería 1.Rb5,Rd4; 2.Rc6,Re5; 3.Rd7,Rf6; 4.Re8,a5 (o 4...,Rg5; 5.Rf8,Rh6; 6.Ae8,a5; 7.Rf7!); 5.Rf8,a4; 6.Rg8,a3; 7.Rh7! y las blancas ganan justo por un tiempo. 
  
   Habiendo estudiado bien el modelo anterior que correspondería a la parte teórica, pasemos ahora a la parte práctica en el siguiente diagrama de la partida Földi-Gonda, Budapest 1951:


   Aquí las blancas jugaron 1.Rc4? y acabaron perdiendo. Si hubieran estudiado concienzudamente la teoría, no habrían tenido dificultad en descubrir el plan salvador que empezaba con 1.Txg2!!,Axg2; 2.Rxa4,Ad5; 3.Rb4,Re5; 4.Rc3,Re4; 5.Rd2 (¡justo a tiempo!),Rd4; 6.Rc1 y el final es tablas.

   En la siguiente posición de la partida Kozma-Honfi, Sofía 1961, juegan las blancas:


   Las blancas jugaron en este momento 1.a4?? desperdiciando la oportunidad de ganar, ya que el conductor de las negras había hecho a fondo sus deberes y conociendo bien la teoría jugó rápidamente 1...,Axa4!!; 2.Axa4,Rf8 con lo que se alcanzó la conocida posición de tablas vista al principio. El maestro búlgaro Padevski explica el método ganador que consistiría en 1.Rf4,Ac6; 2.Re5,Ab5; 3.Rd4,Ac6; 4.Rc5,Ad7; 5.Rb6,a4; 6.Rc5,Rf8; 7.Rb4,Re7; 8.Axa4,Af5; 9.Ab3,Axg6; 10.a4,Ae4; 11.Rc5,g5; 12.Rd4 y las blancas triunfan.

   Siguiendo con el papel protagonista del alfil, nos encontramos con la siguiente escena del encuentro entre Dziobek-Von Scheve de 1920, en donde juegan las negras:


   ¿Cómo valoráis la posición? ¿Son tablas porque las negras parecen que no puedan progresar? ¿Tal vez las negras puedan forzar todavía los acontecimientos? Si tenemos en cuenta que el alfil es el superhéroe de hoy la solución es clara, sólo hay que sacrificarlo para ganar un tiempo decisivo con 1...,Rg2; 2.Tg8+,Ag4!!; 3.Txg4+,Rh3; 4.Tg8,c1(=D)+! (este segundo tiempo es el que asegura el triunfo); 5.Rxc1,h1(=D)+ y habiendo coronado con jaque, las blancas abandonaron.

   Treinta años después, el conductor de las negras, en esta posición de la partida N.Borisenko-V.Metsenev, URSS 1950 no supo encontrar el plan ganador por no haber estudiado bien la teoría que se podía extraer de la partida anterior:


   Metsenev jugó 1...,Re4?, y la partida acabó en tablas. Sin embargo tenían el triunfo al alcance de la mano de manera rápida y expeditiva. ¿Habéis visto cómo?

SOLUCIÓN
1...,f2; 2.Tg8,Ab1!!; 3.Tf8+ (3.Rxb1,f1(=D)+),Af5.

   Para concluir, os presento esta interesante posición de la partida O.Smith-A.Sokolski, correspondencia 1958-1960, en la que nos encontramos alfiles de distinto color en el medio del tablero apoyando a sus correspondientes peones que están a punto de coronar. Juegan las blancas y el ser mano, como siempre, supone en estas situaciones una gran ventaja. ¿Véis el camino ganador para las blancas?:


   Para daros una pequeña ayuda os diré, aunque supongo que ya lo habías visto, que no vale 1.Tg1? porque las negras tienen la magnífica respuesta 1...,Ab1!!; 2.h8(=D),Txh8; 3.Axh8,Rd5!! y no se puede evitar que el peón 'a' corone. Así que habrá que buscar por otra parte...

SOLUCIÓN
1.Ta7!!,Txa7; 2.h8(=D),a1(=D); 3.d5+,Rxd5; 4.Axa1 ganando fácilmente.




domingo, 30 de enero de 2011

El orden de los factores no altera el producto... ¿O sí?

   La frase que da título a esta entrada es una de esas que aprendemos desde muy pequeños y que se nos quedan grabadas para siempre en nuestra vida, pero que a lo largo de ella vamos poniendo en duda por la multitud de ocasiones en que vemos que no se cumple, momentos en los que recordamos aquella otra máxima que dice que será la excepción que confirma la regla.
Dejemos pues el orden de los factores en el mundo de las matemáticas, ya que en el del ajedrez, como en el de la vida cotidiana, el orden exacto de las jugadas supone muchas veces pasar de una merecida victoria a una aún más merecida derrota como resultado de nuestra inexactitud. Y es que como dijera el mítico Bobby Fischer: "el ajedrez es la vida".
   Como ejemplo de todo lo dicho veremos a continuación algunos ejemplos en los que queda de relieve la importancia de hacer la jugada precisa en el orden exacto. El primero está sacado de la partida Speelman-Kasparov, Graz 1981:

  
   En este momento Speelman jugó 1.Cd3, creyendo que así entraba en un final difícil pero en el que lograría hacer tablas, basándose en la secuencia 1...,exd3; 2.Axd5,d2; 3.Axf7+,Rf8; 4.Txd4,Te1+; 5.Rg2,d1(=D); 6.Txd1,Txd1 y en este final con un péon por la calidad, con una defensa correcta, por regla general, las negras no pueden obtener la victoria. Pero un sutil cambio en el orden de los movimientos hace que la situación cambie de manera decisiva: 1...,exd3; 2.Axd5,Rf8!! y ahora si 3.Axf7,Te4! y las blancas tendrán que perder una pieza para detener al peón 'd', no sirviendo tampoco 3.Txf7+,Re8. En la partida las blancas continuaron jugando con 3.Ac4,d2; 4.Txd4,Te1+; 5.Rg2,d1(=D); 6.Txd1,Txd1 y en esta variante las negras conservan el peón de 'f7', y, con el mismo número de peones, la calidad, en general, se impone. De hecho, Kasparov venció unas cuantas jugadas más tarde.
  
   El segundo ejemplo está tomado de la partida Veselovski-Psajis, Krasnoiarsk 1980:


   La posición está claramente ganada por las negras y sólo queda el remate final. Aquí Psajis dudaba entre las jugadas 1...,Rc3 o 1...,Ae3 y ahora os invito a reflexionar si una de estas dos  jugadas es mejor que la otra o si tal vez ambas jugadas son igual de buenas. ¿Qué pensáis?

SOLUCIÓN
Psajis jugó 1...,Ae3?? y el blanco le devolvió el favor ¡abandonando! cuando podía haberse salvado con 2.Ah7+,Axf4; 3.Ag8+ y las tablas son claras. Si 2...,Rc3;3.Tc4+! seguido en caso de que el negro no tome la torre de 4.Axd3 ya que si 4...,Td2+; 5.Re1,Txd3; 6.Txh4 y las negras tampoco podrían ganar la partida. Obviamente en la posición del diagrama ganaba sencillamente 1...,Rc3, pero Psajis creyó erroneamente que el orden de las jugadas no importaba y pudo haberle costado muy caro.

   Para terminar, un diagrama del encuentro Alburt-Kasparov, Daugavpils 1978:


   Las negras acaban de jugar 1...,h4 y la cuestion que se plantean las blancas es si esa jugada es un error que le permite alcanzar las tablas con 2.Cc2 o si por el contrario la jugada 1...,h4 mantiene las posibilidades de victoria negra aún a pesar de 2.Cc2. ¿Qué opináis vosotros?

SOLUCIÓN
Después de 2.Cc2,Dxb3(única); 3.Dxd4,Dxc2? parece que 1...,h4 haya sido un error pues ahora viene 4.Dd8+! y el rey negro no puede huir a ningún sitio sin perder un peón con jaque: 4...,Rh7; 5.Dxh4+ y si 4...,Rg7; 5.Dd4+,f6; 6.Dxa7+. Pero, una vez más, cambiando el orden de jugadas nos encontramos con 3...,Db1+!; 4.Dg1,Dxc2; 5.Dxa7,Dd1+; 6.Dg1,Dxg1+; 7.Rxg1,Rg7; 8.Rf2,Rf6; 9.Re3,Re5; 10.Rf3,f5; 11.Re3,g5 y las negras fueron imponiendo su ventaja poco a poco.